Para lograrlo, primero debe entenderse que hay dos niveles de solución: la táctica/coyuntural, que sirve para desatar los nudos, después de la cual se pueda avanzar sobre lo estructural para los aspectos de fondo.

Si uno considerara al consumo como la variable iniciadora, nos encontraríamos que el tamaño de nuestro mercado (reducido por la recesión y la emigración), no es suficiente para lograr una escala atractiva para las inversiones. Por ejemplo, el costo de construcción de una autopista normalmente se recupera a través de un peaje que está asociado al volumen y flujo de vehículos (particulares y de transporte de personas y carga) que transiten por esa vía.

Al estar en un país en recesión donde el número de vehículos disminuye, o bien habría que ajustar el peaje a un costo muy alto, o bien postergar el proyecto hasta que el país se reactive. Esto último se debe a que en esta primera etapa el Estado no contará con los recursos necesarios para financiar el proyecto, pues habrá múltiples frentes para invertir y la autopista no estará en las prioridades.

Para construirla, hace falta cemento, para el cemento hace falta electricidad, para la electricidad hacen falta plantas, redes y nuevas inversiones: lo que indica que entre las más altas prioridades se encuentra el tema eléctrico.

Sin embargo, cualquiera que sea el esquema de prioridades, siempre se basará en proveedores internacionales, los cuales requerirán de un ambiente de confianza para regresar al país o para ingresar por primera vez. Ese ambiente se logrará luego de llegar a un acuerdo de solución para los $ 19 mil millones que, para el 2018, Venezuela les debía a sus proveedores.

La idea es que en la primera etapa se diseñe y se elija a los posibles proveedores para que compitan entre ellos en cada sector, haciendo licitaciones y promoviendo inversiones. Como consecuencia de iniciar un proceso económico con los proveedores, ocurriría una libre circulación de bienes y servicios en el mercado.

Por eso es tan importante que el Gobierno llegue a acuerdos para que la empresa privada funcione por sí sola, limitándose a participar en roles de control y evitar competir con los demás, pues cuantas más actividades económicas estén en manos de entes gubernamentales, más corrupción habrá en la economía.

Aunque no saldremos de esta crisis sin la inversión extranjera, tampoco lo haremos sin la inversión nacional, la cual para participar deberá competir en igualdad de condiciones y para buscar alianzas y asociaciones, solo en el caso que la sinergia de negocios privilegie esa opción.

De ninguna forma se debería condicionar a la inversión extranjera a la incorporación de socios locales; incluso la empresa venezolana debería estar abierta a la posibilidad de que el inversor extranjero pueda comprar acciones de la empresa y expandir el mercado y mejorar su tecnología, sin que eso afecte la tradición nacional.

Como decíamos, el tamaño del mercado interno venezolano no es capaz por sí solo de salir de la recesión, por lo que la única forma es ampliarlo y estimular el consumo y la demanda de la región. Para eso, habría que identificar los puntos fuertes del país, para ingresar en la cadena de valor de la competencia internacional.

Por ejemplo, en la industria automotriz, el proceso de ensamblaje debe contener distintas piezas para construir un carro, como las cajas CKD con piezas cruzadas. Esas cajas, originalmente, se pudieron haber armado en México, Argentina o Estados Unidos, por lo que contribuyeron al producto final, donde, en Venezuela, podrían incorporarse elementos de fabricación local para completar el 100% del vehículo.

Esa agregación de valor podrá ser, o bien para los vehículos que se consuman en el país, o bien para incorporarse a la cadena de valor y que se ensamble en otro país. Por supuesto, se necesitarán repuestos que estén acorde con la pieza original, por lo que se tendría que preparar la cadena para que eso sea posible.

Tal vez Venezuela deba concentrar su esfuerzo en la fabricación de alguna parte o pieza del vehículo, el cual genere valor verdadero y exporte a aquellos países donde el ensamblado sea competitivo (la escala de operación en Venezuela es relativamente baja). En contrapartida, debería liberar la importación de carros terminados y así evitar encarecer un bien que debería ser accesible con precios razonables para toda la sociedad.

En ese orden de ideas, el objetivo sería que, en vez del ensamblaje, se concentre el esfuerzo en la fabricación de aquellas áreas donde la especialización pueda dar una diferenciación competitiva, tal vez en puertas, techos y carrocería para exportar y, con las divisas recaudadas, se pudiera disminuir los aranceles e impuestos a la importación de automóviles.

Así hizo Chile que, aunque no sabía nada sobre esa industria, importan los mejores vehículos con aranceles muy bajos. Si bien la política pública depende de las estrategias de gobierno, la toma de decisiones de negocios deberá depender de la gerencia privada nacional, regional o global, la cual encontrará el mejor camino para saber en qué negocio estar o no estar.

