OPINIÓN

Vinculación cristiana con la masonería

por Esteban Oria Esteban Oria

Con motivo de la Semana Santa he querido compartir este artículo de un estudio sobre los antecedentes basado en las piezas más antiguas conocidas de los llamados masones operativos.

La masonería tiene su principio en los antiguos manuscritos masónicos (900 a.D. – 1.500 a.D. EV), que por la naturaleza de su contenido los vincula a una raíz bíblica.

En un principio los masones se agrupaban en gremios de constructores de edificios generalmente vinculados con el rey y la Iglesia. En aquel tiempo la autoridad religiosa era católica, con el tiempo sería anglicana, así que los masones en ese entonces eran conocidos como los albañiles, su trabajo no se diferenciaba del de otros, estaban asociadas en gremios de constructores o albañiles. También en ese tiempo los trabajos estaban asociados a la religión, se diría que el principal contratista de los masones era la Iglesia Católica.

Los masones eran diestros con la regla y el compás, lo que hoy en día es de uso común lo contrario en ese tiempo del medioevo estos instrumentos eran muy sofisticados, se usaban en la elaboración de planos y cálculos. Un paralelismo en nuestro tiempo sería como manejar en el computador un programa de cálculo de construcción o arquitectura, así que estos artesanos especializados tenían generalmente el trabajo de edificar y construir las iglesias, se trata de las conocidas catedrales que vemos en España, Francia e Inglaterra, así que debido a la naturaleza de su cargo tenían una especie de inmunidad en el sentido que poseían el privilegio de pase franco, lo que les evitaba el peaje de las alcabalas entre feudos. Así que al requerirse el servicio de un masón en determinada iglesia, distante y cuyo trayecto significaba transitar entre diferentes condados, esto no era problema para los masones.

Los masones instalaban sus logias en las inmediaciones de la construcción, así se llamaba al taller, que era donde ellos organizaban el trabajo, e incluso enseñaban. Se sabe que internamente operaban con un maestro y sus aprendices, y que se obtiene la carta de trabajo a través de la jefe del gremio de artesanos, que es en lo que la actualidad sería como el Gran Maestro. Observen que hay una semejanza con la actual forma de funcionar de las logias, porque lo que hoy se conoce como masonería es herencia de lo que ayer era conocido como masonería operativa. Así que en dichas logias se daban instrucciones y enseñaban a los aprendices sobre las diferentes artes que tenían que dominar para convertirse en maestro masones o albañiles.

Se tiene información sobre el origen de las primeras logias masónicas en antiguos manuscritos. Los primeros documentos masónicos se conocen entre 1400 y 1500, llamados poema de Regius. El poema comienza describiendo cómo Euclides calificaba la albañilería como «geometría» para el empleo de los hijos de la nobleza en el antiguo Egipto. Luego relata la difusión del arte de la geometría en su documento «tierras de conductores». El poema relata cómo el oficio de albañilería fue llevado a Inglaterra durante el reinado del rey Athelstan (924–939). Cuenta cómo todos los albañiles de la tierra acudieron al rey en busca de dirección sobre su propio buen gobierno, y cómo Athelstan, junto con la nobleza y la nobleza terrateniente, forjó los quince artículos y quince puntos para su gobierno. Esto es seguido por quince artículos que debe seguir el maestro sobre el comportamiento de la moral, mencionamos algunos (no albergue a ladrones, no acepte sobornos, asista a la iglesia regularmente, etc.) y también artículos sobre la gestión del trabajo en un sitio de construcción (no haga que sus albañiles trabajen de noche, Enseñe a los aprendices correctamente, no asuma trabajos que no puede hacer, etc.). Hay quince puntos para los artesanos que siguen un patrón similar. Las advertencias de castigo para quienes infringen las ordenanzas van seguidas de disposiciones para las asambleas anuales. Sigue la leyenda de los Cuatro Mártires Coronados, una serie de aforismos morales, y finalmente una bendición.

