Los expertos en la ciencia política suelen realizar elucubraciones destinadas a ubicar en categorías a las diferentes clases de democracia y de allí llegan a la conclusión de que Venezuela es una “democracia autoritaria”. Con el debido respeto a dicha especialidad en la que militan muy distinguidos amigos, creemos que la situación actual de Venezuela ya ha dejado de ser lo que ellos así denominan y es hora ya de que llamemos a las cosas por su nombre, sin eufemismos. “Democracia autoritaria” es como decir “blanco negro”, o sea, un contrasentido. Venezuela es simple y llanamente una dictadura que exhibe todas las características de tal, cada vez con mayor nitidez y desvergüenza. Veamos algunas realidades que existen y que sin embargo son silenciadas por la hegemonía comunicacional que, entre otras cosas, bloquea la libre lectura por Internet de este periódico cuyos contenidos no son de su gusto y al que han robado sus activos a través de la manipulación de una justicia complaciente con el dictado del poder.

En esta misma semana se ha perpetrado un acto miserable por parte de un otrora respetado canal de televisión (Globovisión), que a toda velocidad sucumbió a las presiones para despedir a un entrevistador de su plantilla tan solo porque “apuró” a un pobre diputado chavista que no atinaba a armar algún argumento en su denodado esfuerzo por justificar las “realizaciones” de la tal revolución (con minúscula). El infeliz hombre hasta pretendió ignorar o justificar aquella histórica promesa hecha en 2006 por el comandante eterno de que pronto el río Guaire estaría apto para bañarse (https://www.youtube.com/watch?v=JTpxqRkrZbI). El Sena, en París, ya ha sido descontaminado y se espera que sea escenario de las competencias de natación en las venideras Olimpíadas de 2024).

La libertad sindical otrora utilizada por el régimen para fustigar a los empresarios hoy se exhibe con severas condenas a prisión para dirigentes que en vez de reclamar a empleadores privados han tenido la valentía de hacerlo frente al patrón Estado.

La justicia es administrada por jueces -y juezas- que sin el menor atisbo de vergüenza realizan actos procesales con un detenido, el capitán Rafael Acosta Arévalo tan torturado que a poco de concluir la audiencia fallece  (junio, 2019) o la reiterada mil y una vez posposición de las audiencias del periodista Roland Carreño,  o las fantasiosas acusaciones emitidas por el fiscal general Tarek William Saab por traición a la patria, promoción del odio y demás  cargos inventados.

Esta misma semana ha tomado estado público la acusación al dirigente Antonio Ledezma, a quien se le atribuye que en entrevista concedida en Miami a una conocida periodista lo editaron y envolvieron para que -sin demora- el mismo fiscal abra averiguaciones y de una vez se pida su extradición a España y se ordene el allanamiento de su vivienda y oficinas desocupadas hace al menos seis años, desde que el exalcalde se fugó del arresto domiciliario.

A María Corina Machado ninguna línea aérea le vende pasajes por orden del gobierno y además le dificultan sus desplazamientos internos sabiendo que adonde vaya atrae multitudes. De paso, hace varios años la inhabilitaron por un año y de golpe ahora aparece un funcionario subalterno de la Contraloría firmando una inhabilitación pirata adicional  por quince años con el fin de sacarla del juego electoral que va ganando por amplísimo margen.

Hablando de Contraloría, ayer la prensa nos informó de la escogencia de los nuevos rectores del Consejo Nacional Electoral que tendrá a su cargo la organización y realización de las elecciones generales de 2024. El presidente del organismo “árbitro” será nada menos que el actual contralor, Elvis Amoroso, militante certificado del oficialismo (zamuro cuidando carne), quien será acompañado por nada menos que la viuda de Darío Vivas, un desaforado reconocido por su discurso de odio e intolerancia. Completan  otros  desconocidos señores cuyas credenciales no se ajustan a la ley que exige carencia de militancia partidista. Habrá que prepararse para escuchar la nueva versión de la “tendencia irreversible” que consagró la finada Tibisay a lo largo de tantos eventos. Será que Don Elvis abrirá  a tiempo el registro cerrado por años para que aproximadamente 10 millones de jóvenes se inscriban para votar? Se aceptan apuestas.

Lo anterior se ha reseñado sin olvidar todo lo que dice el Sr. Diosdado Cabello en su impresentable programa televisivo, lleno de mentiras, difamaciones, crucifixiones políticas etc. Sin ignorar tampoco las detenciones arbitrarias, torturas y el reciente circo del desfile de corruptos con braga naranja, exhibidos como  artífices de una madeja de corrupción cuyo monto bate récord mundial, desde el saqueo de Pdvsa hasta la marramucia con las “criptomonedas” . Del teatro no se salvó ni el gato.

Naturalmente, no es cuestión de seguir con una lista interminable, aunque tampoco estaría fuera de foco preguntar qué es de la vida (si es que está vivo)  de Tareck el Aissami, cuya fulgurante carrera se truncó de un día para otro.

Así y todo quienes despachan desde Miraflores aspiran -y parecen bien encaminados- a conversaciones con el gobierno de Estados Unidos con el objeto de flexibilizar las sanciones  impuestas a Venezuela y a una larga lista de personas. El gobierno de Mr. Biden y la Unión Europea piden muestras de que habrá una elección limpia en 2024 como condición para la flexibilización. Los “próceres bolivarianos” exigen al revés, primero quitar las sanciones y “después veremos… yo te aviso chirulí”. Acto seguido el psiquiatra-legislador anuncia que ni pensar en observadores ni cosas de esas que garantizan transparencia electoral al tiempo en que su hermana aterriza en Bruselas recitando la letanía de siempre que nadie, absolutamente nadie, creyó.

Entretanto, el apoyo a Rusia, China Irán, Siria, Norcorea, Cuba, Nicaragua & Cía. coloca a Venezuela en la lista de los “chicos malos” abjurando de nuestra herencia occidental para unir fuerzas con los peores violadores de derechos humanos del planeta, solo le falta Myanmar. Pero… los dolarcitos, verdes ellos, vendrán del norte, del “imperialismo rapaz” por la vía de Chevron, Repsol, Eni y otras empresas “socialistas” que puedan proveer la caja para seguir atornillados.

Este columnista entiende que el panorama  reseñado,  aún incompleto como es, no parece apto para promover el impulso necesario para lograr los cambios que se precisan. Así y todo procuremos aportar el empujón que aún hace falta. En Argentina lo acaban de medio lograr; en Paraguay, Uruguay, Guatemala, Chile y otros parecen ir por buen camino. ¿Por qué nosotros no?

@apsalgueiro1


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