OPINIÓN

Votar para sobrevivir

por Humberto Jaimes Quero Humberto Jaimes Quero

Para millones de venezolanos, votar el 28 de julio se convertirá en una suerte de “acto de supervivencia”, en una valiosa oportunidad para lograr un cambio radical en la desastrosa conducción del país y superar la prolongada situación de “emergencia humanitaria”. Ese sentimiento es algo que no se había visto en mucho tiempo, ni siquiera en 1998, cuando Hugo Chávez ganó las elecciones presidenciales.

Cuando Chávez ganó aquellos comicios había un anhelo de cambio en las mayorías, un deseo de probar algo diferente al estamento conformado por AD y COPEI, el cual dominaba la escena política desde los años sesenta del siglo pasado. Sin embargo, no existía el sentimiento de “supervivencia” en la mayoría de la población, sentimiento que, en contraste, es palpable en el escenario de hoy, así como en los 8 millones de venezolanos que ya se marcharon del país impulsados por el deseo de sobrevivir, condición inherente al homo sapiens.

Es verdad que en 1998 había pobreza y malestar por el funcionamiento del sistema político, por la corrupción y los desaciertos en las decisiones económicas oficiales, pero las condiciones de vida de la población no eran tan alarmantes como en el presente, ni existía esta “emergencia humanitaria” que golpea a miles de hogares. La desesperación por el cambio radical es justamente una respuesta a la prolongación de esta tragedia.

El 28 de julio millones de venezolanos irán más allá del tradicional “voto castigo” usado para sancionar a funcionarios que tuvieron un mal desempeño en la gestión de gobierno:  votarán para superar la “emergencia humanitaria” y el desastre como condición existencial cotidiana; votarán contra la desesperanza; votarán como “acto de supervivencia”. Esto se percibe en las concentraciones de simpatizantes de la oposición que siguen a Edmundo González y María Corina Machado.

@humbertojaimesq