OPINIÓN

Vitrina Venezuela: El modelo de comunicaciones del futuro

por Benjamín Tripier Benjamín Tripier

Aprovechando el día del periodista, quisiera compartir algunas reflexiones, partiendo de la base que las comunicaciones son un ámbito fundamental para cualquier país. Venezuela, que se ha caracterizado por su influencia política en esta área, debe revisar su estrategia comunicacional para hacerla más fresca, transparente y sin asumir ningún juicio de valor.

Desde el enfoque de optimismo y evolución, las acciones a tomar deben transmitir que el país atravesará una evolución para llegar a un estado de estabilización y transformación social, política, económica y tecnológica.

La primera etapa de esta no tan fantasía de cambio, será de reconocer y visibilizar la crisis económica y con potencialidad de conflictos sociales por aquello de la re estabilización de los sistemas de precios (que serán altos), y las nuevas inversiones en servicios públicos que se reflejarán en tarifas muy altas.

La única manera de atravesar este nuevo periodo de difícil gobernabilidad con apoyo social, será a través de una estrategia de comunicaciones que aliente a que la gente acompañe al Gobierno que asuma la responsabilidad de hacerlo, y lo apoye, así la situación no sea buena; siempre en el entendido de que hay un plan y que luego de esta etapa se retomará la senda del progreso, crecimiento y bienestar. Crear la conciencia de que siempre mañana todo será mejor.

Contar con un modelo de comunicaciones permitiría estandarizar, organizar y jerarquizar las comunicaciones dentro del Gobierno. Es de suma importancia ya que, dependiendo del mensaje que se quiera dar, los ciudadanos lo recibirán de buena o mala manera.

Al tener una base de modelo comunicacional, se deberá desarrollar una estrategia general de comunicación que se adecuará a los diferentes públicos: la empresa privada nacional, inversores extranjeros y, sobre todo, la población con sus diferentes clases sociales y condiciones.

El modelo se complementará con un plan estratégico de comunicación de Estado que definirá los objetivos específicos de manera interna y externa. Es importante mantener de forma organizada las comunicaciones para que sean eficientes y se pueda tener un mensaje claro y preciso que llegue a todas las personas.

El Gobierno deberá tener distintas estrategias para cada público segmentado, tales como relaciones públicas, la prensa, las redes sociales –que cambia parte de la cultura del venezolano- y la comunicación corporativa.

Asimismo, se deberán mantener buenas relaciones con los diferentes medios audiovisuales, radiales e impresos, sin censura ni leyes “resorte”, ni persecuciones al flujo de la información y la investigación periodística.

Los medios públicos (que se pagan con el presupuesto nacional) deben ser los mínimos indispensables para una política informativa del Estado, que no se transforme en propaganda. El peso importante debe recaer en los medios privados, quienes serán los responsables de sus propias editoriales y con un equilibrio entre lo que el medio cree y lo que la gente necesita, siempre respetando la libertad de expresión.

Por otro lado, las redes sociales se han vuelto un canal de comunicación e información para los ciudadanos, por lo que plataformas como Facebook, Instagram, Periscope y X, ayudarán a distribuir los contenidos importantes de cada institución pública y agilizar los procesos de retroalimentación de parte de cada ciudadano.

Con respecto a las comunicaciones internas en el Gobierno, deberán ser orientadas a lograr un buen clima organizacional y la alineación instrucción-resultado que haga que los tiempos de respuesta sean los más cortos y efectivos, así como el manejo de las crisis. Por ejemplo, aclarar los rumores polémicos, resolver inquietudes de los venezolanos, responder con rapidez ante cada pronunciamiento de algún actor de la opinión pública, entre otras cosas.

Como complemento al modelo de comunicaciones, debe desarrollarse una estrategia de salas situacionales para analizar y estudiar los eventos que pudieran ocurrir, por lo que la toma de decisiones será más rápida y efectiva si se previenen los problemas y se toman las recomendaciones dadas por los expertos y los comunicadores.

Al tener en cuenta el entorno donde se desenvuelve el modelo en Venezuela, que en su primera etapa será de turbulencia, las decisiones serán tomadas con mayor velocidad. Al empezar a construir las estrategias comunicacionales, se deberá tomar en cuenta los benchmarks para ver cómo han procedido otros países y mejorarlo. Así fue el caso de Colombia, que su imagen a nivel internacional eran el narcotráfico y las guerrillas y que, gracias a un nuevo enfoque en su plan comunicacional, pudieron explotar el turismo y quitar la mala reputación que tenía desde los años setenta.

Al tener en cuenta los benchmarks a seguir, se definen la meta general del modelo comunicacional y sus objetivos específicos, que estarán acordes a los lineamientos de la estrategia y las condiciones del país. Al cumplir cada objetivo paso por paso, se estará acercando cada vez más al objetivo general que se propuso inicialmente. Sin embargo, no hay que olvidar que en cada paso que se avance se deben transmitir los valores y principios que regirán la gestión de Gobierno.

En una estrategia más refrescada, habría que resaltar la imagen del país con compromiso al paso de una Venezuela próspera, que destile optimismo y confianza en el futuro, pero también responsabilidad de los ciudadanos para lograrlo.

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