OPINIÓN

Vitrina Venezuela: Con Colombia debemos encontrar nichos de complementación

por Benjamín Tripier Benjamín Tripier

La posible apertura de la frontera con Colombia ha ido despertando reacciones de todo tipo en el mundo económico y empresario venezolano. Desde los que están alentándolo por considerarlo una bendición, hasta los que están en contra por considerarlo una amenaza. Y sin duda, los dos tienen razón, aunque habría que quitar ambas palabras: bendición, y amenaza.

Porque en realidad se trata de asumir un enfoque pragmático que nos permita anclarnos a una economía mucho más sólida que la nuestra, con una cultura empresaria estable y conocida por nosotros; y, lo más importante, con una llegada limpia al resto del mundo, porque ellos no están sometidos a los vaivenes de la ideología de izquierda que nos gobierna hace tiempo, y que nos pone a enemistarnos con todos aquellos que eran nuestros mercados naturales.

Y ya que toqué el tema político –muy influyente en Venezuela- habría que hacer una apuesta positiva para que la política no se meta también en el lado colombiano, porque eso sí sería grave: que en vez de que ellos nos induzcan un ambiente de negocios, nosotros les induzcamos un ambiente de conflictividad política a sus negocios. Con Petro no se sabe lo que va a pasar en términos de intervencionismo, pero podrían tener mejor suerte que nosotros y dejar a los negocios fuera de su izquierdismo.

Tenemos que evitar que se reinvente la rueda todos los días, pues en los negocios que ya están maduros en forma global, se dificulta encontrar localmente un espacio no explorado. No es imposible, es sólo difícil. Por eso es tan importante reconocer las ventajas competitivas del país o región, y apoyar las iniciativas de negocio en esas potencialidades. El esfuerzo debe concentrarse en los espacios que nos ofrezca mayores oportunidades competitivas.

Turismo, puertos de entrada al continente, desarrollos aguas abajo de algunos renglones de la minería y producción de electricidad en todos sus segmentos son algunos de los nichos estratégicos conocidos que pueden explorarse.

Posiblemente haya otros que aún podemos identificar y desarrollar. Y de eso se trata la competitividad; de sacar el máximo provecho a la información, para elaborar en forma innovativa alrededor de los recursos intelectuales primero y físicos después con los que se cuenta.

En todo caso, habrá que trabajar duramente en la readecuación de los recursos (los humanos como prioritarios) de infraestructura, mientras en paralelo el sector privado reacomoda sus fuerzas. La velocidad es muy importante, pues el deterioro que llevamos sigue avanzando, y hay que frenarlo, y comenzar a empujarlo para el otro lado: reconstruirnos y crecer.

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