La Organización de las Naciones Unidas se resiste declarar el coronavirus como una pandemia en el mundo solo por razones políticas ya que ello de manera inmediata podría perjudicar el comercio de China nacionalista con el mundo.
Países socialistas quienes influyen en las decisiones del ente unitario mundial presionan a la Oficina Mundial de la Salud para que señalen e tales males creados por el virus es una enfermedad solo de índole interna en la China Nacionalista.
Médicos expertos en Salud Pública y análisis observados en los medios de comunicación independientes indican que la toxina ya se encuentra en los cinco continentes por casos comprobados lo cual es un indicativo válido para declarar la pandemia.
Queda demostrado el contagio de persona a persona siendo este elemento de fácil traslado por vía aérea lo cual lo hace más agresivo para la inoculación.
En los círculos científicos se maneja la hipótesis de un manejo indebido del virus en el laboratorio biológico ya que al observar este a través del microscopio se puede visualizar deformaciones.
Siendo Wahum la ciudad de mayor propagación, está la duda si en el laboratorio categoría cuatro estuviesen manipulando este con fines aun no declarados por las autoridades chinas y se les escapó la raíz.
A pesar de la severa crisis existente los ejecutivos o responsables no entregan información fidedigna a pesar de las reiteradas exigencias formuladas por las naciones industrializadas, las cuales están en emergencia.
Todo lo anteriormente expresado hace temer a los científicos occidentales que el volumen de contaminación es mayor a lo comunicado.
Ello de ser así acarrearía una pérdida de tiempo muy valiosa, que bien podría representarse en un aumento de la velocidad de la propagación no por cientos sino por miles.
En los indicativos iniciales se reportaron 270 decesos.
A pesar de haber los expertos aislado el coronavirus en Italia, la posibilidad de producir antídotos podría llevar meses, razón por la cual lo más recomendable es la asepsia haciendo uso en todo momento de tapabocas, aseo de las manos y mantener una distancia prudente con nuestros interlocutores.
Estados Unidos y Francia son cautelosos para indicar un número de víctimas mortales a nivel mundial, incluyendo China continental, pero la construcción en Wahum de hospitales en tiempo récord para 1.000 y 2.000 camas hace temer que los orientales guardan cifras dramáticas sobre el mal.
Los casos son estudiados minuciosamente, incluidos los extintos, cuyos despojos no son entregados a los familiares sino incinerados dentro de las instalaciones hospitalarias.
Científicos insisten que las víctimas mortales han sido solo en su nación, pero mientras esto no pueda ser contactado por una misión independiente la ambigüedad de datos lleva a considerar son miles los afectados y cientos los difuntos.
En relación con Venezuela, la Organización de las Naciones Unidas en el segundo semestre de 2019 declaró esta nacionalidad en grave riesgo social, por las condiciones de subalimentación a las cuales es sometida la población por parte de la tiranía de Nicolás Maduro Moros; desplazamiento forzoso de sus habitantes hacia naciones vecinas; ausente asistencia medicinal preventiva y curativa; y edificios hospitalarios inhabilitados por falta de agua y electricidad.
Naciones Unidas registra luego de evaluaciones en el campo 80% de la población en condición de pobreza y 7 millones de sus residentes en categoría de inopia extrema.
La diáspora en Venezuela se considera que llega este 2020 a 5 millones y está integrada por jóvenes y adultos en ambos géneros.
En cuanto a la atención para la salud el Observatorio Venezolano para la Salud en relación con el coronavirus expresa: «Venezuela, ante pocos vuelos internacionales, tiene bajo riesgo para el coronavirus. Sin embargo, las autoridades deben prepararse ante la posibilidad que llegue en un país vulnerable por una infraestructura sanitaria deteriorada y sin recursos”. Mal presagio.
Cuando evaluamos los niveles de pobreza y bajo insumo calórico nos encontramos que son los más desguarnecidos, según el OVS, “los niños y niñas, las embarazadas, las personas de edad, los seres en condiciones crónicas de salud y las personas que se encuentran recluidas o en zonas de difícil acceso geográfico. La falta de nutrientes, calóricos y proteínas entre la concepción y el final de los 2 años de vida, representa una amenaza para el crecimiento y desarrollo físico, mental y social de las nuevas generaciones”.
El Centro de Estudios para el Desarrollo (Cendes) resalta dramáticamente: “Venezuela pasa por una emergencia humanitaria compleja desde 2015 que compromete severamente el derecho humano a la alimentación de sus 31,8 millones de habitantes y especialmente de las poblaciones y comunidades en extrema pobreza por los efectos del hambre y la desnutrición. Actualmente, se encuentra entre los países del mundo con grave inseguridad alimentaria”.
Enfatiza la institución que el derecho a la alimentación en Venezuela es violado por el Estado que no preserva los niveles de cantidad y calidad.
Por los acuerdos internacionales entre China y Venezuela, en el país radican miles de ciudadanos provenientes de Asia.
De comprobarse casos del coronavirus en las zonas de alta presencia de tales personas incubados e infestados, por lo virulento en su capacidad de transmisión en Venezuela se desataría una epidemia que llevaría a la muerte a más víctimas inocentes que las producidas en el país por la “epidemia española” de mitad de siglo XX.
Al cierre de esta edición existen oficialmente 3.156 casos de dolencias, 490 fallecidos y 23.500 portadores del virus.
En cuanto a los decesos, por ahora todos se ubican dentro de las fronteras del monstruo asiático.
La enfermedad es controlable siempre y cuando existan en el territorio los insumos requeridos en hospitales de cabecera de estados y distritos.
En el terruño distante, los montos dirigidos a la atención pública fueron a parar al bolsillo de los corruptos ante la indiferencia de los comunistas al mando.