OPINIÓN

Un venezolano en Ucrania

por Rodrigo Figueredo Rodrigo Figueredo

Es mi tercer día en Kyiv y hoy voy a conocer al famoso comandante José David Chaparro, un gocho tachirense que está casado con una ucraniana y que se ha convertido en un misterioso y simbólico protagonista de la resistencia de Ucrania por haber públicamente dicho que se sumaba al esfuerzo de defensa desde el primer día de la invasión rusa. Su contacto me lo pasó un amigo común, periodista y politólogo de confianza. Lo único que sabía de él antes de conocerlo eran sus apariciones en artículos y medios relatando el hecho que había tomado la decisión, cuando empezó la invasión a Ucrania, de unirse y participar en la defensa del país y de algunas de sus actividades que habían sido comunicadas públicamente. Me llamó la atención ver cómo siente a la par a  Venezuela y Ucrania en su corazón, una cosa, entre otras, que vendría a ver después de que compartimos y lo conocí mejor. Antes de esto había visto en redes que había luchado y participado en esfuerzos y dinámicas humanitarias. Me voy curioso y sin prejuicios a conocerlo en un café cerca de la plaza Maidan, estoy pensando que de verdad en este viaje hay ideas, vibraciones y estrellas que se están alineando con una desconcertante facilidad y simple evidencia.

Conozco a José David frente al famoso autobús rojo inglés de Kyiv, empezamos una conversación amena y profunda sobre nuestros caminos y el porqué estamos ahora dos venezolanos en Ucrania hablando de cómo podemos rehacer  el mundo. Después de un tiempo llegan amigos suyos ucranianos de diferentes componentes de la sociedad que toman decisiones en el país. Estamos en pocas horas trabajando en serio estrategias y tácticas para apoyarse mutuamente en el esfuerzo de defensa de los ideales de democracia y de libertad. Uno de ellos me dice que no solo un ucraniano acompañó a Bolívar en la guerra de la Independencia, sino que también Francisco de Miranda estuvo en Ucrania. Desconocía ambas cosas y directamente entiendo el sentimiento y voluntad de compartir historia y posición común ante el mundo, a pesar de nuestras diferencias. Gracias a Dios, José David habla ucraniano perfecto y hace las traducciones entre las partes. Compartimos una cantidad de información y entendimiento de lo que se puede y debe hacer para apoyarnos en esta lucha que es la misma. Quedo con José David en que nos volveríamos a ver al día siguiente para que me presente a «los chamos» del Batallón Bolívar al mismo tiempo que me enseña un parche militar que figura la mitad de la bandera de Venezuela y la mitad de la bandera de Ucrania! Estoy impactado, aunque no sorprendido, de hasta qué punto esto es significativo y que las estrellas se están alineando solas, al mismo tiempo que me pregunta si tengo algún uniforme en el cual se pueda adherir el significativo parche.

Quedamos en reunirnos un día después en la plaza que está frente al Convento de San Miguel de los Domos Dorados de Kyiv. En esta plaza están expuestos tanques y equipos militares rusos destruidos como trofeos y recordatorios de la guerra. El contraste entre el anaranjado oxidado de estos ataúdes choretos de metal doblado en unas posiciones que emanan caos y la belleza de la Iglesia Ortodoxa con sus domos dorados, los edificios históricos y nuevos de la magnífica Kyiv es aturdidor. Llega el comandante José David acompañado de 5 voluntarios de diferentes países y me anuncia que la idea es simple, recibirme y que me una al Batallón Bolívar, una especie de bienvenida a la familia que se está formando, que estamos formando. ¡Entre los voluntarios hay un español, un brasileño, un boliviano y un japonés! Yo le propongo que hagamos un video simple en el cual se haga el «rito» in situ de manera espontánea y no tan formal, teniendo igual en mente lo solemne del acto. Grabamos el video en menos de dos minutos. Se siente extraordinariamente bien cuando encuentras a personas que comparten un compromiso y una visión clara de las cosas que hacen gentilicio, historia y patria. Honestamente, me sentí honrado y acusé al mismo tiempo un peso muy grande que te obliga a la humildad. El comandante José David Chaparro puso ese emblema que simboliza lo que es una sola y misma lucha para ambos países y pueblos: la lucha por la libertad.

Estoy aquí con la idea e intención clara de ayudar como pueda y en lo que pueda. Así que aprovecho esta situación para hacerle unas microentrevistas a dos de los voluntarios del Batallón Bolívar en formación y formalización clara a partir de ese momento. Me surge la idea de grabar un video corto para redes sociales con una pregunta simple para empezar; primero al brasileño, al que le pregunto, después de hacerle una introducción,  ¿por qué estás en Ucrania? Esa misma pregunta se la hago al español, un voluntario de nombre código «Manny», que resulta ser una persona con un espíritu caballeresco, con mucha empatía, moral, ética y corazón, que dejó atrás condición cómoda para venir aquí a defender a todos los débiles/víctimas en particular y al mundo libre en general. Aprovecho ese material y se lo mando a mis amigos que tienen alta capacidad de impacto en redes sociales, para que lo compartan de manera exclusiva. Yo, por mi parte, publico en mi cuenta el video de creación y recibimiento al Batallón Bolívar; la noticia le llegó a venezolanos dentro y fuera del país como un mensaje de orgullo, honor y esperanza en que existe gente comprometida y con la voluntad y principios de defender y luchar por lo que es justo.

Batallón Bolívar

La idea es inspirar el sublime aliento que al pueblo infundió, donde quiera que sea,  recuperar nuestra identidad, símbolos patrios y ocupar un lugar en el lado correcto de la historia. El Batallón Bolívar es un contraste con la usurpación y abuso que sufre Venezuela con el régimen que manipula y revisa de manera vil el legado del Libertador Simón Bolívar. Zelenski hace unos meses en un tuit preguntó, en lo que concierne la guerra en Ucrania, ¿de qué lado estaría Bolívar? Y como humilde criollo heredero de mi antepasado el coronel Fernando Figueredo, que acompañó en la guerra de la Independencia al Libertador y yace en el Panteón Nacional, un venezolano en Ucrania respondió.