Todas las regiones del país consideran necesario un cambio de modelo político, económico y social acompañado de una reforma profunda del estado como única forma de refundar la república. Hasta Maduro en su laberinto y con el sol en la espalda falsamente lo propone dentro de su distorsionada ideología. Según Maduro, El pueblo que come arroz partido de tercera, frijoles chinos, sardina y enlatados vencidos y ganan 3.3 dólares mensuales deben ser consultados para las grandes decisiones que se deben tomar. No hay que esperar los resultados, todos sabemos cuáles serán las respuestas del pueblo que sufre, bajo el pesado e inaguantable yugo del socialismo del siglo XXI

El sector pesimista del país aún piensa y promueve erróneamente la fortaleza de Maduro, quien a todas luces se muestra con grandes dificultades. Para los expertos analistas políticos y económicos siempre acertados, no existe estrategia que valga por mas recursos que se le inviertan, que permita una recuperación del modelo socialista y la imagen de sus representantes, frente a un país que en más de dos décadas ha sufrido, padecido, sopesado y concluido, que es imposible cambiar o revertir esta asfixiante e inhumana realidad, permitiendo la continuidad de Maduro en el poder junto a sus aliados.

Estamos enfrentando no a un contendor electoral sino un enemigo del bienestar futuro de la sociedad venezolana que en medio de la precariedad absoluta hace su mayor esfuerzo en resistir los embates permanentes del control del estado, la guerra mediática, la presión psicológica, el amedrentamiento, terror, chantaje y la amenaza como eje de equilibrio y sostenimiento forzado de la revolución.

Los asesores de Maduro entre ellos los cubanos, han ensayado con el pueblo venezolano, todo tipo de estrategias degradantes que a medida que ha pasado el tiempo han causado mucho daño dejando secuelas imperdonables y difíciles de olvidar por los millones de ciudadano víctimas visibles de esta esta era de destrucción y asalto brutal contra la nación.

Hemos visto casi diariamente las declaraciones, videos y programas de las fichas principales de la revolución como el sr. Maduro, Diosdado Cabello, Jorge Rodríguez y un sin numero de falsarios colaboradores de sus estrategias electorales que determinan que el camino hacia las presidenciales a realizarse en unos meses será difícil, pero en ningún escenario será imposible vencerlos.

Soy un ocupado del asunto político. Manejo y comparto permanentemente en cientos de grupos en las redes sociales en todos los estados de Venezuela y en 40 países. todas mis publicaciones con análisis comparativos sencillos de comprender y asimilar, de resultados electorales tomados de cifras oficiales muestran la caída vertiginosa e indetenible del régimen que perdió inobjetablemente su base social y por ende su fuerza estructural. Realidad que los pone en clara desventaja para enfrentar aun pueblo empobrecido, humillado y dispuesto a deponerlos fácilmente por la vía electoral, contando con condiciones mínimas para el proceso, que, en este momento en un ambiente frenético y hostil, se forjan contrarreloj, con la ayuda de la comunidad internacional.

Maduro llama a la consulta, debate y participación del pueblo de Venezuela en el proceso obligado de transformación del país, reconociendo así tácitamente el fracaso de lo hasta ahora ofrendado a los venezolanos que han vivido 6 años de promesas de una recuperación económica, que nunca llegó, ni llegara en sus manos. Se mostró a partir del 2007, potenciar y alcanzar el bienestar del pueblo y el progreso del país con los 5 motores fundidos varias veces de la revolución. Sin ningún resultado tangible de beneficio colectivo.

Como los cinco motores del difunto no fueron suficientes, su sucesor el Sr. Maduro lanzó en diciembre del año 2022 los 18 motores de la agenda económica bolivariana para garantizar el desarrollo económico para 2023 con proyección al 2030, esto para reforzar el plan de la patria 2019- 2025 correspondiente al tercer plan socialista lanzado a finales de 2018.

