Yo no sé si Sánchez dijo consciente o inconscientemente en el Comité Federal del PSOE del pasado sábado que, si hace falta, gobernará al margen del poder legislativo. Quizá se le escapó. Pero ya se sabe que, a este presidente, el que le traicione el subconsciente, no tiene graves consecuencias para él, pues el Equipo Nacional de Opinión Sincronizada le ampara siempre. Da igual la barbaridad que diga.
El martes ya vimos el primer ejemplo con el debate de la Proposición No de Ley (PNL) del PP para reconocer la victoria electoral de Edmundo González Urrutia. A pesar de muchas otras desavenencias con el PP y aunque solo fuera por el segundo apellido, nunca dudé de que el PNV anunciaría su apoyo a la propuesta que fue aprobada ayer en la votación. Es cierto que al ser una PNL lo que se aprobó no es de obligado cumplimiento. Yo apostaría a que si lo fuera este Gobierno tampoco lo ejecutaría porque Sánchez ya nos ha anticipado cuál va a ser su actitud frente a los resultados parlamentarios adversos. Y siempre buscará trámites y trucos para demorar el cumplimiento de lo acordado en las Cortes.
Creo que el mejor resumen de la situación que vivimos lo publicó en ABC José María Nieto en su genial viñeta «Fe de ratas». Nieto fue descubierto para ABC por mi llorado colega Manuel Erice, que fue subdirector del diario y corresponsal en Washington antes de sucumbir a la enfermedad muy joven. En la viñeta del martes se ve a un Pedro Sánchez en la cama, de noche, que sufre la pesadilla de que se le aparece el fantasma de Franco y dice «¡Las vueltas que da la vida! Yo tenía una dictadura al servicio de las democracias y tú tienes una democracia al servicio de las dictaduras». Exacto.
Ante esa contraposición que resume tan bien una parte relevante de las políticas de Franco y Sánchez, hay que sacar una conclusión que es muy preocupante. Francisco Franco trabajó con las democracias y España acabó siendo una democracia. En cambio, Pedro Sánchez trabaja con las dictaduras, lo que nos va a acabar llevando a ser… Los indicios de deriva autoritaria del Gobierno español son crecientes, como estamos viendo con la ocupación de todos los resortes del poder y los intentos de mitigar el contrapoder de los medios de comunicación. Aunque sea comprándolos de una u otra forma. Que es exactamente lo que hizo Hugo Chávez con bastantes medios y los que no pudo comprar los acabó cerrando, como la edición en papel de El Nacional, de Miguel Henrique Otero.
En esta hora en que el Gobierno al completo, sin una sola excepción, está entregado a defender los intereses de la dictadura venezolana se acrecienta la impresión de que todos los pasos que va dando Pedro Sánchez van en la misma dirección que los que dio Hugo Chávez, que empezó llegando al poder por la vía democrática y ha llevado a Venezuela a donde la vemos hoy.
Artículo publicado en el diario El Debate de España