El desarrollo integral de una nación es un concepto complejo y multivariable que comprende una serie de factores de índole económica (como por ejemplo el crecimiento económico y la distribución de la riqueza), social (como los niveles de índice de desarrollo humano, los grados de pobreza y los niveles de confianza interpersonal) y político (como el grado de estabilidad política, la fortaleza o debilidad relativa del marco institucional yel grado de democratización del país).

La necesaria y urgente construcción de un sistema democrático en Venezuela (uno de los elementos políticos centrales en ese proceso de desarrollo integral) no depende sólo de factores como la actuación de los actores del gobierno y de la oposición.  De hecho, la literatura politológica universal ha enfatizado extensamente la importancia de factores de índole cultural y psicosocial y han logrado demostrar la importancia explicativa de las llamadas “condiciones subjetivas” de la población de un país.

Estas “condiciones subjetivas” abarcan desde los valores, actitudes, creencias y comportamientos particulares de los habitante de un país, hasta el grado de desarrollo de su Capital Social y los niveles relativos de vulnerabilidad psicosocial de su población.

Para autores como Inglehart, Fukuyama, Putnam y otros, el Capital Social es un factor clave para la construcción y mantenimiento de una democracia estable. Para estos y otros autores, niveles adecuados de Capital Social, junto con la existencia de una eficiente burocracia política y la participación de las masas en los asuntos públicos, son tres factores cruciales para el desarrollo de una democracia moderna.

Recordemos que Capital Social se refiere a las características presentes en un momento dado en las estructuras y dinámica de las relaciones interpersonales e intersectoriales de una sociedad. Un alto grado de Capital Social facilita la cooperación, la coordinación de acciones conjuntas en beneficio mutuo y para desarrollar acuerdos de manera equilibrada, continua y sostenida en el tiempo en una población. Es por eso que bajos niveles de Capital Social se convierten no sólo en un obstáculo para la necesaria organización ciudadana, sino en un serio limitante para la construcción de un sistema democrático estable y para el desarrollo de un país.

Uno de los principales y más serios factores que atentan contra el desarrollo de niveles adecuados de Capital Social en una población, es lo que se conoce como “Vulnerabilidad Psicosocial”. La misma ha sido definida, de manera muy genérica, como el conjunto de factores de índole individual y del sistema de relaciones de la persona que modulan sus reacciones conductuales ante el entorno, especialmente ante entornos hostiles o difíciles. Altos grados de Vulnerabilidad Psicosocial en una población se correlacionan así con bajos niveles de Capital Social.

Tanto el capital social como la cultura política de una población no son estáticas, sino que se ven afectadas por las condiciones políticas y económicas que condicionan la vida de esa misma población.  En este sentido, refiriéndonos específicamente al caso venezolano, si el país ha experimentado en los últimos lustros cambios drásticos y evidentes en lo político y en lo económico, es ingenuo pensar que no ha habido cambios en su conducta y en los niveles de vulnerabilidad psicosocial de su población, sobre todo en el contexto de una larga crisis plural, caracterizada por una prolongada recesión económica y una elevada conflictividad política e institucional.

Estudios conocidos, como es el caso concreto de la Encuesta Nacional de Condiciones de Vida (Encovi-UCAB) han venido en los últimos años estudiando algunos de los principales problemas de la población venezolana a fin de ofrecer información relevante sobre las condiciones de vida de sus habitantes, y orientar las estrategias adecuadas en materia de políticas públicas específicas para hacerles frente. Pero para que este diagnóstico (y sus propuestas de afrontamiento y solución) sea realmente completo e integral, se requiere incorporar la variable específica referida a la vulnerabilidad psicosocial, dada su altísima influencia para la formación de Capital Social y la construcción de una sociedad democrática.

De allí la importancia de discutir y profundizar aún más los hallazgos del reciente estudio sobre características psicosociales actuales de la población venezolana desarrollado por la UCAB (PsicoData 2023). Como mencionamos en otro artículo, el estudio identificó –dentro de la alta complejidad que caracteriza el perfil psicosocial de los venezolanos y la presencia de elementos positivos y negativos aparentemente contradictorios en su seno- un conjunto de factores que conforman una condición de vulnerabilidad psicosocial importante. Entre ellos resaltan un elevado afecto negativo con respecto al país (que incluye sentimientos de rabia, preocupación y tristeza), hipertrofia de lo económico como fuente de stress cotidiano, elevado malestar psicológico, altos niveles de duelo por la pérdida de familiares y amigos cercanos, dificultades de identificación y expresión de emociones, y una muy baja confianza interpersonal, la cual es un serio obstáculo para la organización ciudadana, pues es difícil articularse socialmente con otros cuando no se confía en ellos.

De nuevo, es necesario y urgente –dadas las características particulares y de cronicidad de la crisis venezolana- seguir considerando y estudiando a fondo la variable específica de la vulnerabilidad psicosocial hoy de la población.  Cualquier radiografía o análisis de la situación venezolana, así como cualquier diseño de propuestas de acción e intervención ante las consecuencias de nuestra ya larga crisis, será incompleta si no incorpora esta crucial variable.

@angeloropeza182


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