El manuscrito Matthew Cooke es el segundo documento antiguo. Se inicia después de una oración inicial de acción de gracias, el texto enumera las Siete Artes Liberales, dando prioridad a la geometría, que equipara con la mampostería. Sigue la historia de los hijos de Lamec , expandida del Libro del Génesis. Jabal descubrió la geometría y se convirtió en el Maestro Masón de Caín. Jubal descubrió la música, Tubal Cain descubrió la metalurgia y el arte del herrero, mientras que la hija de Lamech, Naamah, inventó el tejido. Al descubrir que la tierra sería destruida ya sea por fuego o por inundación, inscribieron todo su conocimiento en dos pilares de piedra, uno que sería impermeable al fuego y otro que no se hundiría. Generaciones después del diluvio, ambos pilares fueron descubiertos, uno por Pitágoras y el otro por el filósofo Hermes . Las siete ciencias fueron transmitidas a través de Nimrod, el arquitecto de la Torre de Babel, a Abraham, quien las enseñó a los egipcios, incluyendo a Euclides, quien a su vez enseñó albañilería a los niños de la nobleza como una disciplina instructiva. El oficio se enseña luego a los hijos de Israel, y desde el Templo de Salomón encuentra su camino a Francia, y desde allí a la Inglaterra de Saint Alban. Athelstan ahora se convirtió en uno de una línea de reyes que apoyan activamente la mampostería. Su hijo menor, sin nombre aquí, es presentado por primera vez como líder y mentor de albañiles. Siguen nueve artículos y nueve puntos, y el documento termina de manera similar al Regius

En el tercer manuscrito de Dowland la historia es similar a la del manuscrito Cooke. En este caso se nos dice que los primeros cargos proceden de las instrucciones de Euclides sobre los hijos de los señores egipcios. El Maestro Masón en la construcción del Templo de Salomón es un hijo del rey Hiram de Tiro llamado Avnon. Nuevamente, la masonería se difunde desde el Templo y entra en la Inglaterra de Saint Alban desde Francia. La ciencia sufre en las guerras posteriores a la muerte de Alban, pero se restaura bajo Athelstan. Su hijo, ahora llamado Edwinne, es el experto en geometría que obtiene el estatuto de su padre para una asamblea anual de albañiles, que debería «renovarse de Kinge a Kinge». La asamblea bajo Edwin se identifica por primera vez como ocurrida en York. Los artículos y puntos ahora se reemplazan con una serie de cargos, en forma de juramento.

El manuscrito Gran Logia 1 se le conoce a mediados de 1500. Dentro de este manuscrito encontramos a un curioso albañil llamado Naymus Grecus, que había estado en la construcción del Templo de Salomón, y que enseñó albañilería a Charles Martel antes de convertirse en rey de Francia, trayendo así la albañilería a Europa.

Y así sucesivamente la masonería se ha ido construyendo a través de antiguos documentos que hacen referencia a pasajes de la Biblia. El requisito de que cada nueva admisión se jurara a los Cargos Antiguos en la Biblia.

Se tiene la impresión de que la masonería operativa deja de funcionar entre un periodo en el que la innovación tecnológica y la formación universitaria hizo a un lado el trabajo de los albañiles, probablemente entre 1500 y 1600; sin embargo, su esencia perduró a través de las llamadas logias de aceptados, que eran una especie de sociedades secretas conformadas por algunos masones operativos e invitados con interés en conocer del trabajo de los masones, generalmente acudieron intelectuales, eruditos y cortesanos, fue de ese modo que las logias pasaron de ser guildas a prácticamente clubes de conversación y discusión cerrados, el hermetismo de la masonería operativa se traslada a las nuevas logis, en su interior las logias celebraban  debates sobre temas de interés, una historia  para compartir fue la visita que hizo Mozart a Praga, el famoso compositor era un francmasón y durante su estadía fue homenajeado por la aristocracia que mayoritariamente eran masones, estuvo alojado en en el palacio del conde Johann Joseph Thun, jefe de una respetada familia aristocrática cuyos miembros eran destacados masones praguenses.

La cantata de Mozart, titulada Die Maurerfreude- Alegría Masónica, fue estrenada en 1785 en la logia vienesa de La Esperanza Coronada en homenaje al geólogo Ignatz von Born con motivo de su condecoración por el emperador José II, uno de los representantes del despotismo ilustrado. Así que esta masonería nacida de las entrañas de la masonería operativa operaba fundamentalmente a un nivel intangible, ya no se construían iglesias ni catedrales, pero en su lugar se aspiraba a construir un mejor ser humano.

Luego, el 4 de junio de 1717 se reúnen cuatro logias de Londres en la taberna El Ganso y la Parrilla y forman la primera Gran Logia “Especulativa” (Kaplan D., 2014, “Freemasonry as a playground for civic nationalism”), cuando la primera Gran Logia cobró impulso, el reverendo James Anderson fue comisionado para digerir las «constituciones góticas» en una forma más comprensible. El resultado, en 1723, fueron las primeras constituciones impresas. Si bien las constituciones manuscritas continuaron utilizándose en logias no afiliadas, su condensación impresa las vio morir a finales de siglo. La introducción de Anderson anunciaba una historia de la masonería desde el comienzo del mundo.

