OPINIÓN

Un escenario posprimaria: sacar la garrapata completa

por Gustavo Coronel Gustavo Coronel

La técnica de escenarios, ampliamente utilizada en politología, llama a la estructuración de varios escenarios y a la asignación de un factor de probabilidad para cada uno, así como a un examen de los factores que podrían hacer posible el resultado preferido.

En este artículo hablaremos de un escenario preferido y de la posibilidad de que pueda ser concretado. Lo llamo sacar la garrapata completa, título poco romántico pero bastante descriptivo de lo que propongo.

Cuando fui geólogo de campo, entre 1955 y 1958, mi caporal, hombre ducho en la vida en el campo, me aconsejaba sobre cómo llevar a cabo eficientemente el diario ritual de quitarme las garrapatas que habían encontrado alojamiento en mis piernas o torso durante mis marchas por los montes venezolanos. Dejarlas dentro del cuerpo era correr el serio riesgo de sufrir graves dolencias.

Me decía: “Use las pinzas para agarrar la garrapata y vaya jalándola poco a poco, a fin de asegurarse de que salga completa. Si usted deja parte de la garrapata adentro no habrá resuelto su problema. Peor, se le podrá infectar la zona. Luego de asegurarse de que toda la garrapata ha salido, limpie la zona bien con alcohol”.

Maduro y su pandilla son una tribu de garrapatas incrustadas en el cuerpo social venezolano, transmitiéndole sus venenos e inmundicias y chupando la sangre de la nación. Después de 23 años de este asalto inmisericorde, el país parece haber perdido mucha de la voluntad y energía necesarias para sacarlas eficientemente de su cuerpo. Sin embargo, esto será indispensable si se quiere recuperar efectivamente el cuerpo de la nación. Si una parte de las garrapatas permanece adentro, ahíta de sangre, rozagante, no habrá curación. Una remoción parcial de las garrapatas solo daría una falsa sensación de logro, sería un autoengaño que permitiría al insaciable chupador mantener sus garras sobre la sociedad venezolana.

¿Cuáles son las fuerzas que ayudan a las garrapatas a  mantenerse chupando nuestra sangre? ¿Cuáles son las fuerzas que podrían ser decisivas para lograr su efectiva erradicación?

Fuerzas pro consolidación del régimen venezolano

(No necesariamente en orden de importancia)

  1. Las garrapatas mismas: la fuerza con la cual se aferran al cuerpo.

Así como las garrapatas intuyen que su expulsión del cuerpo invadido representa su muerte, así mismo el régimen en el poder comprende que su expulsión equivale a su muerte política y  al castigo de sus líderes. De allí que se aferren,  como verdaderas garrapatas, al poder, para lo cual mantienen una cierta unidad, ya sea real como ficticia, a fin de demostrar fortaleza. Los principales grupos criminales: el clan Maduro, la tribu Cabello, el clan El Aissami, la pandilla de charreteras de Padrino López, el tren de los hermanos Rodríguez, forman alianzas, coaliciones de circunstancia, desconfían los unos de los otros y viven el día a día de manera azarosa. Hasta ahora han mantenido una fachada de unidad que ayuda a su permanencia en el poder.

2. Sus aliados regionales más cercanos: saben que la caída del régimen venezolano también representaría su debilitamiento propio y hasta probable colapso. Cuba, Nicaragua, Evo Morales en Bolivia, el kirchnerismo argentino, el Correísmo en Ecuador, Lula en Brasil, Petro en Colombia,  mantienen apoyo de diversos matices al régimen venezolano, aunque – realmente – los únicos aliados realmente contributivos parecen ser Cuba y Nicaragua, ya que los demás ejercen su apoyo en un plano más discreto y puramente verbal. Cuba tiene su suerte estrechamente enlazada con la del régimen venezolano, hasta tal punto que difícilmente podría escapar sin grandes daños el colapso del chavismo.

