OPINIÓN

Una venezolana en el sistema judicial norteamericano: María Eugenia García González

por Carlos Sarmiento Sosa Carlos Sarmiento Sosa

 

Mientras que en el país de Bolívar se hacen trapisondas y se utilizan triquiñuelas para adulterar las normas constitucionales y legales que regulan el Comité de Postulaciones Judiciales constitucionalmente establecido para seleccionar a los magistrados del Tribunal Supremo de Justicia, en Estados Unidos la doctora María Eugenia García González, en un sencillo pero competido proceso de selección, ha sido elegida por la Junta de Jueces del Distrito de Connecticut como juez magistrado  en el Juzgado Federal de New Haven, una ciudad costera ubicada en el puerto de New Haven en la costa norte de Long Island Sound, en el condado de New Haven, Connecticut, y que es parte del área metropolitana de la ciudad de Nueva York, con una población de 134.023 habitantes, según lo determinado por el censo de Estados Unidos de 2020.

La doctora García se graduó summa cum laude  en mayo de 2004 en Tufts University,  en SomervilleMedford, cerca de BostonMassachusetts; y en 2007, recibió su Doctorado en Jurisprudencia de la Facultad de Derecho de George Washington University.

Antes de su nombramiento, de 2018 a 2022, representó a particulares y pequeñas empresas en todos aspectos de litigios laborales en su propio bufete de abogados, la boutique MGQ Law, LLC, en Westport. Anteriormente, había ejercido en firmas de abogados y desde 2007-2010, se desempeñó como asistente legal del Honorable Holly B. Fitzsimmons, United States Magistrate Judge for the District of Connecticut  desde mayo de 2010 hasta septiembre de 2013, y como asistente legal interino del difunto Honorable Warren W. Eginton, Senior United States District Judge del Distrito de Connecticut en el otoño de 2009.

La doctora García resultó elegida por el Panel de Selección por Mérito de Jueces Magistrados -un jurado integrado por miembros de la sociedad civil-, que evaluó las solicitudes para la vacante creada por el ascenso de la jueza Sarah A. L. Merriam.

El presidente del Panel fue Timothy Fisher, es el ex decano y actual profesor de la Facultad de Derecho de la Universidad de Connecticut, en Hartford; y otros miembros del Panel fueron: Kelly M. Barrett de la Oficina de Defensor Público Federal en New Haven; Timothy Diemand de Wiggin & Dana LLP en New Haven; la Honorable María del Pilar González, jueza del Tribunal Superior de Connecticut; Toni Arpa, ex alcalde de la Ciudad de New Haven; Gary Scott Klein de Carmody Torrance Sandak & Hennessey, LLP en Stamford; Ivan J. Ladd-Smith de Spears Manning & Martini LLC en Southport; la Dra. Elsa Núñez, Presidenta de Eastern Connecticut State University in Willimantic; Jill M. O’Toole de O’Toole & O’Toole PLLC en Hartford; Craig A. Raabe de Izard, Kindall & Raabe LLP en West Hartford; y Alina Marquez Reynolds de Grace Farms Foundation en New Canaán.

El Panel recibió 42 solicitudes para el cargo judicial luego de amplia difusión del anuncio de la vacante. De ese número de aspirantes, el Comité entrevistó a 8 e identificó una lista de 5 abogados excepcionalmente capaces y distinguidos para remitir a los Jueces de Distrito a los efectos de su designación, lo que en efecto ocurrió el pasado día 3 de junio de 2022 cuando la doctora García se juramentó en un sobrio acto.

El Comité quedó profundamente impresionado por la amplia experiencia de la abogada García, su energía y su capacidad de liderazgo -dijo Timothy Fisher, presidente del Panel-. Se ha ganado elogios de todos los que han tratado con ella y aporta un gran conocimiento del funcionamiento de los tribunales federales y una profunda comprensión de experiencias de las partes con el sistema de justicia. La abogada García será una gran adquisición para el Tribunal de Distrito de Connecticut”.

Los jueces magistrados son jueces de tribunales federales de primera instancia que son designados por períodos de ocho años. Desempeñan un papel vital en el trabajo de los tribunales federales al ayudar a los jueces de Distrito en una variedad de asuntos previos al juicio y otras actuaciones preliminares.

Como se puede observar, el proceso para la selección de la ahora jueza García fue basado en sus méritos profesionales -sistema meritocrático- lo que hace suponer que en el ejercicio de sus delicadas funciones como administradora de justicia se desempeñará con independencia e imparcialidad, y con convicción y vocación,  porque, como ha dicho de ella Stefan R. Underhill, Chief United States District Judge, la doctora García está “( … ) profundamente comprometida con la justicia. Como abogada privada, tiene experiencia en el mundo real representando particulares y empresas ante los tribunales. Estamos emocionados de darle la bienvenida a las filas de la justicia en nuestro Distrito”.

La doctora García, venezolana-estadounidense, sabrá cumplir con su cometido y con su conducta coadyuvará en el mejoramiento del sistema de justicia norteamericano que así lo requiera, pues como decía José Gabriel Sarmiento Núñez,  “…no se olvide, ni por un momento, que una judicatura vigorosa, independiente y digna, es requisito indispensable y consustancial para la existencia misma de una sociedad respetuosa del régimen democrático de derecho”; además, al igual que numerosos compatriotas que se encuentran fuera de las fronteras patrias, ella viene a ser otra representante del gentilicio venezolano que, gracias a sus condiciones personales y profesionales, se ha distinguido  en el extranjero.