OPINIÓN

Vitrina Venezuela: Desatar nudos

por Benjamín Tripier Benjamín Tripier

Para recuperar al país, primero hay que desatar los nudos críticos como una actividad de coyuntura con perfil estratégico, que servirá para destrabar las rigideces que nos impiden evolucionar, mientras un equipo estratégico trabaja a tiempo completo y con sentido de urgencia, en conjunto con la AN, cambiando los artículos de la maraña legislativa, para que acompañe el proceso de reinstitucionalización y de nuevo futuro.

Temas cambiarios, comerciales, de precios y laborales, deberán tener prioridad y se podrá avanzar vía decretos cuando las necesidades así lo indiquen. Los temas críticos que hay que abordar con carácter de urgencia son los siguientes:

Todos estos temas cruzan, trasversalmente, los distintos ámbitos públicos y privados; no obstante, en esta etapa habrá que darle urgencia y prioridad a la lista anterior. Hay que crear un equipo de respuesta rápida que maneje un tablero de control con visión integral, y con capacidad de ejecutiva del más alto nivel, que permita una sensibilidad y una sintonía fina en el manejo de variables, para evitar los conflictos y contradicciones que, muy probablemente, se presentarán.

Podría funcionar como una especie de staff al presidente, que no solamente lo mantenga informado, sino que, además, pueda contar con todo su poder de toma de decisiones.

El tema petrolero requiere de ajustes en muchas leyes orgánicas, entre ellas el tema de Pdvsa. No se sabe si queda algo para rescatar o si hay que liquidarla para formar una nueva compañía, porque la arruinaron. Terminó siendo una empresa “tóxica” con la cual operar, significaba un riesgo con la banca por las vinculaciones por lavado de dinero, corrupción y terrorismo.

La tentación por el facilismo de intentar rescatarla y llamarla “la nueva Pdvsa”, no evitará el daño reputacional que se refleja en la operatividad de negocios, y será más práctico arrancar una nueva empresa. Hay que aumentar la producción petrolera, alcanzar los 6 millones de barriles en diez a 15 años, principalmente apoyados en inversión extranjera, porque ni el Estado, ni la empresa, tienen los recursos para lograrlo por sí solos.

La capacidad de generación de empleo genuino que traerá la incorporación de las empresas venezolanas al negocio petrolero, se deberá a que no habrá una empresa estatal, sino que a partir de los yacimientos propiedad de la República, se asignarán cuotas de reservas a empresas privadas (nacionales, extranjera y principalmente pymes) que manejen el negocio, segmentándolas en producción, refinación, comercialización y servicios, ninguna de las cuales podrá participar en más de uno de los mencionados segmentos.

Al pasarse la inversión y la operatividad del negocio al sector privado, será necesaria la creación de un ente regulador que, no solamente certifique cada uno de los pasos, sino que controle y regule todo un proceso productivo dese el pozo hasta el cliente.

Se tratará de minimizar la exportación de productos crudos y buscar derivarla a refinerías de propiedad o asociación de las empresas venezolanas con los ajustes correspondientes en el alcance y profundidad de la tributación asociada.

El caso de Citgo (si logramos que siga siendo nuestra) deberá ser un caso testigo de la filosofía de evitar un Estado empresario, y se tratará de constituir un fondo del Estado, bajo administración privada, para el manejo de la operación. Ese fondo deberá tener propósitos definidos que eviten afectar los equilibrios internos que deberán ir lográndose de manera no rentista.  El caso Noruega sigue siendo una referencia para tener en cuenta.

Noticias destacadas

Lo que no fue noticia (y debería serlo)

Mail: btripier@ntn-consultores.com   Instagram: @benjamintripier    Twitter: @btripier