OPINIÓN

Vitrina Venezuela: Nueva etapa para desatar los nudos críticos y realineación geopolítica

por Benjamín Tripier Benjamín Tripier

Los primeros son temas de coyuntura con perfil estratégico que servirán para destrabar rigideces que nos permitan evolucionar, mientras un equipo estratégico trabaja a tiempo completo y con sentido de urgencia, en conjunto con la Asamblea, cambiando los artículos de la maraña legislativa, para que acompañe el proceso de reinstitucionalización y de nuevo futuro.

Temas cambiarios, comerciales, de precios y laborales, deberán tener prioridad y se podrá avanzar vía decretos cuando las necesidades así lo indiquen.

Los temas críticos que hay que abordar con carácter de urgencia son los siguientes:

Todos estos temas cruzan, trasversalmente, los distintos ámbitos, no obstante, en esta etapa habrá que darle urgencia y prioridad a la lista anterior. Hay que crear un equipo de respuesta rápida que maneje un tablero de control con visión integral, y con capacidad ejecutiva del más alto nivel, que permita una sensibilidad y una sintonía fina en el manejo de variables, para evitar los conflictos y contradicciones que, muy probablemente, se presentarán.

Podría funcionar como una especie de staff al presidente, que no solamente lo mantenga informado, sino que, además, pueda contar con todo su poder de toma de decisiones.

En lo internacional hay que re-alinear al país con sus vecinos de frontera, de Latinoamérica y de América del norte. Hace falta un acompañamiento que apoye y valide el nuevo sentido de dirección, comprando nuestros productos de exportación, proveyendo los insumos y productos necesarios, y asociándonos en el desarrollo de nuevas oportunidades, para lo cual habrá que contar, además, con la Unión Europea y con China.

Regresar al Mercosur, alinearse con la Alianza del Pacífico, buscar acuerdos bilaterales, deben ser propósitos de la nueva etapa. Si bien el re-alineamiento político es importante, debe empezar a poner los intereses por encima de las preferencias.

Salirse del esquema amigo – enemigo. Nuestra estrategia tiene que ver con ser sudamericano, caribeño y atlántico, y tener relaciones fuertes con Argentina y Brasil; la UE, Estados Unidos y Canadá. Hay que privilegiar, por sobre todo, las relaciones con los vecinos, y evitar los conflictos.

Habrá que reconstituir el perfil multidimensional de las relaciones económicas, políticas, sociales y culturales, pero principalmente las económicas, que son las que podrían darnos la oportunidad de recuperar la producción, la productividad y la competitividad.

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