7 de junio. Sintonizo el programa diario de César Miguel y Flor Alicia; anuncian que participarán el ingeniero electricista Winston Cavas, Asdrúbal Oliveros y Raimundo Santamarta de Pharma. El recorrido de CM es simplemente espeluznante, retrata lo que vivimos. Winston Cabas: «Existe la posibilidad de un apagón masivo más catastrófico que el del 7 de marzo». Oliveros habla de una economía en catástrofe, amputado más de 50% de su tamaño, nos quedamos con una sola pierna o un solo brazo, con un terrorífico dato para este año, se presume una contracción de la actividad económica superior a 35%. Revela la inmoralidad reinante, una economía paralela que negocia, comercia petróleo, vende oro, que solo beneficia a grupos privilegiados, rentas por más de 6.000 millones de dólares que no entran al Estado. Hay militares, funcionarios públicos, ELN, pequeños mineros, generadores de rentas ilícitas que mantienen al gobierno y que no son ingresos formales del Estado. Santamarta, describe cómo unos laboratorios de productos médicos, asaltados por el régimen, producen fármacos contaminados.

Ante esta coyuntura la denuncia sobre la desunión de la oposición reviste una gravedad impredecible; aun reconociendo el indiscutible liderazgo de Juan Guaidó, se cuenta la existencia de ciertos grupos cuyo único interés es capturar la mayor tajada de poder en los tiempos venideros. Pompeo lo enfatiza: “Lo más difícil en Venezuela es lograr la unidad de la oposición”. Socarronamente agrega: “Hay más de 40 candidatos a sustituir a Maduro”. Juan Carlos Zapata menciona al menos 16 grupos o células que se debaten por el poder. Muchos candidatos no es una mala noticia, riposta Guaidó.

CM con su tono de barítono, reclama que es tiempo de rebobinar y aceptar que la luz encendida en esta masacre ha sido la aparición del liderazgo de Juan Guaidó; es cierta, firme, es el único líder con más aprobación que rechazo. Guaidó abre un sendero en el infierno que se expande por todo nuestro territorio. ¿Qué nos impide unirnos para apagar esas llamas feroces que devoran el país? Comparto la idea de que en el futuro los juicios sobre los que prefirieron sus gestas personales sobre el bien del país serán implacables.

El gran peligro es perder o retrasar al infinito la gran oportunidad histórica de transformar Venezuela, después de quemar una de las utopías más perversas que ha azotado buena parte de la humanidad. El socialismo encalló, se devoró a sí mismo, expandió la corrosión, el país está en cenizas, fracasó como siempre ha ocurrido con todos sus experimentos.

Si el socialismo siglo XXI se descubrió como una trampa mortal contra el Estado de Derecho, la economía de mercado y la libertad de conciencia de los ciudadanos, la tarea ineludible de hoy es volverlo irrelevante. El mundo entero le reclama a Venezuela la realización de elecciones limpias, unirnos para derrotar la gran estafa del socialismo siglo XXI.

La unidad para lograr unas elecciones limpias es imprescindible, no se trata de abandonar la fuerza de la invocación: cese de la usurpación, gobierno de transición y elecciones limpias. Esa consigna ha representado la esperanza, abierto nuevos caminos. Pero hoy la realidad muestra un dato maravilloso, podemos avanzar mucho más rápido, no más sueños dogmáticos ni aspiraciones de poder disfrazados, es cohesión para imponer elecciones transparentes. Recordemos aquel dicho: “Si quieres que Dios se ría de ti cuéntale tus planes”. Desesperados hemos apostado con nuestras vidas, millones han emigrado, masas en la calle, intervención extranjera, renuncia de Maduro, abstención y más. Hoy sabemos, porque quizás Dios nos los ha mostrado, que hay una senda. La invocación no fue un error, sino un medio para unirnos, para mostrarnos lo fuerte que somos si tenemos una hoja de ruta. Hay que unirse, lograr que en Venezuela ocurra lo que da origen a cualquier democracia: elecciones libres. El llamado a la unidad es un reclamo a la responsabilidad de todos los ciudadanos, los partidos y sus liderazgos. Reconozcamos que la hoja de ruta nos unió por un largo rato, ha parido, la realidad se reveló con más fuerza. Superarla ya es un logro, poder entender el reclamo del mundo entero por elecciones libres, pedagógicas, que enseñen a las nuevas generaciones que individuos, familias y sociedad unidos en torno a un objetivo son indetenibles. Al final del programa, el llamado de Flor Alicia a crear por un momento una tregua que nos permita reflexionar es un campanazo que debe resonar en nuestros espíritus. Unidad para lograr elecciones liberadoras.

 


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