3. Aliados geopolíticos más distantes: Irán, China y Rusia, los grupos terroristas palestinos, Corea del Norte. Entre estos aliados el grado de compromiso es variable. Irán es probablemente el país que tiene lazos más estrechos con Venezuela por los antecedentes petroleros e intereses mutuos de tipo comercial y político, aunque sus lazos son puramente de conveniencia, porque poseen culturas muy diferentes. China continua expresando su solidaridad con el régimen de Maduro pero de manera discreta y poco entusiasta. China tiene casi 15 años de relaciones con el régimen, recibiendo golpe tras golpe como único pago a sus esfuerzos de ayuda, debido a la irresponsabilidad, corrupción  e  ineficiencia del régimen chavista. La debacle de mil millones de dólares con Ferrominera en 2010 (involucrando a Rodolfo Sanz, la embajadora Rocío Maneiro, Edmeé Betancourt y todo el tren chavista), los fracasos en serie de plantas comerciales  que nunca se materializaron, el cuantioso préstamo de $65.000 millones dados al país/Pdvsa, dinero despilfarrado por Chávez y Maduro que aún no ha sido totalmente recuperado han convertido a China en un aliado a regañadientes del régimen venezolano. Igual puede decirse de Rusia, cuyos problemas internos actuales limitan severamente su capacidad de ayuda militar y comercial al régimen venezolano. Los otros aliados mencionados son de circunstancia y, en especial, el terrorismo islámico está hoy en urgente necesidad de la ayuda chavista, en lugar de ser de ayuda.

4. Factores económicos que se han convertido en aliados de circunstancia para el régimen. En especial nos referimos a las remesas que los venezolanos envían a sus familiares en Venezuela, las cuales suman unos $2.000-3.000 millones este año. Esa inyección de dólares a Venezuela actúa a favor del régimen, bajando la presión sobre sus propios recursos de divisas, aunque esa no sea la intención.

5. La falsa o blandengue oposición como aliada del régimen. A medida que transcurren los años parte de lo que representó en su momento una oposición militante en contra del chavismo, con abundancia de manifestaciones de calle y otras acciones, se fue aquietando y fue cundiendo el desánimo entre los miembros menos vigorosos de la oposición. Las primeras indicaciones de lo que sería una entrega progresiva estuvieron disfrazadas de llamados a la sensatez, a la búsqueda exclusiva de una vía pacífica y constitucional  –decían– solo representado por el voto, tildando de radical cualquiera alternativa de resistencia cívica, y catalogando a sus defensores como sedientos de violencia y de sangre. Estos llamados a la conciliación, al diálogo entre hermanos, comenzaron como una tendencia de buena fe, pero han terminado como máscara que esconde la coexistencia pacífica con el régimen, incluyéndose pedidos o aceptación de cuotas de poder dentro del sistema autoritario. Los representantes más notorios de esta tendencia incluyen a Manuel Rosales y Henrique Capriles, junto a líderes menores como Stalin González, Luis Ratti, José Brito, Bernabé Gutiérrez y algunas arcaicas figuras como Claudio Fermín y Timoteo Zambrano. El reciente documento de Henrique Capriles retirando su candidatura de las primarias al acatar su “inhabilitación”, a la cual -paradójicamente– considera arbitraria, mientras llama a una vía  “pacífica y electoral”, cerrando puertas a una acción cívica de rechazo al régimen y colocando obstáculos a posturas de rechazo al régimen por parte de otros candidatos, representa –en mi criterio- una verdadera entrega.

Estos falsos opositores encuentran apoyo en análisis claramente sesgados a favor del régimen por parte de “influencers” como Luis Vicente León, Jesús Seguías y Oscar Schemel y comentaristas de TV a lo Vladimir Villegas. Se ha configurado en el país toda una “tercera ola” que flota entre dos aguas, cada vez más cercana al régimen, la cual se opone a los esfuerzos que llevan a cabo los opositores de verdad. En un entorno político esencialmente estático, sin fervor de calle, este grupo de falsos opositores actúa como fabricante de desesperanzas.

6. La diáspora de los jóvenes, el segmento poblacional más efectivo de rechazo ciudadano de calle al régimen. La diáspora venezolana de unos 7 millones abarca mucha de la juventud venezolana de 20 a 25 años que representaba parte de la oposición de calle al régimen chavista. Su ausencia del país representa un factor negativo para la causa que busca la salida pronta del régimen.

7. Grupo de politólogos y analistas en Venezuela y en el exterior que piden el cese de las sanciones. Estos analistas se aferran, algunos de buena fe, otros no, a una solución pragmática, de corto plazo, la cual representa una ilusión de solución, y no una solución estructural para la tragedia chavista. Entre estos analistas están Mark Weisbrot, Francisco Rodríguez, Michael Penfold y el equipo de venezuelanalysis.com, quienes abogan por el cese de las sanciones, lo cual consolidaría al régimen en el poder.

