El gobierno de Maduro solicitó recientemente ayuda al Fondo Monetario Internacional por valor de 5.000 millones de dólares, para hacer frente a la pandemia del covid-19. El FMI, por su parte, respondió que no estaba en condiciones de considerar esta solicitud, por no estar el gobierno de Maduro claramente reconocido por parte de la comunidad internacional.
La primera conclusión de este triste episodio es que Maduro reconoce que el pueblo venezolano necesita esta ayuda financiera para hacer frente a la crisis del coronavirus. Y que, además, debido a su gobierno, esta ayuda es bloqueada por parte del FMI. En otras palabras, si hubiera otro gobierno, la ayuda sí que llegaría al pueblo venezolano.
La Organización Panamericana de la Salud considera a Venezuela uno de los países de Latinoamérica en los que la propagación del virus conlleva un mayor riesgo. El sistema sanitario venezolano sufre grandes carencias y uno de cada tres habitantes de Venezuela se encuentra en situación de inseguridad alimentaria y, por tanto, de riesgo.
La ayuda que necesita Venezuela iría dirigida a robustecer significativamente los sistemas de detección y respuesta de esta enfermedad, así como para fortalecer el sistema de salud local. Según una encuesta realizada recientemente, 71% de los hogares no recibe servicio de agua o es de muy mala calidad. Además, existe una crisis hospitalaria y en los recintos médicos tampoco hay jabón.
Estos fondos, evidentemente, no deberían dirigirse a otros fines que no fueran los de la lucha contra el covid-19. La situación económica de Venezuela ha sufrido tremendamente en los últimos años y la caída del precio del precio del petróleo no ayudará.
Es por esto que el gobierno de Maduro tampoco tiene la credibilidad suficiente frente a las autoridades internacionales, pues aunque se debe presumir la buena intención del gobierno actual del posible uso del dinero del FMI, también podría destinarlo para otros fines.
Guaidó, que ha pedido que se acepte ayuda humanitaria, ha venido reclamando un gobierno transitorio antes de unas elecciones libres en Venezuela. Este sería, por tanto, el mejor momento para un gobierno de estas características, apoyado por el régimen de Maduro y también por la oposición.
El patriotismo no solo se demuestra colgando fotos de Simón Bolívar. El verdadero patriotismo se demuestra tomando decisiones en común en momentos en que el país lo necesita. Estados Unidos ha conseguido aprobar un paquete de medidas sin precedentes, de ayudas para luchar contra el covid-19, con el acuerdo de los partidos Republicano y Demócrata. Ese es el ejemplo que se debe seguir.
La forma de articular un gobierno de estas características no sería fácil, debido a la ruptura institucional que actualmente existe en Venezuela. Sin embargo, con el acuerdo y la voluntad de la oposición y el gobierno, se podría llegar a un acuerdo, sin duda alguna. Es momento de pensar en el pueblo y no en la política.