El camino polvoriento se asomaba cerca de las estelas del río. Las aguas son desafiantes ante los obstáculos que inútilmente tratan de impedir su paso. La emblemática escena llanera se asemeja a María Corina Machado logrando con éxito vencer la contrariedad. No importa la proporción de la dificultad. Ella podrá imponerse con la fuerza de su intrepidez.
Exaltados grupos de la jauría la esperaban ataviados de rencor. En el corazón profundo de María Corina Machado se escenifica la pasión por una nación distinta. Las amenazas le resbalan mientras la ciudadanía se abalanza para encontrarla. Ella sonríe de felicidad al recibir la auténtica adhesión del pueblo. Esa espontaneidad alimenta su espíritu indomable de grandes cruzadas. Su liderazgo se incrementa en la misma medida que el fervor es caudal de una pasión sin límites. Es el fuego en la lejanía que no lo detiene ni el ímpetu del viento. Existen seres llamados a ser valientes. Son los cromosomas bendecidos de una herencia familiar irreductible. Cuando la dignidad no se negocia, nace la conciencia de trascender para convertirse en la voz de la esperanza de una Venezuela que anhela libertad.
Mientras, algunos dirigentes de pacotilla andan buscando la manera de entregarle a Nicolás Maduro la posibilidad del necesario cambio político. María Corina Machado se yergue por encima de las miserias colaterales para avanzar hasta mostrar que ella simboliza la oportunidad de lograr la transformación absoluta, que huir ante las dificultades no forma parte de su abecedario. Quien enfrenta a una tiranía sabe que debe tener los esfínteres bien puestos. Es la única manera de evitar demostraciones húmedas de repugnante olor.
Hace poco un grupo de facinerosos con armamentos hasta los dientes y el rostro cubierto por la impunidad la aguardaba desde tempranas horas en la autopista. Habían cerrado la vía para impedir que María Corina Machado arribara a la ciudad de Valencia. La principal arteria vial del país, altamente congestionada por la abusiva acción de un gobierno que tiembla cuando la líder de la inmensa mayoría realiza una actividad proselitista en cualquier entidad. Ella se metió por debajo de un tramo de la autopista hasta llegar a San Blas, en donde una muchedumbre la esperaba. Toda una proeza.
En el Táchira llegó en un camión escoltada por un pueblo andino cansado de abusos. Desde Abejales hasta El Piñal, custodiada por motociclistas espontáneos y el incesante corneteo de los camioneros que en improvisada caravana la aclamaron ante la impotencia de los grupos irregulares. Al llegar al sitio de encuentro cortaron abruptamente la luz eléctrica y el pueblo la iluminó con las linternas de los celulares. Semejante demostración de adhesión enfureció al régimen. En el estado Guárico la orden era detenerla como fuera. En la intercomunal que conduce hasta Valle de la Pascua, grupos violentos cerraron la vía con árboles y piedras. Todo un espectáculo de abusos entre estos sujetos armados. María Corina atravesó un río crecido montada en un tractor. Luego sobre un caballo y al final en moto para llegar a la concentración y dejarlos con los crespos hechos. Los guariqueños comenzaron a corear su valentía. Cuando se enteraron de que habían fracasado se dio una trifulca entre ellos, ya que serían recriminados por haber fracasado. Perdieron la paga en dólares y las bolsas de comida.
El gobernador del estado Trujillo, Gerardo Márquez, invitó a sus partidarios a darle unos golpes si visitaba a la entidad. Cuando llega a hoteles o restaurantes, estos son clausurados. Desde hace diez años no pueden utilizar vuelos comerciales. Toda una ofensiva orgánica y comunicacional para tratar de pararla a como dé lugar. En el mundo político casi todo gira en buscar minimizar su opción. Una alianza entre la dictadura y sus socios dizque opositor se mueve en las sombras. Muchos de ellos prefieren a Nicolás Maduro en el gobierno. Es la idea de gobernadores, alcaldes y partidos políticos diferentes a la tiranía. Es la propuesta de quienes le vendieron el alma al diablo.
Utilizan la misma narrativa que esgrime la revolución. Frente a todo este ardid de malas intenciones, María Corina Machado se crece. Las primarias las ganará abrumadoramente. Su honestidad y principios quiebran todos los obstáculos. El ciudadano la percibe como alguien que jamás los traicionará. Que en ella pueden confiar de manera absoluta. Mujer de una sola pieza. Siempre respondiendo a sus convicciones. Un liderazgo para la libertad. Granítica hasta el punto de ser irreductible. Hija de una familia proba. La herencia democrática corre por sus venas. Con ella el país logrará el progreso que todos nos merecemos.
@Alexcambero
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