La Universidad de Margarita, situada en el estado Nueva Esparta y vecina de la venerada Virgen del Valle, se ha consolidado como una de las instituciones educativas más importantes de la región. Gracias a la visión de sus fundadores, esta universidad ha beneficiado enormemente a la comunidad. Entre los fundadores se destacan Pedro Cabello Poleo (presidente), Pedro Beauperthuy (director), María Eugenia Morales (secretaria general), Raquel Pérez Hernández (directora) y Aníbal Gómez (director y vicepresidente del Consejo Superior).
Estos destacados ciudadanos han dedicado sus esfuerzos a dotar a Margarita de una institución académica de alta calidad. Los méritos de sus fundadores son ampliamente reconocidos: dos de ellos (Cabello Poleo y Beauperthuy) han ocupado cargos como ministros de educación y han sido rectores de la Universidad de Oriente. La profesora Morales ha liderado el Consejo Nacional de Universidades como secretaria permanente de ese organismo, mientras que la doctora Pérez Hernández cuenta con una notable trayectoria académica en Historia y Ciencias Sociales. Aníbal Gómez Torres, ingeniero industrial egresado del Georgia Institute of Technology en 1965, aporta también su vasta experiencia.
Con más de 25 años formando ciudadanos comprometidos, la Universidad de Margarita se ha ganado el título de La Perla de las Universidades Venezolanas. Esta institución ha abierto una puerta anhelada para los margariteños, ofreciendo una educación de primer nivel. Sus fundadores representan un modelo de virtudes al servicio de la educación en el país, y su ejemplo inspira a los estudiantes a seguir un camino de valores y compromiso social.
La universidad está situada en el Valle del Espíritu Santo, rodeada de un entorno fértil y protegida por la Virgen del Valle, quien simboliza la sabiduría y protección para la comunidad académica. Esta cercanía con la patrona de los margariteños se percibe como un signo de bendición y guía para el futuro de la institución.
En la actualidad, la inteligencia artificial se ha convertido en una herramienta esencial para cualquier gobierno que asuma con responsabilidad la educación y su infraestructura tecnológica. La universidad del futuro deberá contar con un sólido sistema de becas que apoye a los estudiantes, cubriendo matrícula, alimentación y alojamiento. La experiencia adquirida a través de la Fundación Gran Mariscal de Ayacucho es un modelo que puede expandirse y mejorarse, brindando a los jóvenes los recursos necesarios para vencer la pobreza y alcanzar sus metas universitarias. Solo con esta garantía, el Estado podrá ofrecer una educación superior accesible y alineada con las exigencias de los nuevos tiempos.
La Universidad de Margarita avanza hacia la modernidad, preparándose para el desafío de los próximos años con el objetivo de integrar nuevas tecnologías y seguir el ejemplo de innovación de Silicon Valley y de las naciones europeas y nórdicas, visualizando un futuro sin límites para la humanidad.
Mi experiencia en la fundación de la Escuela de Turismo en la Gobernación de Nueva Esparta, entre 1974 y 1978, me permitió vislumbrar el potencial de Margarita en turismo y pesca. Propuse al entonces rector de la Universidad de Oriente un convenio para que la gobernación asumiera los costos operativos y la construcción de una nueva sede, sustituyendo la del Complejo Cultural Rómulo Gallegos, y así nació la Escuela de Turismo en Guatamare Ese rector que aceptó el convenio, fue el doctor Pedro Cabello Poleo, actual presidente de la Universidad de Margarita.
Este ejemplo de buen gobierno y pasión por la educación se refleja en la Universidad de Margarita, que sigue creciendo bajo la dirección de hombres y mujeres comprometidos. La institución celebra actualmente su 25º aniversario y rinde homenaje al centenario del doctor David Morales Bello, destacado pensador y político venezolano, en reconocimiento a su vida y legado intelectual, además de ser el padre de unas de las fundadoras de la Universidad de Margarita, María Eugenia Morales.
Nuestra joven universidad celebra este doble acontecimiento con la mirada puesta en el futuro para apoyar a los talentos emergentes de la región. Actualmente, la universidad ofrece programas en Derecho, Administración de Empresas, Contaduría Pública, Diseño Gráfico, Educación Integral, Idiomas Modernos, Ingeniería de Sistemas, Comunicación Social y Psicología Social. Y recientemente firmó un convenio con Región Insular donde surgió la cátedra “Jóvito Villalba,” entre otras propuestas relacionadas a la educación.
Estoy convencido de que esta universidad será un agente de cambio en la educación superior de Venezuela. Confiamos en que en los próximos años cumplirá con las expectativas de la población neoespartana, del Caribe y de toda Venezuela. Aspiro que, para entonces, estemos dando los primeros pasos para establecer una gran Escuela de Medicina en la Universidad de Margarita. Encomiendo esta misión a nuestra Virgen del Valle, nuestra protectora, y a las futuras generaciones que guiarán esta institución por el buen camino y con un sólido respaldo espiritual.