Quiero comenzar reconociendo y valorando el comportamiento ejemplar, cívico y pacífico de nuestro pueblo a lo largo de la jornada electoral, así como felicitar a todos los que participaron en las elecciones presidenciales del pasado domingo 28J.
Ahora bien, estamos en un momento en el cual nuestra Venezuela necesita claridad y transparencia, para ello es urgente que el Consejo Nacional Electoral (CNE) publique los resultados mesa por mesa, tal como lo establece la ley. Es prioritario disipar cualquier duda -por demás razonable- para que los ciudadanos puedan tener la seguridad y certeza en los cómputos anunciados por el presidente del Poder Electoral, Elvis Amoroso, expresa la voluntad de la mayoría del pueblo venezolano.
La verificación ciudadana es fundamental para garantizar el efecto multiplicador de credibilidad y confianza, y así podamos -como nación- avanzar en paz. Es lo justo y necesario para la tranquilidad de todo un país que participó y que cree en el voto como la herramienta primordial que tenemos los demócratas para dirimir nuestras diferencias.
Nosotros no estamos descubriendo el agua tibia, ni pidiendo nada extraordinario, de hecho, es un exhorto que hacen tanto el Centro Carter como la Conferencia Permanente de Partidos Políticos de América Latina y el Caribe (Copppal) de que sean publicados los resultados de las elecciones presidenciales a nivel de cada una de las mesas electorales, que se facilite la realización de las auditorías correspondientes en aras de la certeza del proceso y del respeto a la voluntad popular.
Asimismo, coincidimos con la Copppal, en cuanto debe aclararse satisfactoriamente, de acuerdo con los criterios internacionales aceptados, la denuncia efectuada por el Consejo Nacional Electoral, respecto del hackeo informático sufrido por el sistema y sus implicaciones en el resultado electoral.
Venezuela merece tener resultados completos y verificables, para que puedan ser confiables. Entiendo perfectamente la indignación de muchos, así como el legítimo derecho a protestar; sin embargo, exhortamos a la calma activa, la organización productiva y a la paz, tal como lo hemos declarado en eventos anteriores (2014/2017). Emplazamos a los organismos de seguridad y a la ciudadanía en general, a ejercer sus deberes y derechos en armonía y respeto tal como el país lo necesita en estos momentos.
En fin, el momento histórico que vivimos reclama a la clase política responsabilidad y estar a la altura de la demanda ciudadana. No podemos permitirnos continuar sin el reconocimiento y la falta de legitimidad, en la que como lo hemos visto hasta ahora el único perjudicado es el venezolano de a pie (Juan, María, José…)
Para finalizar, una vez más quiero ratificar que desde Unidad Visión Venezuela nuestro proyecto de país incluye a todos y cada uno de los venezolanos sin distinción de raza, ideología o identificación partidista. Recuperar nuestra patria amerita de la participación de todos, de la reconciliación, la resiliencia, el respeto, la cooperación y la unión.