«Del terrible suceso del Jueves Santo entre tres y tres y media de la tarde«. Presbítero José Antonio Vázquez
Uno de los acontecimientos más emblemáticos en la historia de nuestro país a principios de la segunda década del siglo XIX fue sin duda alguna el terremoto de 1812, el cual no sólo afectó la ciudad de Caracas (que es lo que más comúnmente piensa la gente), sino que también ocasionó grandes estragos en otras ciudades del país. Y este hecho se vuelve más interesante y curioso si tenemos la oportunidad de conocer las impresiones de uno de sus sobrevivientes quien en sus cartas relató lo allí ocurrido.
El personaje en cuestión se trata del capellán José Antonio Vázquez y de él se conocen dos cartas: Una de fecha 21 de abril de 1812 dirigida a su tío Don Bernandino Vázquez en Madrid (1) y la otra del 25 de septiembre de ese mismo año, enviada al Arzobispo de Caracas, Presbítero Narciso Coll y Prat (2). De estas misivas vamos a centrarnos en la del 21 de abril donde podemos analizar tres elementos que se dibujan en esa esquela que son: El político-militar, la religión y el sismo como tal.
En el aspecto político-militar primeramente hay que decir que el Pbro. Vázquez realizaba sus labores religiosas en la ciudad de Caracas y allí presenció los sucesos políticos de 1810 y 1811 donde evidencia su total desacuerdo con la causa independentista y de lo que sucedía en la capital a nivel de la población, sobre lo cual se refería de la siguiente forma: «Campeaba el desorden, la irreligión, los vituperios y tropelías contra nuestro amado Fernando y cuanto decía Español» (1), y nos imaginamos que su estado de desesperación fue tal, que decidió partir a la ciudad de la Nueva Segovia (Barquisimeto) para residenciarse en una hacienda donde encontró la paz perdida manifestándole a su tío lo siguiente: «La Divina Providencia me deparó una fama virtuosa y arreglados sentimientos en esta hacienda donde he vivido gracias al Señor y sin relación con ninguno de los degenerados caraqueños y sus secuaces…» (1). No obstante, allá también trató de convencer a una parte de sus pobladores de mantenerse fieles al rey y que no se dejaran convencer por los llamados “Patriotas” quienes representaban la injustica y la violencia (según su criterio).
Por otro lado, en esos días una buena parte de la población decidió dejar sus casas para esconderse a las afueras de la ciudad, ya que tenían información de que el Capitán General Juan Domingo de Monteverde y Ribas se desplazaba con su ejército (230 hombres, un cura, un cirujano, un Obús y diez quintales de galleta) desde la ciudad de Coro para poner orden en Barquisimeto llegando a dicha población después del terremoto.
Monteverde, aprovechándose de que tales circunstancias diezmaron las fuerzas patriotas, logró entrar sin resistencia alguna y así fue retomando el poder en toda aquella región y luego, una porción de esa población se unió a su ejército y partieron a Caracas llevando consigo a 12 prisioneros patriotas que formaban parte del llamado “Ejército del Occidente” que estuvo al mando del Marqués del Toro. (3)
En el aspecto religioso hay que decir que el fenómeno telúrico de 1812 fue utilizado por parte de los representantes de la iglesia (entre ellos el Padre Vázquez) para manifestarle a la feligresía que tal hecho era un castigo de Dios por revelarse en contra del rey y ese pensamiento era algo muy normal en dicha época porque en la concepción medieval el poder lo ejercía la corona por delegación de Dios. (4)
Lo mismo ocurría en el pensamiento bajomedieval desde los tiempos de S.M. Juan I de Castilla quien creó el llamado “Consejo Real” conformado por representantes de la nobleza y de la más alta jerarquía de la Iglesia Católica. (5) Y por ello en dicha carta el presbítero Vázquez manifestaba que ese terremoto así como había sido un día de terror también fue un día de “Justicia” “Alegría” y “Misericordia”. Nos imaginamos que pensaba que era (justicia) por ser un castigo para los insurrectos, una (alegría) porque se hacía justicia y (misericordia) porque hubo ciudades en las que no sufrieron mayores daños a las cuales se les consideraba fieles. Algo totalmente inconcebible en estos tiempos porque todo eso que expresaba el Padre Vázquez era de una profunda confusión conceptual y de una gran contradicción dentro del significado de la doctrina de Dios.