Fuerzas pro aceleración de la salida del régimen chavista

No necesariamente en orden de importancia

1. La oposición honesta e indeclinable. Con el correr de los años este grupo de oposición firme, íntegra e indeclinable se ha ido decantando de miembros ambiguos y por su perseverancia ha logrado captar la solidaridad de una gran mayoría del país. Me refiero a la oposición liderada por María Corina Machado y su grupo de colaboradores, muchos de quienes no son políticos profesionales sino ciudadanos en plan de apoyo a un liderazgo político realmente honesto. Su fuerza estriba en esas dos características de gran apoyo popular y del apoyo de competentes equipos integrados por miembros de la sociedad civil, la cual está respondiendo al llamado de un verdadero liderazgo político. A pesar de su fuerza, este movimiento ciudadano carece por ahora de un componente de activistas de calle que pueda mantener presión doméstica sobre el régimen.

2. Estados Unidos, Canadá y la Unión Europea. Países que han instrumentado sanciones personales contra los miembros del régimen chavista, así como sanciones comerciales, financieras y políticas contra el régimen como tal. El objetivo de estas sanciones es el de obligar al régimen a democratizar su actuación, abriendo el camino hacia unas elecciones libres y transparentes. Es el proverbial garrote y zanahoria que amenaza y promete al mismo tiempo, al ser de naturaleza flexible. Es decir, si hay democratización hay menos sanciones. En general, este conjunto de sanciones ha probado ser el factor más poderoso en limitar la capacidad del régimen para seguir en el poder, creando disensiones internas en el régimen y su progresivo debilitamiento en la región. Sin embargo, las sanciones han sido utilizadas con un criterio muy pragmático, con base en el cual se suavizan a fin de promover diálogos y reuniones que el régimen generalmente ha utilizado para ganar tiempo, sin dar nada sustantivo a cambio. Las sanciones se mantienen como espada de Damocles sobre el régimen pero sin ser utilizadas con el vigor necesario para lograr la salida del régimen. Como una quimioterapia de baja dosis, limita el crecimiento de nuevas células cancerosas sin eliminar de raíz las ya existentes.

3. Organizaciones multilaterales. El BID, la CAF, el Banco Mundial, el FMI, le han negado al régimen ayuda, como presión para obligarlos a democratizarse. La OEA ha tomado medidas un tanto tímidas para estigmatizar el régimen, lográndose que el bloque que apoyaba al régimen en su seno se haya debilitado significativamente. En las Naciones Unidas se han llevado a cabo estudios e investigaciones que condenan el régimen por la grave violación de los derechos humanos. Puede decirse que en el seno de las organizaciones multilaterales, el régimen venezolano es hoy un paria. Sin embargo, estas organizaciones no han hecho intentos de llevar a cabo acciones más vigorosas, que trasciendan de los formales límites diplomáticos.

4. Organizaciones internacionales de justicia. El régimen venezolano ha sido acusado ante diferentes instancias internacionales de graves crímenes contra los derechos humanos. Por ejemplo, en 2018 un grupo de países de la región acusó al régimen chavista, ante la Corte Penal Internacional de La Haya, de violaciones de derechos humanos ocurridas desde el año 2014. Sin embargo, fue solo cinco años más tarde, en 2023, que el fiscal acusador recibió autorización para seguir adelante con la investigación de lo ocurrido bajo el régimen. A esta velocidad es difícil esperar que nada decisivo pueda ocurrir en el seno de este tribunal internacional.

Factores claves en la confrontación con el régimen

Con base en los factores arriba delineados es posible establecer un orden de batalla para enfrentar la situación que se planteará en Venezuela después de las primarias de Octubre 2023 y de sus resultados. La premisa fundamental es que esos resultados probablemente desembocarán en una crisis nacional y regional de cierta magnitud, la cual podrá llevar a los diferentes actores arriba descritos a clarificar y reforzar sus posiciones.

En una confrontación de naturaleza regional el régimen deberá enfrentarse a la candidata ganadora de las primarias de oposición, María Corina Machado, quien goza de gran apoyo popular a nivel doméstico y  gran simpatía a nivel regional. Enfrentado a esta realidad el régimen tendría que (1) claudicar en su intento de permanecer en el poder, permitiendo elecciones libres, o (2) negar la celebración de elecciones, es decir, plantear batalla. Si lo segundo, este sería el momento de máxima debilidad para el régimen y de mayor oportunidad de lograr su erradicación efectiva, sin hacerle concesiones indebidas y reñidas con la ética.

Los dos componentes más importantes de las fuerzas que pueden actuar para erradicar efectivamente el régimen chavista del poder son la presión externa liderada por Estados Unidos, con el apoyo de Canadá y  países de la Unión Europea y la presión doméstica liderada por una sociedad civil movilizada en apoyo de la candidata María Corina Machado. Estos dos componentes deberán actuar de manera simultánea y en coordinación a fin de lograr su objetivo.

