Situación de posible acuerdo de paz de Israel en Gaza
En resumen Israel “luce” cediendo en Gaza pero en realidad su posición está fortalecida en el marco estratégico, por haber colocado contra las cuerdas a Irán, derrotado totalmente a Hezbolá y diezmando a Hamás. Atención muy especial a Arabia Saudita y el “blanqueo” de la interacción de ya mucho tiempo con Israel. De todos los hotspots que hereda Trump del ponderado “estadista” Biden es el de Oriente Medio el más sencillo de enfriar, fundamentalmente por la posición de preeminencia estratégica que Israel generó a pesar de todos los pronósticos en contra, incluso de analistas del realismo muy “contaminados” de antisionismo como John Mearsheimer.
¿Puede Trump lanzarse a confrontar a la vez con Rusia y China?
Al respecto, semanas atrás advertí que hay analistas en Europa que creen que ello será así y de allí el término “dragon-bear” que emplean para bautizar esta nueva Guerra Fría 2.0; desde una perspectiva china, esa situación sería algo muy próximo al “mejor de los mundos”: si bien China, lo hemos dicho muchas veces, no tiene a lo militar como la principal herramienta de su política exterior, sin dudas que Estados Unidos “divida” esfuerzos confrontando con Rusia y China es en términos estratégicos una ventana de oportunidad para los chinos, pues ustedes mis lectores saben del esfuerzo que tiene que enfrentar Estados Unidos para renovar su arsenal nuclear (alrededor de 25 años) y el que requiere readecuar sus capacidades militares convencionales. Todo ello tendrá mayores dificultades si tiene que hacerse mientras se tiene a dos Grandes Potencias nucleares como potenciales enemigas y que operan las mismas casi al unísono (regalo envenenado del gran “estadista” Biden).
Desde una perspectiva realista hecha desde Estados Unidos, tener a China y Rusia actuando como aliadas entre sí es el peor de los mundos, y algo que debiera de evitarse. Sin embargo no podemos dejar de tener en cuenta que a veces las Grandes Potencias no hacen lo que mejor necesitan sino que actúan por una inercia que han adquirido y de la cual no pueden desviarse sin pagar costos políticos. Pensemos que si Estados Unidos acuerda con Rusia el fin de la guerra en Ucrania, ello necesariamente sucedería dejando a la OTAN en una situación de enorme precariedad, una casi cercana a su disolución y ni hablar el estado en que Ucrania quedaría. Todo ello por años de haber mentido sobre todo el asunto, pero ese no es el punto sino que Estados Unidos y la OTAN se mostrarían como actores incapaces de evitar que Rusia logre sus objetivos en Ucrania, y quizás esos costos sean unos que Trump no esté dispuesto a pagar.
Sigo creyendo que quizás Trump patee el tablero y del laberinto estratégico en que el aclamado “estadista” Biden lo dejó salga por arriba, cierre la guerra europea y busque un acuerdo de seguridad europeo que contemple las necesidades de todos y no sólo los de la OTAN. Sin embargo debo mencionar que existe la posibilidad que ello no ocurra y esa Guerra Fría 2.0 sea una que responda al binomio “dragon-bear”. De así ocurrir, volveremos a navegar aguas todavía más desconocidas, pues Estados Unidos enfrentaría a dos grandes potencias que juntas superan por mucho en capacidades nucleares a la principal potencia de Occidente. Nada bueno puede surgir de ello. No sé si existe manera de mesurar el daño geopolítico que causó Biden al mundo, y si finalmente se concreta una guerra fría con Rusia y China su legado será mucho peor.
Cerramos con la acostumbrada recomendación de textos de nuestra “inútil biblioteca”: AFIRMACIONES PÚBLICAS por Henry Kissinger, en este breve e importante libro, Kissinger reunió una serie de declaraciones, artículos, discursos y escritos premonitorios desde 1977 a 1980, acerca de diversos temas de política internacional sobre los que quiso dejar fijada públicamente su posición personal. Habló de temas como los Derechos Humanos, el futuro de la OTAN, la política en el Oriente Medio, la detente con la URSS, la geopolítica del petróleo y el pasado, presente y futuro de la política exterior norteamericana, revelando la enorme capacidad de juicio que Kissinger tenía en materia de política internacional. Un libro de notable interés por su vigencia aún casi cinco décadas después; LA VERDADERA GUERRA por Richard Nixon, en este libro, el ex presidente de los Estados Unidos Richard M. Nixon, y uno de los hombres que, en el ámbito mundial, más documentada y seriamente podía hablar de este tema, gracias a su experiencia única, nos descubre aspectos desconocidos de la lucha en que el mundo está empeñado desde mediados del siglo XX, y resume la realidad política mundial de forma sorprendente y reveladora. Planteaba Nixon en 1980 que en gran medida esta guerra también es secreta, y se libra en las Embajadas, en los centros de espionaje, en los consejos económicos, en las Universidades. Señalaba que por el momento, Occidente está perdiendo la guerra a pesar de que puede ganarla. Sin embargo, es posible que, cuando Occidente decida poner a contribución cuantos medios tiene para garantizar su supervivencia, sea demasiado tarde; EL PARLAMENTO DE LA HUMANIDAD por Paul Kennedy, a lo largo del siglo XX tomó cuerpo una iniciativa única en la historia de la humanidad. Los Estados, que desde Tucídides hasta Bismarck se habían caracterizado por su aspiración a la soberanía y la independencia, se unieron gradualmente para crear organizaciones internacionales con el fin de promover la paz, impedir las agresiones, regular los asuntos diplomáticos, elaborar un código legal internacional, fomentar el desarrollo social e inspirar un mundo de prosperidad. Así, y trás muchas vicisitudes, nació la ONU. Este trabajo de Paul Kennedy, uno de los historiadores con mayor prestigio de la actualidad, analiza esta estructura política fundamental del siglo XX desde las formas iniciales de organización internacional y sus funciones en el mundo de la posguerra hasta los principales acontecimientos y los problemas geopolíticos actuales, para proponer cómo debe transformarse la institución (frente a las nuevas amenazas para la seguridad internacional y el impulso del mundo global) durante el siglo XXI, pues es una urgente responsabilidad colectiva lograr que este «Parlamento» mundial de Estados funcione lo mejor posible ante los retos del futuro.
@J__Benavides
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