En cuanto al terremoto como tal en la famosa carta hay varios detalles bien interesantes que hay que mencionar:
1-En primer lugar el Padre Vázquez narra que el terremoto en la ciudad de la Nueva Segovia ocurrió durante Semana Santa, el día jueves 26 de marzo de 1812 entre tres y tres y media de la tarde.
2-Con respecto a la hacienda donde estaba viviendo expresó que en la casa de la hacienda murieron 12 personas sepultadas y que dicho inmueble como la ciudad de Nueva Segovia no quedó “piedra sobre piedra”.
3-Que de la población de la Nueva Segovia fallecieron sólo “como mil” porque afortunadamente gran parte de la población se había escondido en los montes (como relatamos anteriormente) y adicionalmente porque “Los Patriotas” en la mañana de ese Jueves Santo habían ordenado que los templos estuviesen cerrados.
4-También reporta que en la ciudad de San Felipe murieron “como 400”, en Caracas “17.000” donde quedaron sepultados bajo sus edificios. También menciona que en la Guaira y Maiquetía “es raro el que se salvó”.
5-Sobre los sitios que no fueron afectados escribió lo siguiente: “Lo que admira mucho es que San Carlos, Valencia, Maracay y La Victoria que están en el centro a una línea recta de las referidas y confundidas poblaciones no han padecido cosa especial: lo mismo Carora y Coro”.
6-El Presbítero Vázquez se salva porque saltó de su habitación por la ventana y cayó en la tierra golpeándose solamente la cara y refiere que se quedó paralizado ante el horror de lo que sucedía y que según él, dicho terremoto duró mucho tiempo. Adicionalmente refiere que en Nueva Segovia siguió temblando por 6 días consecutivos y que atendió a muertos, moribundos y heridos y hasta predicó la palabra del Señor para llevar aliento.
7-En cuanto a la geografía del lugar también describió que hubo cerros que se cayeron y que se abrieron “zanjas” y “aberturas” de consideración.
En conclusión podemos decir que a través de la carta del presbítero José Antonio Vázquez hemos podido analizar la situación del país a través de tres aspectos y que claramente nos transporta a dicha época para palparlos y vivirlos de primera mano, es como una especie de fotografía del momento o un cortometraje de aquéllos tiempos. Y sobre el destino del Pbro. Vázquez hay que decir que él cuando salió de Caracas rumbo a Nueva Segovia estaba planificando su salida de Venezuela de regreso a Europa vía México y estaba esperando la ayuda económica de su tío y para hacerlo el tío había resuelto vender un extra de cacao y algodón en Venezuela para financiar el viaje de su sobrino.
Bibliografía
1-Carta del Capellán José Antonio Vázquez. Archivo Histórico de La Nobleza, Osuna. Código de Referencia: ES.45168.AHNOB/1//OSUNA,CT.195,D.3.
2-Altez, R. Venezuela, Sismo, Vulnerabilidades y una patria no tan boba.[Internet].Caracas: Fundación Polar, Universidad Católica Andrés Bello, Impresos Minipres; 2006 [Consultado 14/08/2024]. Disponible en: http://books.google.com.
3-Saluzzo, M. Juan Vicente González. [Internet]. Caracas: Tipografía de Rómulo A. García & C.A.; 1901[Consultado 15/08/2024]. Disponible en: httop:books.google.com
4-Puñal-Fernández, T. El Rey y la Ley en la cultura escrita de la Edad Media. Universidad de Extremadura. Disponible en https://dialnet.unirioja.es
5-Nieto-Soria, J.M. La Monarquía Bajomedieval Castellana ¿Una Realeza Sagrada?. Sociedad Española de Estudios Medievales. Disponible en: https://medievalistas.es