OPINIÓN

Vitrina Venezuela: Reflexión sobre la gerencia en incertidumbre

por Benjamín Tripier Benjamín Tripier

Hay una especie de fatalismo en el ambiente de negocios, según el cual nada puede hacerse, o que si puede hacerse consistirá sólo en medidas heroicas tales como irse del país o cerrar la empresa.

Por consiguiente, y ante la gravedad de las alternativas y las decisiones posibles, se opta por no hacer nada y dejarse llevar. Ni un plan de contingencia o continuidad, ni una sesión de “pensar lo impensable”.

Esto debe cambiar, pues de continuar en la situación presente, la inercia nos llevará a un lugar en el cual las técnicas gerenciales no son aplicables ni necesarias.

Todos debemos contribuir a mantener un ambiente positivo aun ante la adversidad; las buenas ideas y las soluciones no aparecen en la negatividad. Hoy más que nunca todos somos necesarios para salir de la crisis en la que estamos.

Uno debería preguntarse si para manejarse en incertidumbre hay que tener una personalidad especial, o si pudiera hacerlo cualquier gerente, aplicando las herramientas adecuadas.

Y la respuesta es mixta, porque si bien hay técnicas gerenciales para manejarse en incertidumbre, también es cierto que hay que tener un cierto perfil y unas características especiales. Por ejemplo, un gerente de producción tiene características que lo diferencian de un gerente de ventas o uno de mercadeo… o el de contabilidad y el de auditoría; y por supuesto el de planificación estratégica o el tesorero.

Pero estamos refiriéndonos al CEO, al responsable por el destino de la empresa, el que debe asegurarse que el ecosistema gerencial de talentos y personalidades, haga lo que debe hacer dentro de los límites de la ley, de las regulaciones y de los usos y costumbre del mercado que atiende; de proveedores, clientes, competidores y fuentes de inversión y financiamiento.

Gerenciar en incertidumbre se parece mucho a volar por instrumentos; confiar en las herramientas, tener mucha sintonía con el entorno, y como les dije en artículos anteriores, asegurarse que el Norte Estratégico es válido, y que la Visión sigue siendo viable y factor de alineación interna.

La condición de incertidumbre alta es externa a la empresa y funciona como un estímulo que dispara a las fuerzas internas para manejar la situación ya sea coyuntural y focalizada, ya sea masiva. Por lo que, si la estrategia nos muestra que enfrentaremos un largo período de incertidumbre, entonces, como hizo el DT de Francia al sacar a tres de sus estrellas para que la cuarta pueda meter goles, pues hay que hacer movimientos internos y poner a alguien distinto a mover las herramientas y aplicar las técnicas.

Nuestra Venezuela del 2023 presentará mayores grados de incertidumbre que en los años anteriores bajo el chavismo. Esta vez, es cierto que el tablero puede cambiar, y que las piezas pueden llegar a moverse en forma diferente… y lo más novedoso es que pudieran aparecer nuevas piezas, emergentes y sin reglas de comportamiento como las conocemos. Puede aparecer un escenario disruptivo.

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