Si bien existen más de 100 “constituciones” de manuscritos, los documentos que detallan el ritual real son mucho más raros. El primero, que data de 1696, es el manuscrito Scottish Edinburgh Register House [MS], que da un catecismo y una cierta cantidad de ritual del aprendiz ingresado y una ceremonia de Fellow Craft. Fue nombrado después del edificio en el que fue descubierto, que alberga los Archivos Nacionales de Escocia. El manuscrito del Trinity College, descubierto en Dublín, Irlanda, pero que es claramente de origen escocés, data del año 1710, es sustancialmente el mismo en contenido. El Airlie MS recientemente descubierto con fecha de 1705 es, por lo tanto, el segundo ritual de cantero escocés más antiguo conocido.

Aunque se los denomina rituales, estos manuscritos también son memorias auxiliares u “hojas de instrucciones”. Por lo tanto, tienen tres funciones, pero, para facilitar la referencia, se describen comúnmente como «rituales». La importancia de estos tres rituales radica en el hecho de que son de origen escocés, se basan en las ceremonias utilizadas por los albañiles escoceses y que son anteriores a la existencia de cualquier Gran Logia Colectivamente se les conoce como la “Escuela Escocesa”.

Se presume que estos rituales provienen de una logia de albañiles operativos, este documento contiene muchas características del ritual especulativo. Aclamado como el ritual masónico más antiguo del mundo, el manuscrito de la Edinburgh Register House de 1696 comienza con un catecismo para demostrar que una persona que tiene la palabra es realmente un albañil. Entre otras cosas, se espera que la persona que solicita la entrada nombre su logia como Kilwinning, atribuyendo el origen a la Logia Madre Kilwinning en Ayrshire. La primera logia se atribuye al pórtico del Templo del Rey Salomón, y la forma de la logia se describe en una sesión de preguntas y respuestas, la forma de las respuestas a menudo es muy alegórica. Una nave artesanal. Se espera que sepa y explique un abrazo masónico llamado los cinco puntos de comunión. La segunda mitad del documento describe todo o parte de un ritual de iniciación como la «forma de dar la palabra albañil»

El manuscrito de Graham, que data de alrededor de 1725, ofrece una versión de la leyenda del Maestro Masón en desacuerdo con la que ahora se transmite a los maestros masones modernos, esta versión involucra a Noah (Noé el del Arca en el viejo testamento) en lugar de Hiram Abiff. El manuscrito de Graham parece haber sido escrito en 1726. El documento está encabezado Toda la Institución de la Masonería libre abierta y probada por la mejor tradición y todavía alguna referencia a las Escrituras. A continuación se realiza un examen, en la forma del tipo de catecismo de preguntas y respuestas visto en los rituales anteriores. En lo que parece ser el examen de un Maestro Masón, el respondedor relata lo que los albañiles modernos reconocerían como esa parte de la leyenda de Hiram Abiff que trata sobre la recuperación de su cuerpo, pero en este caso el cuerpo es el de Noé , desenterrado por sus tres hijos con la esperanza de aprender algún secreto, y la palabra del albañil se deriva crípticamente de su cuerpo podrido. Se menciona a Hiram Abiff, pero solo como el maestro artesano de Salomón, inspirado por Bezalel , quien realizó la misma función para Moisés. La tradición de derivar la masonería de Noé parece ser compartida con Anderson, quien también atribuyó la masonería primitiva a Noé en sus constituciones de 1738.

El eminente masón William Hutchinson en su libro El espíritu de la masonería (1775), recibió el título de «padre del simbolismo masónico». El libro obtuvo la sanción de la Gran Logia de Inglaterra y pasó por nueve ediciones durante su vida. Según Hutchinson, los masones hemos descubierto el conocimiento de Dios y su salvación, y hemos sido redimidos de la muerte del pecado y el sepulcro de la contaminación y la injusticia. El Maestro Masón representa a un hombre, bajo la doctrina cristiana, salvado de la tumba de la iniquidad y elevado a la fe de la salvación.

Bien, espero haberles ilustrado suficiente sobre el valor de la cristiandad en la masonería. Nos seguimos leyendo hasta una nueva entrega en El Nacional.

@estebanoria