Nos acercamos al acto de votaciones y de elección del próximo presidente de la República. Ciertamente, ambos procesos, en simultáneo, programados para el domingo 28 de este mes.
Aunque los señalados desenvolvimientos han transcurrido con desequilibrios, persecuciones y descarado ventajismo por parte del oficialismo; no obstante, se ha impuesto cívicamente el ímpetu de un pueblo dispuesto a recobrar la institucionalidad del Estado venezolano; presto a reimplantar las condiciones de derecho en libertad y dispuesto a reconquistar un sistema de plena democracia.
Se escucha en toda Venezuela un grito prístino que exige libertad; que dice ya basta de tantas tropelías, corruptelas e ineptitudes.
Hemos tenido situaciones atípicas tanto en la forma de llevarse la campaña como en el fondo e intencionalidad para alcanzar los resultados.
A pesar de lo precitado, tales innovaciones y creatividades –casi que de última hora– no han causado mella para que la población se manifieste sin ataduras.
La gente se sobrepuso a las vulgares trabas, a los ridículos obstáculos.
Tal vez, el elemento más protuberante –que sobresale- consiste en la abrumadora mayoría de la población inclinada para respaldar, sin miedo ni aprehensiones, hacia la candidatura de la oposición representada por el eminente diplomático Dr. Edmundo González Urrutia, quien ha recibido a su vez el endoso del absoluto liderazgo de María Corina Machado; considerada –lejos de cualquier endiosamiento o elevada a pedestal- la compatriota que supo inteligentemente diseñar y ejecutar las estrategias de liberación de nuestro país en este tramo aciago.
María Corina y Edmundo formaron un extraordinario equipo de complementación en el activismo político. Ya recorriendo Venezuela llevando un mensaje preclaro liberador, el caso de ella; o vinculándose con los sectores más representativos de la sociedad, como elogiadamente lo ha hecho él. Entre ambos sintetizaron la reconfiguración de un país anhelado de cambios y transformaciones integrales.
Nos satisface reconocer que Venezuela ha respondido, como efectivamente se esperaba; tanto que al día de hoy el análisis objetivo que hemos hecho a los resultados de las encuestas realizadas por parte de las 8 empresas más creíbles y prestigiosas, arrojan las cifras con base en 82% de intención de participación del electorado interno, cuyo promedio queda de la siguiente manera: Edmundo González 71,9% y Nicolás Maduro 14,9%, los demás candidatos no alcanzan a 4%.
Dicho más claro, se aproxima –hipotéticamente- una avalancha de votos favorables a la oposición venezolana; entendiendo que tal hecho no basta en sí mismo.
Se requiere un milimétrico carácter organizativo a través de los testigos; también de quienes asuman responsabilidades logísticas; y por supuesto, la disposición indiscutida para la defensa de los votos.
Vamos a demostrarle al mundo que a pesar de los extravagantes y groseros discursos amenazantes ya conocidos que buscan atemorizar o provocar abstención, los venezolanos daremos una lección de civilidad y respeto, conforme a los resultados transparentes y creíbles.