Vitrina Venezuela: Sala situacional

Una sala situacional es un ámbito en el cual se discuten situaciones, que son eventos en desarrollo o que pueden llegar a ocurrir; tratando de evaluarlos dentro de un sentido estratégico de dirección; porque cada vez que ocurre un evento, puede ser interpretado de diferentes formas, dependiendo del impacto que tenga en la estrategia.

Una sala situacional debe tener debe tener un objetivo estratégico, un lineamiento estratégico y un sentido de dirección.

Las salas situacionales se dividen en dos grandes grupos: las que se soportan en grandes masas de información, bases de datos, algoritmos y que a través de distintos mecanismos también matemáticos de filtrado, se llega a un conjunto menor de opciones y allí es donde es que se coloca el pensamiento analítico.

El otro tipo de sala situacional es de mucha menor cantidad de datos (porque los que existen no son confiables), pero de mucha capacidad analítica y estratégica, y conciencia del entorno. Se reemplazan datos y algoritmos, por análisis y experiencia.

Lo importante de la sala situacional es la ventaja predictiva que pueda generar, más que nada para identificar los llamados “puntos ciegos”. Por ejemplo, cuando uno va manejando y por el retrovisor del acompañante, ve que no viene nadie desde atrás, y de repente aparece algún vehículo sorpresivamente, es que ese se encontraba en un punto ciego. La sala situacional debe estar orientada a minimizar esos puntos ciegos.

Otra importancia de la sala situacional son las señales débiles o las alertas tempranas, es decir, tener la capacidad de identificar que cierto tipo de eventos pueden llegar a convertirse en algo importante, pese a que en el momento no lo sean. Por eso es tan importante la estrategia, porque de allí se puede saber cuál es la probabilidad de que algo pueda convertirse en una situación compleja que la afecte.

Yendo a los componentes de una sala, uno de los más importantes es el mapa de actores, que permite saber quiénes son las personas e instituciones, y tratar de entender cuál es el poder e influencia que tienen sobre la situación. Es decir, uno se podría imaginar varios círculos concéntricos, pero en el centro de esos círculos está nuestra situación, y en cada uno de los círculos se van colocando los actores, instituciones y personas, según la influencia que tengan sobre la situación (los que son más influyentes estarán más cerca, y los menos más lejanos). Una vez que identificados se crea un mapa de actores y se los ordena por poder de influencia.

-Fuentes de información: Se concentra en las redes sociales, haciendo un barrido en las distintas plataformas. A partir de allí, habrá que identificar y hacerles seguimiento a los actores de mayor poder de influencia, así como hacerles seguimiento a temas relacionados con la situación.

De esta forma se tendrá un perfil de redes para cada situación. También es importante la búsqueda de Google que se realice de las personas y de la situación, de forma tal de tener un perfil cruzado; pensando que la información de Google es estructural, mientras que las redes sociales son coyunturales.

-Perfil de encuesta: Esto ayudará a medir cuáles son las situaciones y cómo están siendo leídas por el entorno a esas situaciones, por ejemplo, indicadores socio-emocionales, e indicadores socio-económicos. Debe haber acceso a múltiples encuestadoras, pero con ficha técnica equivalente, de forma tal de contar con diferentes perspectivas que alimentan la sala.

-Prensa: La sala situacional, en cuanto a los temas de interés de los actores relevantes, debe estar barriendo permanentemente las noticias que pueda haber en la prensa, los portales noticiosos, los portales especializados por temas, y los medios noticiosos que respondan a diferentes líneas de pensamiento.

-Información privilegiada: Se define como la información que puede ir aportando cada uno de los participantes referentes, expertos sobre cada uno de los temas.

Con base en todo lo descrito anteriormente, se realiza un cuadro de situación para lo que puedan ser sesiones de análisis. Es decir, para la sesión de análisis, se debería contar con el mapa de actores, con el mapa de poder de influencia, con el análisis de redes, el análisis de Google, las encuestas, las noticias y la información privilegiada. Con todo eso, al menos una vez a la semana debería reunirse un equipo más o menos estable que ponga en perspectiva y saque recomendaciones.

El análisis debe seguir un cierto patrón que perfile: en qué consiste, qué impacto estratégico tiene, quienes son los involucrados, quien se beneficia y quien se perjudica, entre otras variables significativas.

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• Tal Cual. Edmundo González: El triunfalismo es el peor enemigo en una campaña electoral.
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• AFP: Los migrantes, la columna vertebral de la economía de Estados Unidos. La Oficina Presupuestaria del Congreso, una agencia oficial independiente, lo tiene claro: el repunte de la migración impulsará la economía de Estados Unidos en unos 7 billones de dólares durante la próxima década al proporcionar fuerza laboral y aumentar la demanda.
• El Mundo: Milei desembarca en Madrid con un ataque feroz a la izquierda: «Estamos incomodando a los rojitos por todo el mundo». «El cáncer de la sociedad es el socialismo, los enemigos son los zurdos. No dejemos que el lado oscuro, negro, atroz, satánico, cancerígeno nos gane».

Lo que no fue noticia (y debería serlo)

• Que se escucha con insistencia que debería haber un acuerdo para perdonar crímenes del pasado, a cambio de que “se permita” que haya elecciones y que se puedan ganar. Sería como arrancar un gobierno sometido a los límites que el anterior decida ponerle. Hay que llamar a las cosas por su nombre; porque sólo estaríamos disfrazando el nombre, cambiándolo por el de democracia, la cual, dejaría de ser tal… porque los anteriores seguirían mandando.

• O qué clase de democracia sería aquella en la que una de las partes en disputa le permite a la otra si puede o no puede ganar. Algo así sería bastardizar la democracia… no nos la habríamos ganado, sino que nos la hubieran concedido a título gracioso. Pragmatismo sí, pero no a costa de valores y principios. Y si se piensa que si no se transa van a bloquear la tarjeta de la MUD, pues es mejor que la bloqueen de una vez.

• Ni que la macroeconomía depende de las acciones y políticas públicas del gobierno, mientras que la micro está en manos de las decisiones gerenciales de las empresas. Esperar que el gobierno se ocupe de la micro, o que la empresa se ocupe de la macro es una mezcla fatal que lleva a confundir roles, diluir responsabilidades y lograr malos resultados. Zapatero a tus zapatos.
• Tampoco que debería trabajarse en la modificación de la Ley de Hidrocarburos, considerando que hay suficiente fuerza política en la AN, y que necesitamos estandarizar el modelo del campo Dragón con Trinidad, y lograr que el sector privado petrolero se haga cargo del negocio, y que el estado cobre impuestos y regalías. Ya llevamos demasiados años probando el modelo actual, y sería necesario darle una oportunidad a algo diferente.

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