OPINIÓN

Vitrina Venezuela: Impulsar el gas y otros hidrocarburos

por Benjamín Tripier Benjamín Tripier

Hasta ahora no se han podido concretar en términos operativos, las reservas de gas que aparecen registradas. Ninguno de los proyectos, desde el Cristóbal Colón hasta el gas doméstico y las bombonas para carro, han resultado de la forma que se esperaba.

No obstante, y considerando que el gas, ya sea asociado al petróleo o de reservas propias, es un tipo de energía más limpia y que debiera ser la energía primaria sobre la que se apoye la recuperación del sector eléctrico, habría que impulsarlo tanto o más que lo que se hizo con el petróleo.

Como decíamos antes, el PIB de un país se apoya en la electricidad, y la electricidad, a su vez, debería apoyarse en agua y en gas, que es nuestro caso.

Tanto el petróleo como el gas admiten agregación de valor a través de procesos de refinación que sustituyan la venta de productos crudos que, como decíamos antes, transfieren beneficios a los países clientes, donde se generan los empleos que podría tener Venezuela.

Para complementar, le pregunté a una máquina de inteligencia artificial (Phind-34b Model), ¿por qué el gas no es tan importante como el petróleo en Venezuela? Y contestó:

El petróleo es más importante que el gas en Venezuela debido a varios factores económicos y logísticos. A continuación, se detallan algunos de los principales motivos:

En resumen, el petróleo es más importante que el gas en Venezuela debido a los precios desfavorables del gas, la falta de incentivos económicos para su desarrollo, y la preferencia de los consumidores finales por no depender energéticamente de otro país. Además, la industria petrolera consume una gran parte del gas producido en el país, y hay oportunidades para reemplazar el gas en la producción de petróleo con otras fuentes de energía”.

La figura que se está usando en el caso de la relación con Trinidad/Tobago y Shell, donde acordaron pagar a Venezuela no menos del 45% de los ingresos brutos del proyecto de gas marino en el campo Dragón, debería hacerse extensiva al resto de los negocios relacionados con combustibles.

Tenemos que cambiar diametralmente nuestro modelo de negocios, como para actualizarnos y aceptar una realidad en la cual no tenemos el músculo que teníamos en la época donde Venezuela, sin deudas, era un titán del petróleo mundial.

Hoy somos un país pobre con hidrocarburos bajo tierra, que no puede sacar. Hay que abrir los ojos y arrancar de nuevo, pero en condiciones diferentes.

¡Las oportunidades están allí! Solo hay que desideologizarlas y ponerlas a funcionar… todo un país depende de eso…

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