Desde el año 2008, paralelamente la revolución, en manos de su propulsor planteó las 3 R: revisión rectificación y reimpulso ante los fracasos y desatinos de su ideologizada gestión. Posteriormente su agraciado sucesor reedita el mismo planteamiento, más de una década después específicamente en el año 2022, con las nuevas fatídicas y perversas 3 R, Resistir renacer y revolucionar.

Este bla bla bla del régimen en sus diferentes periodos, programa tras programa, anuncio tras anuncio, mentira tras mentira, solo trajo como consecuencia la instauración del hambre, miseria, división, violencia, corrupción generalizada y, lo más asombroso, el esclavismo laboral y la confiscación total de los derechos constitucionales, ejecutados sin piedad, por un modelo de corte, en teoría socialista, que en 25 años dice aun estar en construcción.

Con las circunstancias que se viven y los múltiples padecimientos de la familia venezolana todos los días agravándose, pasando muchos de la pobreza a la indigencia socialista, les pregunto. Bajo qué argumentos y resultados puede Nicolás Maduro, sus secuaces de diferentes bandos y sus siglas satélites, como dice mi amigo José Marín Pantoja del Guárico, exigirles a los venezolanos que le permitan un periodo más en el poder. Es imposible e irracional pensarlo y menos ponerlo en el tapete.

Es ilógico que algunos sigan pensando que el verdugo de la democracia y de 30 millones de venezolanos pueda alzarse con una victoria electoral. Ninguna encuestadora seria en los últimos 24 meses, le da una mínima posibilidad. Maduro recibió de Hugo Chávez más de ocho millones de votos como capital político considerado por la mayoría como una cifra fraudulenta y abultada, pero es la cifra oficial. Decreciendo al punto de llegar a dos millones de votos con la ayuda de sus asociados, me refiero al sector denominado e identificado popularmente como el alacranato y gran parte de la plataforma unitaria, todos convocantes del referéndum sobre el esequibo, cifra oficial que igualmente fue cuestionada, que realmente pudo haber llegado apenas a setecientos mil. Siendo este proceso mediático, altisonante e inoficioso parte del bla bla  y manipulación del régimen, que después de tanto aspaviento con las tablas en la cabeza, congelo el asunto que tanto les ocupaba, por no haber logrado sus malsanos objetivos y cuyo único beneficio para esta gesta democrática y nacionalista que ejecutamos la mayoría de los venezolanos, fue poder lograr identificar a toda la dirigencia política que le hace comparsa y que son enemigos del cambio.

Como se trata de sustentar, porque Nicolás Maduro no repite, hay otro elemento importante que los disminuye aún más, de manera considerable. El periodista Manuel Isidro Molina, candidato presidencial, creó una alianza con los integrantes del Partido Comunista (PCV) y el PPT, ambos judicializados también por el régimen que históricamente han obtenido entre 150.000 y 200.000 votos en los eventos electorales presidenciales, para este proceso electoral que tenemos en puerta, la revolución pierde estos tradicionales  aliados por lo que se traduce en un número importante de votos cercanos a los 400.000 que se irán a una tendencia considerada como otras, como una tercera vía que solo le resta al oficialismo.

Maduro no tiene nada que ofrecer, no tiene a quién engañar, ningún planteamiento es creíble o cautivante y sus pésimos resultados le declaran la derrota anticipada. El viraje que está tomando en sus declaraciones en cuanto a su visión, denota que está asumiendo parte de la estrategia que sectores opositores, no partidistas, han diseñado exitosamente en estos últimos tiempos, para reconectarse y organizar a la ciudadanía, la cual está en proceso de implementarse acertadamente en la construcción y consolidación del triunfo de la alianza nacional opositora. Para el oficialismo copiarla, imitarla o tratar implementarla como aparentemente se observa, requiere de un gran tejido social, que deben cohesionar en medio de la devastación, desolación y escombros, dejado por ellos durante 25 de la farsa revolucionaria. Maduro no repite, como dijo Doña Catalina, “Maduro está frito. Maduro ya es tajada”.


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