OPINIÓN

Vitrina Venezuela: Impulso a las empresas privadas y desaparición de empresas del Estado

por Benjamín Tripier Benjamín Tripier

El desarrollo económico vendrá, exclusivamente, del sector privado, y contará con marcos referenciales y de políticas públicas propuestos por el Estado. En las dos etapas anteriores ya debería haberse producido una “limpieza” de aquellas empresas, públicas y privadas, sin capacidad de sobrevivir, y para este momento, basados en ese aprendizaje, definir en qué sectores nos concentraremos y en cuáles no competiremos y sustituiremos por importaciones.

Considerando que la finalidad última de todo proceso económico es el bienestar del hombre, habrá que administrar las tasas, aranceles e impuestos, tanto de importación como de exportación, de forma tal que el gran beneficiario sea el consumidor, y evitando los procesos de protección que tanto daño nos han hecho, y nos han colocado en la situación de crisis en la que estamos ahora.

Ni sustitución de importaciones, ni exportación de excedentes. Debemos producir y exportar solo aquello en lo que tenemos ventaja, e importar todo lo que necesitemos, sabiendo que, a menos que obtengamos alguna ventaja competitiva, nunca dejaremos de importar.

Entendiendo que en las etapas anteriores se logró, o al menos se inició, el proceso de desinversión del Estado en todos aquellos campos propios de la actividad privada. Lo cual significa que hay reglas para proteger a la industria incipiente y a la incubación de proyectos, que no se conviertan en factores de alimentación artificial de empresas que no sean viables.

El proceso de cierre de empresas en mercados declinantes, y la creación de nuevas en mercados expansivos, es parte del ciclo vital y no debe considerarse responsabilidad del Estado, sino, o bien, incapacidad gerencial, o bien, inviabilidad económica. Cuando el Estado no interviene, sino como regulador y buscador de impuestos, y además, mantiene proporciones equivalente a países vecinos o de la región, entonces, la responsabilidad por el éxito o el fracaso es atribuible solamente al empresario.

Es de esperar que, con la experiencia vivida, nunca más vuelva a ver empresas del Estado, ni que el Estado participe distorsionando la economía en cualquiera de sus segmentos, producción, distribución, logística, comercialización y venta, mayorista y de detalle.

En las dos etapas anteriores ya se debe haber definido la manera en la que Venezuela administrará sus reservas de petróleo. Considerando que se decidió minimizar o eliminar la venta de materias primas sin valor agregado, en este caso petróleo crudo, deben consolidarse las bases para que las inversiones, casi siempre de largo plazo, sean atractivas y nos posicione en los nuevos mercados.

Debe estar claro el cambio de paradigma que se refleja en:

La explotación de la faja se abrirá en el doble propósito de petróleo extrapesado y de orimulsión, y las concesiones que se otorguen deben estar orientadas, en forma excluyente, a uno u otro propósito.

Mantener un marco jurídico y unas reglas de juego estable, serán las garantías de continuidad del negocio, y de la diversificación de mercados, tanto de cara dentro del país, como hacia el exterior.

Noticias destacadas

Lo que no fue noticia (y debería serlo)

Mail: btripier@ntn-consultores.com   Instagram: @benjamintripier    X: @btripier