OPINIÓN

Vitrina Venezuela: Formulando nuevas estrategias de comunicaciones

por Benjamín Tripier Benjamín Tripier

La experiencia que hemos tenido de comunicaciones de gobierno insultantes y agresivas, hizo que nacional e internacionalmente se perdiera respeto por las comunicaciones venezolanas. En una nueva etapa, luego del control de daños, mencionado en entregas anteriores, se pretende reposicionar a Venezuela en el concierto de los países serios, cuyas comunicaciones son tomadas en cuenta por su consistencia, pertinencia y objetivos claros y propositivos.

La sociedad venezolana agradecerá que la omnipresencia del Estado a la que nos habíamos acostumbrado, se mediatice y deje espacios comunicacionales libres para ser llenados por actores varios en los distintos ámbitos de la vida de un país.

Las redes sociales, la presencia casa por casa preguntando por inquietudes y necesidades, más los correos electrónicos personalizados con temas de interés; los videos explicativos o informativos por parte de múltiples actores institucionales, deben definitivamente remplazar la presencia diaria desgastante del Presidente de la República, cuya imagen deberá ser preservada solo para situaciones límites, o como actor político e institucional reseñado por las noticias.

Los medios del Estado deben ser “mayoristas de información”, cuyo producto sea distribuido a través de canales privados. Los medios públicos al detal han perdido credibilidad, y deben ser transformados en actores privados, con o sin fines de lucro.

Aunque por el perfil de esta nueva Venezuela no debería ser necesario resaltarlo, la libertad de prensa, de opinión y de pensamiento, debe estar garantizada por el Estado y solo limitada por las políticas editoriales de cada medio.

Siempre intentando visualizar una luz de esperanza al final del túnel; porque si bien hoy, mucha gente está dispuesta a entrar en el túnel aun sin la luz al final, en general lo hacen porque prefieren esa incertidumbre que la certeza de la infame realidad que les toca vivir.

No saben si en el túnel, habrá otro lado, y si ese destino será dentro de una Venezuela reformada, o, tristemente, saldrán al Darién, y de allí a otro calvario… todo, con tal de no seguir viviendo en la ignominia.

Triste destino para una patria cuyo destino merecería algo mejor… pero ojo… aún se puede rescatar… aún tenemos todo lo que hace falta para volver a levantarnos. Y en eso estamos… mismas.

Noticias destacadas

Lo que no fue noticia (y debería serlo)

Mail: btripier@ntn-consultores.com  Instagram: @benjamintripier  Twitter: @btripier