Gran sorpresa y asombro ha causado la cantidad de compatriotas que celebran el triunfo de Donald Trump, el próximo presidente de Estados Unidos de América, en la contienda que acaba de tener lugar en dicho país.
Antes de seguir adelante creo que debo indicar a mis lectores las razones que me acercan a Estados Unidos. Un par de años después de culminar mis estudios en la Universidad Central de Venezuela, eso fue en el primer gobierno de Carlos Andrés Pérez, obtuve una beca del Estado venezolano para realizar estudios de inglés en Filadelfia (ciudad del estado de Pensilvania) y posgrado en Southern Metodista University (SMU), en Dallas, Texas.
Mi esposa me acompañó en esa maravillosa odisea y, por si fuera poco, mi hija mayor nació en Dallas, lo que le da derecho a la doble nacionalidad: venezolana y norteamericana. De regreso a Venezuela, tuve entrevistas de trabajo en el sector público y privado; al final tomé la decisión de prestar mis servicios al Estado venezolano. En el Banco Central de Venezuela (BCV) laboré durante veintisiete años; mi retiro de la entonces prestigiosa institución se produjo poco después de que Hugo Chávez Frías iniciara su desquiciado gobierno “revolucionario”. Mis largos años de labores en el BCV me condujeron a constantes viajes a lo largo y ancho del mundo, aunque el mayor número de ellos fueron a Estados Unidos y Suramérica.
Mi incordio con Donald Trump tiene raíces viejas (1996), cuando nuestra Miss Universo, Alicia Machado, fue ridiculizada por el susodicho, para entonces dueño del concurso de belleza que se llevó a cabo en Estados Unidos. Y eso no fue todo; como si fuera un gran desprestigio, el señor Trump ridiculizó a Machado llamándola “Miss Universo gorda” y “Miss Ama de Casa” y le exigió que bajara de peso, lo que condujo a que nuestra compatriota se viese afectada por problemas depresivos, bulimia y anorexia. Ese ominoso acto tiene un nombre en específico y resonante: VIOLENCIA DE GÉNERO. Esa es la triste realidad.
No está demás resaltar que a las quejas de Machado, quien cuestionó que Trump la “ridiculizara” como la “Miss Universo gorda”, se sumaron las denuncias de unas ocho mujeres que aseguraron haber sido víctimas de abusos y toqueteos por parte de Trump luego de divulgarse un vídeo en el que el “señor toqueteador” (hoy día recién reelecto presidente de Estados Unidos) alardeaba de abusar de las mujeres.
No dejo de reconocer que muchos compatriotas, en especial los jóvenes de hoy, no están al tanto de lo anterior; es por ello que la presente nota se hace indispensable. Es importante que se sepa y conozca el tipo de ser humano que ha sido y sigue siendo “Mister Trump”, el “más ilustre jefe de Estado de la humanidad”. No me jod…, perdón, frieguen.
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