En estos tiempos turbulentos hay que aferrarse en quienes podemos confiar, esto lo sentimos cuando leemos el excelente artículo de Gerver Torres: «Maduro quiere vender 10% del desastre: ¿qué se esconde tras la oferta?*. El autor muestra con su carácter habitual, sereno y firme, que no podemos lanzar cohetes de entusiasmo cuando este mandón haga anuncios que contradicen toda una gestión que sumada a la de Chávez representa dos décadas destructivas de nuestras vidas.
Gerver va directo al grano y nos obliga a preguntarnos: “Se trata de una redefinición del papel del Estado y del sector privado en la economía, de la transferencia de activos públicos, es decir, activos que pertenecen a todos los ciudadanos de un país”.
Al leer nos posesionamos de la obligación ciudadana y moral de descifrar esa propuesta, aparentemente descolgada, ya que no se ha visto su contexto ni secuencia jurídica y económica. Pareciera ser un anuncio para reforzar un aparente cambio de conducta política e ideológica, sin fundamentar, ni razonar lógicamente.
Avanzar a una propuesta de carácter liberal desde una experiencia histórica basada en expropiaciones, negación de la propiedad privada, intervencionismo económico, destrucción del Estado de Derecho, represión de oponentes políticos, negación de la participación ciudadana en áreas clave de la economía es atreverse a dar un salto cuántico que no podemos calificar a la ligera como un ablandamiento del duro socialismo a la cubana que practica Maduro y su gobierno, sin sospechar de una maniobra en la cual se trata a los ciudadanos como incautos, brindando un pedacito de queso en la trampa del ratón.
Gerver nos muestra cuatro pistas para interpretar la aparente liberalización de Maduro:
1. Tal como es su costumbre, un proyecto humo para engolosinar a la oposición que cae en el terreno de la ingenuidad/ignorancia/improvisación/piratería e inmoralidad. Un burdo engaño para incautos.
2. Un esfuerzo para mantenerse en el poder simulando una cierta liberalización, frenando aparentemente el totalitarismo/estatismo.
3. Afincar la propaganda sobre la creencia de que Venezuela se arregló y que las sanciones internacionales no se justifican.
4. “Anuncio calculado para abrirle la puerta a negocios y operaciones que vienen más atrás y de los cuales se beneficiarían, en primer lugar, los enchufados y oligarcas del régimen”. Lo que podríamos llamar un arreglo entre truhanes en el cual los venezolanos seguirán perdiendo y el régimen reciba algunos cobres que necesita desesperadamente.
Llamar inversionistas a comprar sin información, sin pruebas, seguridad jurídica, ni confiabilidad a futuro, no es viable en ninguna parte de este mundo hiperconectado. Muestra que la aparente apertura es un agujero negro arreglado para beneficiar algunos compadres a espaldas de los requerimientos verdaderos que representarían un giro liberalizador de la economía.
Sin embargo, el anuncio curiosamente podría tener un vuelco positivo si el liderazgo político, los partidos democráticos y los venezolanos en los cuales confiamos, replican la actitud de Gerver y desarrollan una estrategia para hacer del conocimiento de los venezolanos lo que significa que después de más de 20 años de encallejonarnos en la experiencia socialista del siglo XXI el gobierno de un giro de 180 grados y plantee negar su ruta habitual. Proponer que el Estado abra las puertas al capital privado nacional y probablemente al extranjero es contrario al camino estatizador-revolucionario. Una negación absoluta de la experiencia cubana que mediante la ley 890 estatizó íntegramente toda la economía cubana (la escuela de Maduro).
Una ley que decía entre otras lindezas:
“POR CUANTO: Es evidente que el desarrollo no puede lograrse sino mediante la planificación adecuada de la economía, el aumento y racionalización progresiva de la producción y el control nacional de las industrias básicas del país.
Artículo 1.- Se dispone la nacionalización mediante la expropiación forzosa de todas las empresas industriales y comerciales, así como las fábricas, almacenes, depósitos y demás bienes y derechos integrantes de las mismas, propiedad de las siguientes personas naturales o jurídicas”.
Se atreverá Maduro a negar este dogma revolucionario, traicionará a Fidel o es una simple trampa para aumentar su peculio y el de sus compinches.
Aunque no creo en elecciones primarias sin mensaje unitario, sí creo que Gerver Torres sería el gran candidato para liberalizar la economía y democratizar el país.
Amanecerá y veremos.
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