OPINIÓN

Venezuela en la encrucijada: política, economía y destino

por Vicente Brito Vicente Brito

El escenario político venezolano está en plena efervescencia a medida que nos acercamos rápidamente a las elecciones presidenciales. En este contexto, la economía del país está ligada al destino que se decida en las urnas, con propuestas y enfoques divergentes que dominan el debate entre candidatos, donde no hay una agenda coincidente a las prioridades nacionales.

A menos de 90 días de las elecciones, se observa una aguda polarización en la contienda electoral, con cada comando de campaña desplegando estrategias para garantizar la victoria de su candidato. Sin embargo, la discusión sobre el tema económico parece quedar en segundo plano, eclipsada por la urgencia de asegurar el apoyo popular necesario para alcanzar la presidencia.

No obstante, la economía emerge como un factor determinante en esta contienda, ya que su desempeño será fundamental para lograr metas de crecimiento económico que garanticen mejorar los salarios, el consumo y la calidad de vida de la población. Los modelos económicos propuestos por los candidatos serán cruciales para definir el rumbo del país. Podría dirigirse hacia una economía abierta donde el sector privado conduce la producción, distribución y comercialización de bienes y servicios para alcanzar nuevas metas y soluciones sociales. O podría mantenerse un modelo donde el Estado sostenga un control significativo sobre las empresas más importantes del país, aunque los resultados hasta ahora no hayan satisfecho las expectativas de mejorar la producción y los precios para beneficiar el consumo. También es posible considerar modelos intermedios, con áreas de participación exclusiva del sector privado, la formación de consorcios mixtos (público-privados), especialmente en la explotación de recursos naturales, o la centralización total de dichos recursos bajo el control estatal.

En medio de este debate político, el destino económico y social de Venezuela, exige iniciativas y soluciones que aborden las complejidades que limitan la calidad de vida de la mayoría de las familias venezolanas. Es fundamental que en este proceso electoral se contemple un diálogo constructivo y razonado que facilite el logro de esas metas propuestas y que conduzca a un mejor destino para nuestra nación.