El sistema político es la garantía, tanto nacional como internacionalmente, de que no habrá sorpresas, de que habrá previsibilidad y que, por ejemplo, las reglas de juego, tanto para la inversión extranjera como la nacional, se mantendrán.
Hay que evitar los golpes de timón y los movimientos pendulares que hagan que cada Gobierno arranque de cero. Hay que tratar de que ninguna fuerza política tenga la mayoría absoluta y mucho menos la calificada, pues supondría una polarización suficiente que, automáticamente, llevaría a que, con un cambio de Gobierno, las cosas cambien totalmente.
Pese a lo que pasó el 28J, no se puede esperar resultados de un momento para otro; pero si se pueden establecer reglas que permitan que partidos grandes, medianos o pequeños puedan trabajar en coaliciones, sin sacrificar sus elementos constitutivos y puedan mantener su identidad a la hora de votar sobre diferentes temas.
Además, hay que modificar el sistema político de partidos y de financiamiento de campañas para evitar que los que tengan más plata, tengan más posibilidades de acceso al poder. Hay que volver a la proporcionalidad del sistema y separar las elecciones para que cada una tenga su propio peso específico. No se trata de ser bueno sino de hacer lo correcto; hay que tomar riesgos y asumir costos políticos que, posiblemente, los puedan asumir mejor las coaliciones que los partidos individualmente.
Es natural que quien está en el poder vaya desgastándose y que la oposición, desde la crítica, vaya preparándose para la sustitución. Si el sistema permite que el desgaste del poder se compense con un excesivo gasto público para mantenerse, entonces, se produce una distorsión donde el bienestar colectivo pasa a un segundo plano.
Hay que tener en cuenta que el equilibrio o el desequilibrio político se reflejarán en los nombramientos de la justicia y en los organismos de control, debilitándose de esta forma toda la institución pública.
Todo lo anterior está asociado a la posibilidad de que el próximo 10 de enero realmente se produzca un cambio de gobierno, porque de otra manera, la caída en la que se encuentra el país, se profundizará y cada vez será menos posible una recuperación fácil… así haya un “Plan Marshall” donde los países más poderosos de la tierra apoyen al nuevo gobierno, trayendo inversiones y contribuyendo a la estabilidad.
Aunque es triste decirlo, pareciera que sin ayuda externa será difícil mantener la gobernabilidad; ya sea que el legislativo esté en manos de la AN2015, o la del 2020… o una mezcla de ambas. Porque lo que sí será necesario es que a partir del 10E, haya acuerdos de gobernabilidad, con visión de futuro, y sin mirar para atrás.
“El pasado nos explica cada vez menos sobre la forma que tendrá el futuro… entonces, hablemos del futuro”.
Noticias destacadas
- Instan a Chevron a que deje de financiar al régimen de Nicolás Maduro.
- El Nacional: Edmundo González denuncia ante la ONU la violación de derechos humanos en Venezuela: «Nada podrá borrar la derrota de la dictadura el 28 de julio. Edmundo González afirma que su victoria invalida cualquier excusa de Maduro para retener el poder.
- Tal Cual: Brian A. Nichols acude a Asamblea de la ONU con el tema Venezuela como prioridad.
- El Nacional. María Corina Machado en foro en España: “Quiero decirles que vamos a lograr que Maduro acepte su derrota y salga del poder”.
- Monitor Ciudad: se necesitan 20.000 millones de dólares para recuperar el sistema eléctrico (parece una estimación baja).
- “Firmamos documentos para que nos dejaran salir de Venezuela”: la revelación de uno de los ejecutivos de Citgo detenidos por el chavismo.
- El Mundo: Israel lanza el ataque más duro contra Hezbolá desde la guerra del 2006.
- El País: La aviación israelí bombardea 1.100 objetivos de la milicia en el sur, en el valle de la Beká, y en el norte, junto a la frontera de Siria, en el día más letal para este país desde el final de la guerra civil en 1990.
- ONU teme «posibilidad de transformar a Líbano en otra Gaza».
- Presidente de Estados Unidos, Joe Biden desde la Asamblea de la ONU: “Millones de venezolanos optaron por el cambio y el mundo sabe la verdad”.
Lo que no fue noticia (y debería serlo)
- Que los partidos políticos en Venezuela son cascarones vacíos, con dirigentes obsoletos y con baja credibilidad; por lo que no se entiende la relevancia de que Capriles salga de PJ. Puede ser una medida para intentar sacar del foco el tema del 28J… y si es así, entonces el chavismo está detrás de la medida… y por deducción, una vez más, caen sobre Capriles las sospechas de apoyar la permanencia. Ya lo hizo cuando ganó la elección del 2013 y no trató ni siquiera de exponer su caso; y también, cuando tenía a toda la calle con él y permitió que El Vaticano frenara todo; más la cantidad de veces que irrumpió, infructuosamente, con su fallida candidatura entre 2022 y 2023… nada nuevo.
- O que lo anterior ocurre cuando María Corina y Edmundo luchan a brazo partido, desde la clandestinidad y el exilio, respectivamente, por hacer valer la voluntad popular. Insisto… el timing de Capriles para este pronunciamiento, tiene un fuerte tufillo a entreguismo.
- Ni que el tema Prince/Blackwater está dejando de ser una señal débil para convertirse en algo que pudiera adquirir peso en el análisis de los futuros posibles en Venezuela. Desde el simulacro en la frontera con Freddy Bernal más el pedido de llevar las recompensas de 15 a 100 millones de dólares, y haber recaudado más de 1 millón de dólares en donativos individuales con un promedio de 30 dólares, son señales claras de que hay quienes toman en serio esta opción… aunque con probabilidad media a baja, ya entró en el campo de lo posible.
- Tampoco que el sistema empresarial venezolano está en una parálisis por expectativas confusas sobre cuál será el futuro de Venezuela; si todo se resolverá pacíficamente, o si habrá que seguir profundizando la violencia.
Mail: btripier@ntn-consultores.com Instagram: @benjamintripier Twitter: @btripier