OPINIÓN

Vitrina Venezuela: Restructurar las fuerzas armadas y de seguridad para lo interno, narcotráfico y fronteras

por Benjamín Tripier Benjamín Tripier

Seguir considerando el concepto militar tradicional como que es capaz de manejar empresas, Gobiernos, policías, líneas aéreas y empresas acuáticas y de pesca, sería un error que no podemos repetir y que, en la etapa de control de daños, se debe haber iniciado el proceso político e institucional de su renovación.

Seguir repitiendo que el ejército libertador de Simón Bolívar es el mismo que está activo en la actualidad, solo sirve para sentirse disminuido en la comparación y para distorsionar la morfología de las instituciones armadas.

El concepto integral de seguridad y defensa debe abordarse desde una óptica civil, dejando las especificidades del diseño y la implantación a policías y militares, respectivamente.

La alineación internacional con países vecinos para la lucha antiguerrillera y de narcotráfico, se basará, principalmente, en la confianza mutua, y en la credibilidad y consistencia de las políticas públicas.

Este tema, que debió empezar a trabajarse en la etapa de control de daños, requerirá de mucho tiempo más para estabilizarse, por aquello de que los mandos medios, bajos y operacionales, aún seguirá imbuido con la enemistad con los vecinos inoculada por el chavismo.

Cabe recalcar que este tipo de relaciones también deben consolidarse con aprobaciones legislativas con mayorías calificadas, que muestren la voluntad, más allá del tipo de Gobierno, de mantener relaciones armónicas.

Alrededor de nuestras fronteras, estando Venezuela en una situación geográfica de privilegio, se puede esperar que haya presencia de guerrilla, contrabando y narcotráfico en forma permanente, por lo que el desarrollo militar debe estar orientado a su combate.

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