OPINIÓN

Una voz desde el silencio

por Carlos Ojeda Carlos Ojeda
El Nacional

Miguel Henrique Otero, presidente editor de El Nacional

El Dr. Miguel Henrique Otero recientemente grabó un video en el que expresó la negativa de vender la C. A. Editora El Nacional, el diario de más prestigio en la tierra de Bolívar. No podría esperarse menos de los propietarios del periódico que fundó Miguel Otero Silva, que dirigió Antonio Arráiz y para el que han aportado crónicas los mejores escritores de habla hispana: Uslar Pietri, Vargas Llosa, Pino Iturrieta, Manuel Castellanos, Borges, Naím, Branger, Kotepa, Martin, Prieto, Gonzalo Barrios, José Vicente, Mitzy, Laureano y tantos, que han sentido el orgullo de colaborar al engrandecimiento del mejor periódico de la historia de Venezuela. Han sido épicas las caricaturas de Pedro León Zapata. Las continuas publicaciones de El Camaleón de Graterolacho, Mara, Panchito, Lumute, la Tortuga Fuentes y Omar Cruz. Las aventuras de Valentina Quintero, los escritos de Milagros Socorro. Las narraciones deportivas de Visconti, los poemas de Pastori y José Pulido. Y las grandes entrevistas de tantos y de todos. Voces y letras que surgieron desde El Silencio hasta Puerto Escondido. De Marcos Parra a Pedrera. Desde cada lector hasta Los Cortijos de Lourdes.

Miguel Henrique no vendió la empresa que representa –a pesar de las grandes proposiciones de negocios–. La virtud no se vende. El honor no tiene precio. El pasado y tanta gloria no son objeto de un avalúo monetario. El cardenal Richelieu –conocido por su autoritarismo– fue de los primeros en usar el poder para censurar a la prensa. A pesar de la creación de su red de espionaje no pudo evitar una frase que se ha conservado en el tiempo:

“La pluma es más poderosa que la espada”.

Puedo citarle a quien ha adversado sin piedad a Miguel Henrique una de las frases más famosas del cardenal Richelieu…

«La lealtad es simplemente una cuestión de fechas».

Las ideas son a prueba de balas

En silencio Miguel Henrique expresa su dolor. Como cada uno de nosotros ante una injusticia, como cada madre que perdió su hijo, como cada familia que se ha quedado sola. Como cada empresa que cesó operaciones. Como cada oficina sin servicio.

Sin prensa libre no hay democracia. Sin libertad no hay desarrollo. Sin inversión no hay progreso. Sin agricultura no hay autonomía Sin salud no hay futuro. Sin unión, no hay país. Sin el aporte de cada uno de nosotros no hay nación.

Grita una voz desde el silencio. Apartemos las vanidades que lograron desangrar nuestra patria.

Ya aprendimos la lección.

@CarluchoOJEDA