OPINIÓN

Vitrina Venezuela: Estilos gerenciales

por Benjamín Tripier Benjamín Tripier

La gerencia es una actividad realizada por seres humanos, y como tal, influenciada por sus características personales, como elementos determinantes de lo que se ha dado en llamar el estilo gerencial.

Aspectos tales como liderazgo y capacidad para negociar y armonizar, son parte de la personalidad y a su vez definen el estilo del gerente y sus posibilidades para obtener resultados con un alto nivel de desempeño.

Cada tipo de comportamiento gerencial genera un conjunto de relaciones y consecuencias que afectan la estructura, las prioridades y la calidad de la respuesta de una organización, cuyas características se constituyen en la contrapartida del estilo gerencial.

Para cada tipo de negocio, hay un estilo que maximiza resultados; el impacto puede variar si se trata de un tipo de negocio no estructurado (consultoría gerencial, publicidad creativa), o uno altamente estructurado (refinería o línea de ensamblaje).

Hay que identificar los componentes del negocio más vulnerables al estilo gerencial, pues son los que deben tenerse en cuenta al momento de definir el perfil del gerente, el cual está dado por las demandas de los procesos y principalmente por las características de la gente a ser gerenciada. Es diferente gerenciar a un alto nivel profesional que a un nivel de operario; a alta calificación técnica, que a aprendices; en un ambiente de trabajos repetitivos, que en uno de trabajos variables caso a caso.

El estilo personal tiene influencia en el estilo gerencial. La persona hiperactiva de poca paciencia y que quiere imponer la manera de hacer las cosas, versus aquella persona sosegada, paciente y que deja que cada quien resuelva de la mejor manera. El convencimiento de que el carácter fuerte es evidencia de liderazgo, versus el liderazgo basado en la orientación al logro.

El mejor estilo gerencial es aquel que logra los mejores resultados, pues su estilo coincide más frecuentemente con las situaciones a las que se enfrenta, y tiene la facilidad de adaptarse en los casos restantes.

Y así en general, se pueden perfilar estilos de personalidad, los cuales tienen diferentes efectos sobre los resultados. Cada tipo de personalidad tiene un tipo de trabajo para el cual sus aptitudes/actitudes son las adecuadas.

Por ejemplo, el tipo hiperactivo orientado a la tarea es bueno para las situaciones de transición/transformación en las cuales las sumas de cortos plazos (táctico) se hacen importantes; pero una vez que terminó esa etapa, ya su estilo no es el adecuado para gerenciar una actividad estabilizada.

Uno podría llegar a la conclusión de que, en cada etapa de la vida de un negocio, hace falta un estilo gerencial diferente.

Si cada gerente fuera consciente de su propio estilo y de cómo éste impacta en los resultados, entonces tendría la posibilidad de hacer los ajustes necesarios (a veces imposibles de lograr) para adecuarse al ambiente en el que se encuentra. El estilo gerencial es el componente del ambiente de trabajo que mayor influencia tiene (70% según Hay Group) sobre el ambiente y la motivación de la gente.

La manera de acotar la variabilidad que puede significar la diferencia entre un estilo y otro, es el reconocimiento de las cosas que deben ser hechas y de qué manera, evitando aquellas que no sean necesarias.

Parte importante del rol de la gerencia consiste en la jerarquización y priorización de cada aspecto de la actividad de un negocio. El no saber asignar la criticidad adecuada a cada necesidad, distorsiona las relaciones y en general lleva a una innecesaria conflictividad (stress) y eventualmente al fracaso.

La brecha que existe entre las demandas del tipo de trabajo y las características del gerente son el indicador de propensión al resultado de una organización.

Si el estilo coincide con el requerimiento, las condiciones están dadas para que haya resultados satisfactorios. En caso contrario, o sea cuando la brecha es grande, el gerente debe modificar su estilo, redefinir los elementos del trabajo, cambiar el sistema de organización o inclusive renunciar al trabajo.

El mejor estilo es el que funciona y en tiempos de transformación como los que vive nuestra América Latina es importante identificar la combinación de estilo gerencial con tipo de organización, que dará como resultado el éxito.

El gerente efectivo debe ser humano, benevolente y justo (Confucio).

Una guía de autoevaluación

La experiencia me muestra que cada vez que veo un caso exitoso, tiene detrás un gerente preocupado principalmente por la gente, asegurándose de que a los niveles más bajos haya otros gerentes, que se preocupen también por la gente. A continuación, presento algunas características del gerente exitoso:

Enfatiza en las políticas y procedimientos

Mantiene su independencia

Evita métodos autoritarios

Enfatiza la competitividad

Favorece el desarrollo personal

Alienta la participación en la planificación

Establece objetivos desafiantes

Promueve las iniciativas personales

Favorece nuevas ideas e innovaciones

Ofrece incentivos económicos prácticos

Se asegura un adecuado coaching

Alienta el pensamiento no estructurado

Establece los límites en las relaciones internas

Favorece el debate interno

Mantiene el equilibrio entre la autoridad y el debate

Estructura equipos ad hoc

Promueve el compromiso con el trabajo y con la empresa

Favorece a los más participativos y contributivos

Mide el resultado más que el esfuerzo

Favorece al que usa intensivamente los recursos tecnológicos a su alcance

Establece con claridad los resultados esperados y deja difusos los medios para lograrlo

Incentiva la comunicación en todos los sentidos

Evalúa en forma independiente el desempeño de los equipos del de sus integrantes

Negocia y enseña a negociar

Desalienta el juego político en favor de la relación cara a cara

Corrige cuando se equivoca y lo considera parte del trabajo

Evalúa basado en el pasado, el presente y el futuro con igual peso

Establece reglas en bases individuales

Reconoce la orientación al sí y los tiempos de respuesta dinámicos

Establece estándares basados en desempeño posible

Vincula cada asignación con el desempeño global del negocio

Valora la conciencia de costos y gastos, pero favorece la rentabilidad

Establece un buen sistema de reportes e información

Gerencia el cambio

Delega, delega y delega

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