OPINIÓN

Vitrina Venezuela: Priorizar y controlar el ambiente como guía del futuro

por Benjamín Tripier Benjamín Tripier

De los distintos momentos del ciclo de protección ambiental, en esta primera etapa del nuevo gobierno de González Urrutia / María Corina, hay que detener, abruptamente, el deterioro, al mismo tiempo que se actualizan y desarrollan políticas públicas para consolidar la sustentabilidad.

Detener el deterioro abarca el tema de emisiones, emanaciones y efluentes, limpieza de ríos y quebradas, y manejo del ciclo de desechos (basura), en las condiciones que inicialmente se pueda, con los recursos con los que inicialmente se cuente.

Para el tema industrial, cada empresa según su tecnología, debe suspender inmediatamente las emisiones, considerando que en un ambiente de profunda recesión habrá que aprovechar la nueva etapa de expansión, para que cada “dosis” de expansión ya incluya el componente ambiental.

Debe estar claro que con el deterioro ético y moral con el que se arranca esta nueva etapa, habrá un riesgo importante de corrupción para evitar que la normativa se aplique; así que el saneamiento moral deberá ser apoyado con una legislación administrativa, que incluya altas penalidades económicas y hasta de cárcel.

Para el tema de limpieza de ríos, deben desarrollarse proyectos de inicio inmediato, para asegurar que los bolsones de agua dulce, puedan servir de base para el uso doméstico, más allá de la facilidad con la que se enfrentarán los procesos de potabilización.

Para el tema de la basura, habrá que incorporar toda la tecnología necesaria para su manejo y disposición, procurando aprovechar su incorporación a los ciclos productivos que generen una demanda que asegure la rapidez entre lo que se desecha, se maneja y se dispone.

Tal como es la filosofía del autor de estas propuestas, en este enfoque, se privilegiará el uso de la empresa privada evitando el concepto dañino del “Estado empresario”.  Porque de eso, espero que ya estemos curados y no volvamos a caer en la trampa de un estado invadiendo áreas de negocio, cuando su propósito no debe ser perseguir fines de lucro… mientras que esos fines de lucro son el propósito vital de la empresa privada, que es lo que hace grande a los países.

La consideración estratégica por lo ambiental debe ser un buen negocio, y no una carga, tal como ha sido manejado hasta ahora… No hay que olvidar que el ambiente es, junto con lo económico y lo social, una de las tres patas sobre las que se apoya la sustentabilidad…

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