OPINIÓN

Una década perdida: empleo femenino retrocede en América Latina

por Moris Beracha Moris Beracha

covid-19

Atrás, muy atrás, quedaron las conquistas laborales de las mujeres en América Latina, como consecuencia de los estragos causados por la pandemia en la región. Al parecer, diez años de logros se perdieron en la batalla contra el covid-19.

De acuerdo con el más reciente informe de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe de la ONU (Cepal), las latinoamericanas perdieron una década de avances en materia laboral. Calcula que al finalizar 2020, otras 23 millones de mujeres ingresaron a la condición de pobreza, para así totalizar 118 millones en ese estatus.

Históricamente, la tasa de desocupación en la región de las mujeres es más alta que la de los hombres y la situación ha ido incrementándose con la aparición del covid-19. En total, la tasa de desempleo fue de 12% en 2020. En ese periodo se registró “una contundente salida de mujeres de la fuerza laboral, quienes, por tener que atender las demandas de cuidados en sus hogares, no retomaron la búsqueda de empleo», según el informe.

En lo que corresponde a los índices de participación laboral de las mujeres en Latinoamérica, estos bajaron drásticamente en el mismo lapso: hasta 46%, frente a 69% de la participación masculina. 56,9% de las féminas en América Latina y 54% en el Caribe están trabajando en sectores en los que se prevé un mayor impacto negativo en términos de empleo e ingresos debido a la pandemia.

Según la Cepal, el cierre de fronteras, las restricciones a la movilidad, la caída del comercio internacional y la paralización de la actividad productiva interna han impactado en las trabajadoras y empresarias vinculadas a los sectores del comercio, turismo y manufactura. Para citar un ejemplo, en lo que corresponde al sector del turismo 61,5% de los puestos de trabajo están ocupados por mujeres. En el Caribe, una de cada 10 trabajadoras se concentra en este sector.

Reforzar las políticas de empleo y asegurar a las mujeres participación en los sectores dinamizadores de la economía en condiciones de igualdad con respecto a los hombres son algunas de las recomendaciones de la Cepal para minimizar el impacto y asegurar la reactivación del empleo.

Asimismo, es preciso promover espacios de inclusivos en proyectos de transformación digital, “que garanticen el acceso de las mujeres a las tecnologías, potencien sus habilidades y reviertan las barreras socioeconómicas que estas enfrentan, de manera de fortalecer su autonomía económica”.

Solo de esa manera un mayor número de mujeres podrán salir de la pobreza y tener acceso a mejores condiciones de trabajo en una región que como la latinoamericana evidencia altos índices de brechas sociales y de género.