OPINIÓN

Valores democráticos

por Roberto Patiño Roberto Patiño

El pasado 3 de mayo, Saray Figueredo -activista social de Mi Convive que trabaja en Santa Rosalía, la Cota 905 y El Cementerio- se paró frente a un panel de expertos en derechos humanos y defensores de la democracia en Venezuela para hablar de su experiencia como superviviente de la violencia en el país. Un hermano en malos pasos, una comunidad desarticulada por la violencia, un operativo policial y el desamparo de una madre por la muerte de su hijo mayor, fueron los primeros apuntes de un borrador de vida que pudo haber sepultado en el dolor y el olvido si no le hubieran dado una oportunidad a su familia.

Saray Figueredo habló de su experiencia en el Centro de Estudios Políticos y de Gobierno de la Universidad Católica Andrés Bello durante el acto de entrega de la IV Edición del Premio Valores Democráticos Francisco Virtuoso, una distinción que busca reconocer en vida el esfuerzo que hacen venezolanos en defensa y promoción de la democracia, la pluralidad de las ideas, los derechos individuales y las leyes justas. y que este año fueron entregados al doctor en Derecho de la UCAB Ramón Duque Corredor, al padre Alfredo Infante, a la Universidad Central de Venezuela, a la Universidad de los Andes y a mi persona, como fundador de las organizaciones Mi Convive y Alimenta la Solidaridad.

La oportunidad no llegó a Saray por obra de la suerte, fue una convicción personal la que la llevó a no “normalizar” la violencia, negarse a aceptar como un destino los hechos de sangre que atemorizaban a sus vecinos, un compromiso de vida que pasa por la negación de ser un dato más en la estadística violenta. Sólo necesitó que confiaran en ella y desde Mi Convive pudo desplegar sus mejores talentos para trabajar en los llamados Árbitros organizados por la comunidad, un programa dedicado a dar opciones de vida, trabajo y crecimiento personal para los jóvenes y tratar de reescribir la historia de su hermano, ofreciendo segundas oportunidades a las nuevas generaciones. Una opción real para la transformación personal que se puede extender a toda una comunidad cuando se organiza, junto a sus líderes naturales, en torno a proyectos que mejoran su calidad de vida.

Agradezco al Centro de Estudios Políticos y de Gobierno de la Universidad Católica Andrés Bello, a su rector el padre Arturo Peraza y a quienes propusieron mi nombre para ser identificado como un hacedor de democracia, un reconocimiento que me llena de orgullo y que le pertenece a los activistas de Mi Convive y las comunidades organizadas que todos los días sacan adelante los comedores de Alimenta la Solidaridad. Organizaciones que les pertenecen porque se han ganado el derecho de tener una oportunidad para transformarse junto a sus comunidades, porque son los autores de un proyecto de vida que lucha por el cambio democrático, en definitiva, porque son la reserva moral de los valores democráticos que quedan en Venezuela y los llamados a reconstruir la democracia en el país.

Me siento muy agradecido por este reconocimiento que es de las comunidades, tal como lo dijo Saray Figueredo. Me honra que ella haya recibido este premio en mi nombre, al representar el gran valor y compromiso de nuestros líderes. Yo seguiré junto a ustedes apoyándolos en sus iniciativas por el cambio pacífico y democrático que queremos la mayoría de los venezolanos.

Este ha sido y seguirá siendo mi compromiso.

www.rpatino.com

Para conocer un poco más de la experiencia de Saray Figueredo:

https://www.instagram.com/reel/Cr1lI_mOv_u/?igshid=MTc4MmM1YmI2Ng==