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Vente Venezuela constituye un clásico partido de derecha

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en México María Corina Machado Duque

En Venezuela a lo largo de un siglo se han fundado, se han mantenido y se han extinguido una larga lista de partidos políticos. Todo ellos de inspiración social demócrata, social cristiana, socialistas. Hasta ahora ninguna organización se había declarado a sí misma como una clásica representante de la derecha, como se ha juramentado frente al mundo la organización Vente Venezuela. En España tenemos al PP, entre otros; en Argentina hay por lo menos 40 partidos de derecha entre nacionales y regionales. En Chile sucede lo mismo, la derecha chilena es ordenada, perseverante. Eso de ser conservador, liberal o neoliberal nunca estuvo en la mente de nuestros principales dirigentes. En Brasil la presencia de Bolsonaro es demostrativa de ese pensamiento ultra. El Partido Conservador de Margaret Thatcher perfiló claramente las formas de gobierno neoliberal que ella defendería agresivamente.  Sus políticas económicas fueron famosas. A los sindicatos ni agua.  La protección a la empresa privada en desmedro del gasto social no dejó dudas. Bolsonaro, por su parte, jefe del Partido Liberal, anteriormente Partido de la República se caracterizó por una forma supra conservadora que lo llevó incluso a afirmar que la pandemia covid-19 no existió. Milei jefe del Partido Libertario y parte de la alianza La Libertad Avanza ha expresado en frases contundentes y escandalosas maldiciones y ofensas contra toda forma de política social y absolutamente despreciables,  sus palabras están llenas de improperios con relación a las otras candidaturas a la presidencia de Argentina. Sus imprecaciones, vulgaridades y ofensas recorren todos los diarios del mundo. Rodolfo Hernández Suárez, jefe del partido Liga, en Colombia,  forma parte del enjambre de partidos claramente de derecha que se entrecruzan a lo largo de todo el continente americano.  Los estatutos del Partido Popular en España así como los estatutos de Voz nuevamente dan pistas claras al tipo de pensamiento y tipo de gobierno que eventualmente ejercerían de llegar a la primera magistratura de su país. Son todos ellos de un enfoque conservador enemigo acérrimo de todo avance social, de protección al trabajador y de igualdad entre la gente. El Partido Republicano en Estados Unidos forma igualmente parte de la derecha mundial y su forma de gobierno con Trump a la cabeza es ampliamente conocida. El Partido Liberal de Australia y la Unión Cívica Húngara con su ataque despiadado a la igualdad de géneros, a la inmigración, a los derechos de los trabajadores a cobrar horas extras, a los sindicatos son escándalos que se suceden permanentemente. Su forma de pensamiento no admite siquiera aquella frase de “Tanto mercado como sea posible, tanto Estado como sea necesario”. Su ideología conservadora en materia de familia, de propiedad, de religión ahoga generalmente todo avance de la políticas sociales dirigidas a ofrecer igualdad de oportunidades  a toda la población. Funcionan como los cochinos en la obra de Orwell: “Todos somos iguales, pero hay unos más iguales que otros”. La ultradefensa de la propiedad privada, la defensa mortal de la libertad de empresa, la adoración a la mano invisible del mercado (mano que generalmente se evidencia y se hace absolutamente visible), sumada a la reducción del gasto público en desmedro de la salud, la educación, los servicios y la seguridad es archiconocida. No creo que Vente Venezuela llegue al extremo de eliminar el Banco Central como promete Milei, pero lo que sí es cierto es que anuncia la privatización de Pdvsa en cada esquina y  cada día.  Permítanme separarme de aquellos que piensan que el negocio petrolero debe estar 100% bajo el dominio del Estado, o en todo caso nunca por debajo del 51% de las acciones a propósito  de las empresas mixtas o asociaciones de negocios. Una cosa es una cosa y otra cosa es otra cosa. En la formación de empresas para explorar, extraer, transportar, refinar y en toda actividad petrolera, seguramente, en algunos casos Venezuela tenga la mayoría de acciones, pero en otras empresas no podrá ser así, sobre todo en materia de avances tecnológicos y científicos que nosotros no tenemos. Sin embargo, defiendo la idea de que la administración en su mayoría quede en manos del sector privado nacional e internacional dado que su experiencia en el manejo de la industria del oro negro es ley. Ya lo hicimos con Chevron. Basta citar que el mejor negocio del mundo es una empresa petrolera bien manejada  y el segundo gran negocio es una empresa petrolera mal administrada. En este aspecto Vente Venezuela ha afirmado una y otra vez que la privatización significa la venta de 100% de Pdvsa al sector privado de manera tal que la nación no recibirá ni un dólar por venta de petróleo sino por los diversos tributos de impuestos y regalías.

Una última consideración en caso de que la abanderada de Vente Venezuela alcance la presidencia. Gobernar con la Asamblea Nacional de 250 diputados contra 20 y la posibilidad de que semanalmente sean interpelados los ministros y eventualmente sometidos a un voto de censura, con la existencia de un TSJ totalmente asociado al gobierno, con 20 gobernadores y 200 alcaldes, con un partido como el PSUV que existe en cada rincón, el fiscal, contralor y defensor alineados del lado rojo y una Fuerza Armada que ha estado bajo el bombardeo ideológico por más de 20 años no  es exactamente un lecho de rosas y una bebida acaramelada. Si queremos cambiar de gobierno y tener una transición en paz, no es exactamente con el triunfo de un partido de derecha que lo podemos alcanzar. Se trata de que una victoria opositora tenga la posibilidad de gobernar en una transición pacífica como en Chile, Polonia, Suráfrica y tantos otros lugares. Y eso no sucederá pidiéndole a los rojos que se rindan “por su propio bien” Y finalmente, concluyo que un partido de derecha tiene todo derecho a existir y a promover sus ideales.

@eduardo_semtei

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