El liderazgo de Estados Unidos

No hay reemplazo efectivo para el liderazgo de Estados Unidos en este proceso. Por ello, es necesario que este país adopte una postura diferente a la que ha prevalecido en los últimos años, representado por el uso suave de las sanciones y por intentos de acomodos con el régimen con la esperanza de ver un cambio en su actitud, algo que hasta ahora no ha ocurrido. Pensamos que es necesario que Estados Unidos, al constatar la negación del régimen de Maduro a llevar a cabo elecciones libres y sin inhabilitación de los candidatos de oposición, actúe apoyado por los otros países que han establecido sanciones, endureciendo su posición e intensificando la severidad de tales sanciones en las áreas de mayor vulnerabilidad del régimen chavista. Hay dos claras razones de seguridad nacional que deberían llevar a Estados Unidos a hacerlo.

1. Una tiene que ver con la confrontación de civilizaciones que se lleva a cabo hoy en día en el planeta, en la cual el mundo islámico se presenta como declarado adversario de la cultura occidental, a lo largo de las líneas expuestas en 2011 por el brillante politólogo Samuel Huntington. La clara alineación del régimen venezolano con el mundo terrorista islámico equivale a la presencia de un enclave enemigo del mundo occidental en América Latina,

2. La otra razón es la avalancha de inmigrantes venezolanos en Estados Unidos, lo cual ha generado y seguirá generando altísimos costos financieros, sociales y políticos a este país. Estos costos seguirán creciendo porque Estados Unidos trata de resolver el problema en sus fronteras, cuando la verdadera solución radica en eliminar la causa venezolana de tal avalancha, es decir, la existencia del régimen chavista. Una vez colapse el régimen en Venezuela y el país pueda recibir cooperación de países democráticos y del sector privado internacional la diáspora cesará de ser aluvional y desaparecerá progresivamente.

El liderazgo de Estados Unidos puede movilizar los otros factores que rechazan al régimen chavista a fin de que adopten medidas de presión. Todo lo necesario será un cambio en la actitud de Estados Unidos, de su actual tendencia a la componenda y al “soft landing”, a un modo de enfrentamiento vigoroso.

La resistencia civil en Venezuela: liderazgo y estrategias

Ningún país ha logrado recobrar plenamente su libertad y democracia sin rebelarse activamente en contra del régimen opresor. Casi todas las llamadas transiciones democráticas que  mencionan los politólogos para promover la posibilidad de lograr la democracia a través de acomodos de la sociedad civil con el régimen opresor han representado procesos esencialmente inconclusos, mediante los cuales los culpables de la ruina de sus países han salido parcialmente o totalmente impunes, ya que se ha dejado la garrapata adentro. En España, Chile,  hasta en África del Sur, la ilusión de armonía ganada al precio de ceder principios  ha llevado más temprano o más tarde a similares o peores conflictos políticos y sociales. En Venezuela hay gran presión porque se lleve a cabo una transacción, una negociación, la cual lleve a construirle al régimen criminal un puente de plata y hasta de oro, ver: https://www.americasquarterly.org/article/un-puente-dorado-para-el-gobierno-de-maduro/. Llevar a cabo este tipo de negociación en Venezuela será invitar el regreso a mediano plazo de bandas criminales similares o hasta peores que la chavista.

Se requiere una resistencia civil. La resistencia civil con utilización de tácticas no-violentas ha dado sus frutos en múltiples países, con altas tasas de éxito, ver: The Checklist to end Tyranny, Peter Ackerman, Figura 2, página 15. Así como los tiranos pueden negarle a su pueblo lo que necesita, así mismo el pueblo puede negarle al tirano su apoyo, utilizando protestas, huelgas, negativas a obedecer, boicots y estrategias similares, enumeradas por pensadores como Gene Sharp, Thomas Schelling, Lech Walesa, Larry Diamond, Jonathan Pinckney y otros, todos bajo la inspiración de Gandhi.

Nadie dice que será fácil

Sacar la garrapata entera del cuerpo social venezolano, profundamente incrustada después de tantos años de succión, no será fácil, pero es necesario. Dejarla parcialmente adentro será condenar a la sociedad venezolana a compartir la mediocridad y la cobardía que han sido prominentes características del régimen.

Ese no es nuestro destino. Solo eliminar la garrapata por completo nos permitirá la verdadera redención y el regreso –algún día- a la sociedad civilizada de naciones.