El sistema jurídico inglés toma como base la tradición y la costumbre del país, siendo un poder autónomo en su toma de decisiones y considerando la experiencia del pasado. Para que el sistema judicial venezolano vuelva a ser confiable en su jurisprudencia, debe pasar por exámenes y pruebas rigurosas, a través de estándares internacionales que permitan un nuevo plan de gobierno.
Sin embargo, se cuenta con dos elementos de vulnerabilidad: que los jueces que conforman el poder judicial no cuentan con los requisitos solicitados y que se mantienen en permanente provisionalidad; es decir, que se los puede sacar cuando el Ejecutivo quiere.
Cada juez que ingrese al ente público necesita cumplir con un perfil para el trabajo, el cual debe revisarse periódicamente para verificar si aún se mantiene. Con respecto al nombramiento de su cargo, se tiene que contar con un peso vitalicio y con autonomía en su elección, para evitar el chantaje político o profesional. No se quiere decir que se va a elegir a opositores, sino que tengan la garantía de que ningún Gobierno los va a perseguir.
Otra forma de institucionalizar el poder judicial es crear un Consejo de Colegiatura, donde los jueces tengan que dar explicaciones por sus decisiones y que exista la posibilidad de sancionarlos si rompen con alguna ley del país, o si muestran falta de independencia.
También, las decisiones de los jueces pueden ser revisadas y enviadas a una cámara conformada por otros profesionales que no respondan a los esquemas políticos. Otro organismo que debe ser autónomo es la Fiscalía (porque es dependencia del poder ejecutivo y debe tener autonomía para poder llevar a cabo sus acciones). Hay que tomar en cuenta el Plan Sunai (Superintendencia Nacional de Auditoría Interna), como institución preventiva de instrumentación y apoyo a la Fiscalía.
La realidad del actual sistema de justicia es triste porque se han roto todos los canones de profesionalismo e independencia; de tal manera que se convierte en un brazo de legalización de cualquiera de las aberraciones que se leen a diario. No por nada, las sanciones de la OFAC recaen en manera importante sobre miembros del poder judicial, incluyendo a la fiscalía y al TSJ… que cuando dejó de ser CSJ perdió toda posibilidad de independencia… de hecho hay dos presidentes del TSJ buscados por la justicia de Estados Unidos.
El deterioro brutal que tuvieron las instituciones luego del 28J –el TSJ entre ellas- ha devuelto a la superficie una entidad transitoria que había quedado en el olvido que es el TSJ en el exilio, que se creó en las épocas del interinato. Eso es así porque será difícil que el nuevo gobierno elegido el 28J pueda tener gobernabilidad contando con un tribunal que perdió toda capacidad de independencia, asi como la confianza de propios y extranjeros… y esos dos atributos son esenciales para la calidad de cualquier sistema que pueda llamarse de justicia… eso, hoy en Venezuela, no existe.
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- EFE: Economistas opositores apuestan por restablecer relaciones con FMI para reflotar Venezuela. Las sanciones son «unas de las pocas razones por las que el régimen se ha sentado a negociar» y, de ampliarse ahora, también podrían servir como «mecanismo de presión» para conseguir «una transición ordenada, legítima y pacífica» (pero antes debe cambiar completo el estamento del chavismo, incluidas la AN de 2020 y el TSJ; de otra forma ni el FMI, ni ningún multilateral se arriesgará a apoyar… o bien el cambio es de fondo, o bien no será cambio)
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Lo que no fue noticia (y debería serlo)
- Que a estas alturas está claro que será muy difícil convivir con las actuales instituciones -AN, TSJ, CNE y FANB- por la falta de equilibrio que demostraron en este par de meses post 28J; y porque se inmolaron en una revolución que ya está perdida… casi nadie en las bases cree que con ella hay futuro. Siete millones votaron para que se vayan, y, al menos, un millón más, hubiera votado igual si se lo hubieran permitido… sin contar con los 4,5 millones de empadronados que estaban en el exterior
- O que algo ha cambiado en los apoyos internacionales al chavismo. Pedro Sánchez, Petro y Lula, ya no apoyan como antes… si bien son sapos del mismo pozo, reconocen que Maduro/ Diosdado son una relación tóxica… y cada día se pone peor. La salida de Edmundo fue la gota que rebalsó el vaso y eso no tiene vuelta atrás
- Ni que el tema eléctrico continúa siendo un problema para la población venezolana… en todas partes… Caracas y el interior. Hay que cambiar transformadores y no tienen los recambios; entonces canibalizarán tanquillas y sub estaciones, para afectar a los que tienen menos voz en favor de los que hacen más ruido. Así no vamos a ninguna parte… las cosas tienen que cambiar
- Tampoco que, en realidad, si no hubiera sanciones, el pueblo seguiría igual de mal… porque están así desde antes de las sanciones. El impacto de las sanciones está principalmente en la disponibilidad de recursos para la revolución que no se usan en favor del pueblo…
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