OPINIÓN

Vitrina Venezuela: Hay que romper con el aislamiento y restaurar la confianza

por Benjamín Tripier Benjamín Tripier

Hoy, en Venezuela, estamos en una especie de burbuja sin que haya un contacto entre el sistema financiero interno y el exterior; en donde no puede haber transferencias al exterior desde un banco local, ni usar una tarjeta de crédito local en el extranjero. Estamos aislados y nada de lo que pase afuera nos puede llegar a afectar y viceversa.

Hay que romper con el aislamiento y restaurar la confianza, contando con algunas alternativas como la dolarización o, un cuasi equivalente, que sería un sistema multimoneda, lo cual requiere contar con una plataforma de reservas internacionales muy sólidas y estables… que no tenemos, y habría que construir.

El punto de partida incluye el conjunto de sanciones impuestas por el Gobierno americano al de Venezuela, que prácticamente le impide hacer transacciones de pago, cobro y crédito internacionales.

A lo que propongo las siguientes ideas:

La idea es tratar de rescatar el impulso que duró entre 2018 y principios de 2022, donde el estado se había replegado de la economía, y esa sensación había cambiado las expectativas, poniéndonos en modo esperanza y construcción, hasta tal punto que llegamos a fantasear con que “Venezuela ya se arregló”.

Pero uno sabía que eso no era políticamente sustentable, porque la revolución nunca iba a permitir un empresariado fuerte, y lo bloqueó… Para ellos, para el chavismo, el tema Carmona está tan fresco como si hubiera ocurrido ayer. Ellos no confían en los empresarios, así puedan poner escenas donde parezcan los mejores amigos…

Con esta segunda ola de sanciones americanas que no terminará con la eliminación de la GL 44, sino que seguramente se ampliará, se incrementa el costo del gobierno frente a la sociedad, especialmente a gran parte de la sociedad chavista que cree que nos están llevando por mal camino. Y creen que eso debe cambiar.

Lo económicamente razonable sería un nuevo repliegue del estado, aunado a una estrategia de venta o restitución de empresas tomadas por el chavismo, permitiendo que las fuerzas del mercado nos saquen del fondo donde nos encontramos.

Porque no hay que olvidar que las sanciones no son contra el sector privado, aunque nos afecten… Pero ya hemos encontrado la forma de poder convivir con ellas, aunque a un costo más alto… en dinero, y en las molestias asociadas.

Deberíamos lograr despegar a la política de la economía, buscando que, de esa manera, si hubiera una mínima reactivación (porque más que mínima no se puede), esta podría sacar de la pobreza a algunas personas. En estas condiciones de pobreza extrema, hemos notado que por cada punto que crece la utilización de capacidad instalada industrial, baja casi un punto la pobreza.

Y que el Estado replegado se dedique a desplegar masivamente un CLAP virtual que ayude a la mayor utilización de planta, y a promover cambios en la liberalización de la economía. Porque la separación de la economía de la política, hay que reconocer que se trata de una quimera; porque estamos en un modelo estatista, y porque la economía es una de las herramientas intrínseca de control.

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