OPINIÓN

Vitrina Venezuela: Elementos disruptivos

por Benjamín Tripier Benjamín Tripier

Hay una cantidad de elementos cuya evaluación depende del momento en el tiempo en el que uno se pare y la capacidad de proyectar a partir de allí. Antes de la existencia de Napoleón no se podía pensar que iba a dominar Europa, y por supuesto, tampoco que iba a dominar España; y que el rey de España habilitaría una línea de pensamiento sobre las colonias que llevaron a la independencia sudamericana.

Planificar antes o después de Napoleón hubiera dado resultados diametralmente opuestos; porque haberlo hecho antes no hubiera previsto la aparición de este personaje; y aun habiéndolo hecho después, no hubiera sido fácil considerar la influencia sobre España y sobre las colonias; así como tampoco la participación decisiva de Inglaterra y la salida de este mapa del que ocasionó estos cambios, que fue Francia… Que se quedó fuera.

Para nuestro caso, la re aparición de María Corina Machado, un personaje de perfil secundario quien, en menos de dos años asume el liderazgo opositor, cohesiona una oposición dividida, y consigue la alineación  y respaldo irrestricto de Estados Unidos, quien a su vez arrastra a Latinoamérica y la Unión Europea, no estaba en el mapa estratégico hasta, por lo menos, el año 2021, sino como una opción sin nombre y, principalmente, como una expresión de deseo mágico.

Situaciones como las explicadas nos dan la idea de que la consistencia y sostenibilidad de una estrategia, está amarrada a la capacidad de lectura prospectiva de las condiciones del entorno, cercano y no tan cercano.

¿En qué momento se volvió Napoleón disruptivo? ¿Al nacer, al entrar a la academia, al convertirse en un emperador, al invadir España o al alejarse a Elba? En el mismo orden de ideas, internet, el teléfono, el telégrafo, fueron capaces de cambiar la historia y darle un giro radical, el cual se contrapone a la percepción inercial de los hechos; o lo que es lo mismo que las cosas ocurran tal y como debería ocurrir.

Venezuela estaba en una bonanza hasta el fallecimiento de Hugo Chávez, momento en el cual cambia un conjunto de variables que permanecerán cambiadas durante un tiempo largo. Se pueden identificar siete elementos que cambian para enrumbar el país hacia un lugar distinto, produciendo un cambio con carácter casi estructural:

  1. Bajan los precios del petróleo
  2. La recesión en el país se vuelve estructural (se destruyeron los sectores productivos)
  3. El chavismo empieza a perder el apoyo popular (si las elecciones con Capriles hubiesen sido dos semanas después, las hubiera perdido)
  4. Se produce un cambio de tendencia, el chavismo a caer, y la oposición a subir
  5. La gobernabilidad afectada. Las órdenes no pueden ser cumplidas. Se da una orden y no hay manera humana que pueda cumplirse. Pueden dar un pequeño alivio pero sabes que no va a funcionar
  6. Deterioro de infraestructura y servicios. Accidentes en refinerías, afectación en el Parque Eléctrico
  7. Reputación del país cada vez más comprometida. Se van los inversores en transporte y se empieza a comprometer más profundamente la reputación del país

Entramos a un declive que años después nos están llevando a una situación que hace que el chavismo comience a actuar en reactivo e inicie una resistencia que lo debería llevar en el tiempo a una salida del Gobierno.

Muestras de este tiempo de  cambios es que todo es cada vez más desordenado, anárquico, de agitación, con desconcierto, con posibilidades latentes de violencia, a punto de llegar a una crisis.

Esperemos que, con todos los problemas y situaciones adversas que se presentan en este proceso electoral, de alguna manera se continúe en la tendencia gruesa de seguir el camino (más o menos) institucional de hacer las cosas bien, y el tan esperado cambio, finalmente se produzca sin los daños que una transición de este tipo pudiera generar.

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