Por otro lado, en el proceso de reactivación del país, el factor fiscal y tributario es muy importante. Ya sea como estímulo o freno a las inversiones y al consumo. El impuesto al patrimonio y a la actividad económica para las inversiones, además del IVA para el consumo, deberán encontrar el equilibrio entre la voracidad fiscal y el incentivo a la actividad económica.

Noticias destacadas

  • Efecto Cocuyo: Empresarios se reúnen con directiva de la AN de 2020 para discutir elecciones presidenciales. Participaron miembros de Fedecámaras y Consecomercio, entre otras organizaciones (bueno… ya quedaron entrampados… si luego de eso no se reúnen con la Plataforma Unitaria y con María Corina, mostrarán una preferencia electoral que los sacará de foco).
  • Contrapunto: «A mí no me gustan las elecciones en mayo, pero si son en mayo vamos, Maduro igual va a perder» afirma Antonio Ecarri (cuanta inocencia y fantasía… si no van todos unidos encolumnados con MCM, Maduro tiene la victoria asegurada… si eso ya lo saben… ¿entonces?).
  • El Mundo:
    • Maduro busca fecha y rivales para sus elecciones. El chavismo crea oponentes semidesconocidos para darle un barniz democrático a la votación.
    • La revolución bolivariana reeditó ayer una nueva versión de la Mesa de Diálogo Nacional con la falsa oposición para allanar el camino a unas elecciones presidenciales amañadas de antemano.
    • Entre todos los presentes, si se incluyera a Nicolás Maduro, apenas superaban el 21% de los apoyos nacionales, según la encuesta realizada en enero por Polianalítica.
    • Y, en cambio, quien lidera todas las encuestas y la única que pasó con el 92,6% de los votos unas elecciones primarias, no acudió a la cita. No estaba invitada ni era bienvenida. Tampoco lo hicieron los firmantes, junto al gobierno, del Acuerdo de Barbados.
    • «Alerto sobre esta burda manipulación que reitera la violación del Acuerdo de Barbados», subrayó María Corina Machado. La candidata opositora volvió a recibir el respaldo de la oposición democrática, que a través de un comunicado de la Plataforma Unitaria calificó la reunión como improcedente y cuyo objetivo es distorsionar el proceso electoral.
  • Financial Times: El “desmoronamiento” del acercamiento entre EEUU y Venezuela ha incidido en los inversores.
  • Tal Cual (análisis): Regreso de sanciones no cambiará panorama de inversiones, pero disminuirá renta petrolera.
  • El País. Bukele expande su poder en El Salvador: nace la era del partido y el líder únicos. AFP: Bukele consolida un poder absoluto en El Salvador (bueno…no hay dictadores buenos o malos; porque los que arrancan así, pareciendo buenos, van transformándose hasta convertirse en malos … o sea que, dictador es dictador y no hay desfiguración semántica que lo oculte… esperen y verán… pobre país pobre).

Lo que no fue noticia (y debería serlo)

  • Que en cada país donde hubo protestas a favor de MCM, este fin de semana, hubo al menos un venezolano liderando el movimiento. Todo indica que en el comando de MCM, deberían formalizar el nombramiento de “puntos focales” que puedan articular la campaña para recuperar los apoyos internacionales que supo tener Guaidó. Hoy la “pelea” es más afuera que adentro.
  • O que el frente político más fuerte que debe enfrentar Maduro está entre sus propias fuerzas, más que en la oposición. Tal vez la conseja de tener el enemigo “más cerca”, se le pueda haber convertido en un riesgo. Y tal vez a eso se refiere cuando habla de ganar “por las malas” … tal vez se refiere a la interna que subliminalmente se está jugando dentro del chavismo. ¿Habrá un próximo TEA? Conversando con un chavista tradicional, me decía que ellos estaban preparados para perder las elecciones, porque estaban convencidos de que, a la vuelta de un tiempo, las volverían a ganar y recuperarían el poder. Bueno … no todos en el chavismo tienen ese espíritu democrático… y menos los que hicieron cosas malas y temen ser juzgados por eso.
  • Ni que la pregunta que uno se hace es si Venezuela resistirá otro período de gobierno del chavismo, cuando ya el país está al borde del desmoronamiento económico y moral. Donde los valores se han subvertido y los principios de decencia y honestidad ya casi se han perdido. Porque la reinstalación de las sanciones, pareciera que pueden convertirse en la gota que derrama el vaso.
  • Tampoco que el liderazgo empresarial se acercó tanto al gobierno, que ya fue arrastrado a la contienda electoral, en una reunión de alta parcialización política; y a partir de ese evento parecerá que “los empresarios” están de acuerdo con esa situación, la cual, para colmo, no es nueva… es una reedición de “la mesita” que colocó a sus miembros en una situación incómoda que hasta hoy no han podido superar; para siempre ellos seguirán siendo “la mesita”. Aún no es tarde para tomar una sana distancia protectiva.

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