Venezuela terminará 2019 con una contracción económica de 35%, según el último World Economic Outlook del Fondo Monetario Internacional –desde 2016 las recesiones han sido de 2 dígitos, siendo la más profunda este año–. Asimismo, el FMI estimó que la inflación anual cerrará en 200.000% y el desempleo se ubicará en 47,2%.
Para 2019, la estimación de las exportaciones de petróleo estará en 825.000 barriles/día, promedio año, de acuerdo con los datos de Tanker Trackers, generando un ingreso neto equivalente a 11.000 millones de dólares, con un precio promedio año de 55 dólares/barril de petróleo tipo Merey, según el último Monthly Oil Market Report de la OPEP.
China y la India representan los mayores compradores del crudo venezolano (57%), mientras que a otros destinos y sin información es enviado un tercio de las exportaciones de crudo. Y Singapur, España y Cuba reciben 9%, 5% y 2%, respectivamente. La producción anual de petróleo alcanzará los 882.000 barriles/día, según los cálculos con los datos de las fuentes secundarias de la OPEP. Mientras la refinación de crudo terminará procesando entre 15% y 17% de la capacidad instalada en el país.
La tasa de cambio del bolívar alcanzaría los 50.000 por un dólar americano. Y las reservas internacionales se ubicarían en alrededor de 6.800 millones de dólares.
Por otro lado, las actividades ilícitas generarían 8.000 millones de dólares, desglosados de la siguiente manera: contrabando de minerales, 3.000 millones de dólares; contrabando de gasolina, 2.000 millones de dólares; y narcotráfico, 3.000 millones de dólares, según datos de la OEA y UN Comtrade.
En resumen, Maduro entrará a 2020 con un país que ha tenido la mayor caída de la producción de bienes y servicios desde que se tiene registro. Además, se ha refugiado en el contrabando o economía paralela para seguir en el poder. Porque la supuesta actividad lícita que realiza a través de la exportación de petróleo está encubierta. El transponder AIS (sistema de identificación automático) de los tanqueros se apaga tanto a la entrada como a la salida de los puertos de Venezuela para que no queden los datos registrados. Y así burlar las sanciones impuestas por Estados Unidos a Pdvsa.
Durante 2019 todas estas actividades ilegales le han permitido [Maduro] administrar un total de operaciones en moneda extranjera que asciende a 19.000 millones de dólares. Por otra parte, Venezuela no ha recibido préstamos de China ni de Rusia.
A pesar de este sombrío panorama, Maduro se aferra al poder a toda costa, a sabiendas de que la crisis sistémica del país bolivariano no se resolverá sin elecciones democráticas, sin el respeto de los derechos de la Asamblea Nacional, y sin el retorno a un sistema de controles y contrapesos.
Para seguir en 2020, necesita asegurar el funcionamiento de la industria petrolera. Por lo que el próximo año entregará la operación de los activos, 100% de Pdvsa, a las petroleras rusas Rosneft y Gazprom, con la intención de asegurar una producción de 1,2 millones de barriles/día promedio año. De la misma manera que en 2019, seguirá usando a Rosneft como el ente para realizar las exportaciones de crudo, burlando las sanciones impuestas por el gobierno de Trump a Pdvsa.
La administración del parque refinador por parte de Rosneft permitirá recuperar su capacidad de producción. Para lo cual Maduro entregará a la empresa rusa la comercialización de los productos refinados.
En 2020, la dolarización de la economía se consolidará. Los empleados públicos y jubilados que no reciban remesas serán los más afectados por la hiperinflación y la contracción económica, que el FMI estima en 500.000% y 10%, respectivamente. Por lo que pobreza aumentará ante la caída de los ingresos. Lo que seguirá profundizando la crisis humanitaria e impulsando el flujo migratorio en la región.
Para paliar la grave situación de la salud, Maduro continuará apoyándose en la Organización Panamericana de la Salud para seguir navegando la crisis en el Sistema Público Nacional de Salud. Mientras, la malnutrición en los niños menores de 5 años se acentuará ante la negativa del régimen de aceptar la ayuda de Unicef.
Si Maduro se mantiene en el poder en 2020, las actividades ilícitas se fortalecerán. Además, entregará los activos petroleros 100% de Pdvsa a las empresas rusas. Permitirá la consolidación de la dolarización de la economía. Y se apoyará en la Organización Panamericana de la Salud para paliar la crisis de la salud pública. Todo esto fortalecerá el éxodo de venezolanos, el retraso de los niños menores a 5 años debido a la malnutrición, y la destrucción de la producción nacional de bienes y servicios.
En el año 2020, Venezuela con Maduro pasará a ser el país más pobre de América por PIB per cápita.