José Humberto Hernández salió de su casa aquel día montado en su bicicleta, le gustaba bromear con sus familiares y amigos que no necesitaba carro ni estar pasando penurias en el transporte público. «Con la bicicleta resuelvo», les decía.
Estaba por finalizar el mes de marzo de 2016 y José Humberto con 62 años a cuestas se dirigía a su trabajo. Era vigilante o guachimán, como acostumbran a decir a quienes trabajan resguardando alguna vivienda, empresa o lugar; en su caso era el vigilante del Aeroclub de Barquisimeto.
Sus nietos le preguntaban por los aviones y siempre respondía con historias fantásticas de su lugar de trabajo.
Aquel día no había visto nada extraño ni diferente. Subir y bajar la cadena para que los carros pudieran entrar. Saludar a los clientes habituales y ver salir a las aeronaves le hacían creer que era otro día común y corriente.
A José Humberto Hernández le cambió la vida de la noche a la mañana, una frase que suena tan trillada pero que en su caso era tan real.
Sin saber cómo ni por qué, fue detenido por una comisión de los cuerpos de seguridad de la tiranía. Así, sin explicaciones como suelen comportarse los esbirros al puro estilo de la SS de la Alemania nazi. Lo habían llamado a declarar. No tenía nada que temer, le dijo a sus familiares.
Golpes, empujones y con amenazas de muerte lo desaparecieron por un par de días. Su familia no sabía nada, tuvieron que hacer el recorrido de la humillación por todos los centros de detención de la ciudad.
“Se llevaron hasta la bicicleta”, contaba una de sus hijas.
4 años, 11 meses y 23 días después y en el mismo mes de marzo, José Humberto Hernández murió en una cama del Hospital Central Antonio María Pineda de Barquisimeto. “No quiero regresar a Uribana”, le dijo a sus familiares quienes durante 1.822 días lucharon contra el satánico sistema judicial venezolano para que lo trasladaran al centro de salud donde al final murió.
El traslado llegó tarde, como todo en Venezuela.
No regresaría a Uribana.
A los jueces y fiscales del Ministerio Público que conocían su causa no les importó que la Comisión Interamericana de Derechos Humanos otorgara medidas cautelares a su favor en enero de 2021 al considerar que José Humberto Hernández estaba «en una situación de gravedad».
José Humberto Hernández, otra víctima de la impunidad
Twitter: @andcolfa
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