OPINIÓN

Vitrina Venezuela: La turbulencia ya comenzó

por Benjamín Tripier Benjamín Tripier

Si tuviéramos que hacer un corte sobre la situación de Venezuela,  se podría pensar que el chavismo se está reagrupando con el tema de las actas, y hay una cantidad de rumores sobre que se están fraguando actas, etc., (0:25) y que al mismo tiempo la oposición está presentando las actas verdaderas, que son las que se tomaron en las mesas y los centros de votación; inclusive con la cooperación de los militares y de los miembros del CNE en las centros, más los testigos; todos ellos ayudaron a que se tengan las actas.

Las actas tienen una característica de unicidad con un código QR y un número específico que hace que sea difícil que se pueda falsificar; porque está generado por cada máquina y con una cantidad de atributos que hagan que las otras que salgan, deban tener algún tipo de diferencia. Aunque, pensando que la empresa privada que se ocupa del tema del procesamiento y de las máquinas es una empresa netamente chavista, y es posible que hayan llegado a tener algo que confunda.

Lo cierto es que por más que presenten lo que presenten el viernes, la realidad es que existe una diferencia gigante a favor de la oposición, la cual no fue sorpresiva porque durante meses las encuestas, hasta las encuestas más chavistas, mostraban una diferencia importante a favor de Edmundo González Urrutia. Lo que sí fue sorprendente, cuando se hace el corte al día 28 en la noche, fue el número donde va ganando el chavismo.

Pero bueno, digamos que, siguiendo con el corte, va a haber marchas periódicas, y va a haber mucha presión de calle.

El tema Estados Unidos ya se definió declarando que el ganador es González Urrutia; o sea que volvemos de alguna manera al doble comando que supo haber en el período Guaidó; pero con la diferencia, que en ese caso no había soporte popular masivo como ahora, en el caso de Edmundo él tiene al pueblo con él.

No hay que perder de vista que el pueblo chavista ya no es más chavista, sino ahora es mariacorinista. Cada vez que arranca una marcha aparece del otro lado la represión de esa marcha y del choque entre esas dos facciones es que sale el resultado del día, vamos a llamarlo así.  Si la represión es muy fuerte y llegan a producirse daños complicados para poder manejar, es posible que los mandos medios y bajos de las Fuerzas Armadas se nieguen a operar de esa manera.

No así los policiales, que pareciera ser que son parte de los que quedaron amarrados al síndrome de Estocolmo y están respondiendo con una agresividad que realmente da tristeza, porque son ellos contra ellos mismos; porque lo más probable es que del otro lado, al manifestante que están reprimiendo sea alguien de su propia familia. Porque el daño profundo que tiene la sociedad no hace diferencia entre chavistas y opositores, sino que a todos les pasa lo mismo.

Estados Unidos en el año 2019 arrancó con la estrategia que ellos definieron como la Fruta Madura, según la cual que tenían que presionar de tal manera, hasta que el chavismo llegara a deteriorarse, derrumbarse y caer suavemente.

Es algo que la presión que han mantenido buscando esa estrategia, les ha dado resultado, solo que se tomó un largo tiempo en lograrlo en términos de velocidad; aunque sí posiblemente en términos de efectividad, porque en vez de haber conseguido eso en un año, lo han conseguido casi cinco años después. Con las estrategias de mediano y largo plazo de la política exterior americana basadas en sanciones, esto del domingo pasado es un paso más donde seguramente la presión va a aumentar.

Entonces, la estrategia de las sanciones sí funcionó, porque si no hubiera funcionado no se tendría la situación que existe hoy en día de contar con una oposición sólida con un liderazgo consolidado y habiendo arrasado en la elección del 28J.

Así que lo más probable es que, pese al daño que es el mayor sufrimiento de la sociedad, es que las sanciones se profundicen y se vaya a acciones un poco más agresivas, pensando en un cambio de gobierno, que ya en este momento no es un tema ni ideológico, ni de los Estados Unidos, sino que es un tema del pueblo de Venezuela en sí mismo.

Porque el 70-30 es 70% del pueblo de Venezuela. Y lo que parece estar claro es que las soluciones no van a venir de afuera, están adentro de Venezuela. Afuera se puede ir creando un marco referencial con reconocimiento, no reconocimiento; pero las soluciones hay que buscarlas aquí… fronteras adentro.

Y ese 30% que parece que obtuvo el chavismo, digamos, si lo aplicáramos a cualquiera de las instituciones que están cautivas; que serían el TSJ, el CNE, la Contraloría, la Fiscalía y la Fuerza Armada, deben tener un perfil muy similar a ese 70-30, por lo que en este momento se está convirtiendo en un tema de cúpulas con algún apoyo de perfil casi mercenario. Hay una diferencia importante donde esa cúpula es la que se defiende para no tener que entregar el gobierno, y tenemos que prepararnos para unas semanas o unos meses de turbulencia.

De todos modos, la posición de la oposición es mucho más fuerte en la semana del 29J que en la semana del 25 o 26J. Porque hay que recordar que las primarias también fueron anuladas por las autoridades mencionadas más arriba, pero eso no les quitó el peso que tenían que tener. En este caso está ocurriendo lo mismo.

O sea, podrán desconocerlo, podrán decir lo que sea, pero hay una realidad que va tomando cuerpo, va tomando forma y va adquiriendo peso. Entonces, el tema es no perder ese peso y seguir utilizándolo hacia adelante. Aún si hubieran salido las cosas bien en el sentido de haberse reconocido el triunfo de la oposición, se sabía que hasta el 10 de enero no iba a haber un cambio y que era todo un periodo de negociación.

Vamos a asumir que ese lapso sigue estando vivo y que estos cinco meses son meses donde en vez de ser una negociación ya reconocido el triunfo, lo que hay que lograr ahora es primero que se reconozca el triunfo y segundo ir con la negociación. No olvidar que las negociaciones en general se dan siempre después del colapso, después del impacto, después del crash, que se supone que la negociación va a corregir.

Las negociaciones nunca son para evitar que ocurra algo, sino para tratar de remendar o rescatar algo que quedó destruido.

Todavía hace falta lograr el reconocimiento del resultado, pero ya sobre unas bases mucho más duras, y recién después empezar con las negociaciones de transición.  Ojalá se logre hacer en estos cinco meses; pero ese es el horizonte que hay para moverse. Lo más importante en este caso debe ser no bajar la guardia, ni la presión, y tratar de llegar a que lo que finalmente ocurra sea el reflejo de la voluntad popular; porque en caso contrario el tema de la nicaragüización va a ser mucho más radical que la que hoy podría haber si la oposición se derrumba.

Porque nicaragüización es un hecho que ya estamos viviendo, y la sensibilidad del chavismo es suficientemente alta como para que ya no tolere prácticamente ninguna voz disidente.

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