En estos momentos en los que el chavismo da muestras de estar realizando una verdadera cacería de brujas interna y de estar dividido, no hay que confiar demasiado en esas acciones. Se trata de una maniobra para intentar limpiar su imagen, sacrificar algunas fichas de sus filas y poder seguir adelante con su plan de realizar unas elecciones fraudulentas en 2024.
La mayoría de los medios de comunicación que reseñaron la situación han dedicado mucha atención a la caída en desgracia de Tareck el Aissami; sin embargo, sólo el tiempo dejará saber si efectivamente el exministro salió definitivamente del terreno de juego. No es la primera vez que el chavismo realiza tretas para distraer al pueblo.
De momento, El Aissami renunció a su cargo de ministro de Petróleo y respalda las supuestas investigaciones que realiza la dictadura de Maduro para descubrir a los corruptos.
Mucha gente da a El Aissami por acabado, pero con el chavismo nada es lo que parece y no podemos creer lo que el régimen intenta vendernos.
El Aissami es uno de los personajes que más acumuló poder con el chavismo, cuesta creer que realmente se deshagan de él. Aunque son muchos los señalamientos que pesan sobre su persona, es probable que finalmente el tiempo deje ver que todo fue una cortina de humo para continuar con los objetivos de sometimiento que la tiranía tiene diseñados para Venezuela.
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