OPINIÓN

Un cambio se aproxima

por Edgar J. Amado Edgar J. Amado

Los venezolanos hemos participado en más de 32 procesos  electorales y seguimos estancados sin poder sacar a la tiranía mediante elecciones, entonces: ¿por qué la oposición parece tropezar siempre con la misma piedra? Ahora hay una luz al final del túnel, la oposición está representada por trece candidatos, que hace unas semanas decidieron firmar conjuntamente con la Comisión Nacional de Primarias (CNP) un acuerdo para establecer “Principios Comunes del Programa Mínimo de Gobierno de Cambio, Unidad y Reconstrucción Nacional”. Este pacto es un gran paso para fortalecer la unidad. Pero también cabe la pregunta: ¿Cómo los venezolanos podremos confiar que en esta oportunidad todo será diferente? Lo que sí está claro es que la dictadura teme que el pueblo exprese su rechazo total al gobierno totalitario del usurpador de Miraflores en unas elecciones libres, transparentes y con una verdadera presencia internacional que no sean los socios del régimen.

Recordemos que con las primarias realizadas hace más de 11 años no se logró el objetivo que deseaban los venezolanos, porque el candidato que resultó electo se asustó y prefirió no reclamar la victoria, y con ese lamentable historial, ese mismo candidato está compitiendo por tercera vez. La responsabilidad que los candidatos de oposición tienen con el país para no repetir los errores del pasado es construir de una vez por todas una verdadera unidad, y tener un plan “B” si la dictadura logra directa o indirectamente que el proceso de las primarias no se realice en Venezuela. Este plan “B” podría ser, si en definitiva no dejan votar a los venezolanos dentro del país, entonces en el exterior podrían votar todos los venezolanos inscritos o no en el Registro Electoral Permanente, para elegir al líder que nos conducirá a la salida del régimen y el proceso podrá ser igual cuando se hizo la Consulta Popular, el 16 de julio de 2017. Lo anterior no debe ser descartado y más con las declaraciones dadas por el segundo del régimen, Cabello dijo: “¿Cuándo serán las elecciones en Venezuela? ¿Han escuchado algo por ahí? Ahora, nosotros apenas estamos en agosto. Da tiempo de hacer en septiembre, octubre, noviembre o diciembre. Cuatro chances, cuatro meses. Porque en un mes se organizan unas elecciones. Imagínese que las elecciones sean en octubre, nosotros vamos a la calle”. Adelantar las elecciones presidenciales significaría que la dictadura se salte las primarias. Además, no podemos aceptar que se repitan los errores que algunos líderes de la oposición, sea por negligencia o por algún tipo de interés oculto hicieron en el pasado, porque esto contribuyó a que la dictadura se haya mantenido en el poder durante los últimos 24 años.

A la dictadura le conviene permitir que se realicen las primarias, porque nadie puede dar por descontado que tal cual como lo han dicho líderes de la oposición, los venezolanos hagan uso, respaldados por nuestra carta magna, de los artículos 333 y 350, desconociendo las arbitrariedades de la tiranía. Aunque ya la dictadura está dando los primeros pasos para emboscar a la candidata María Corina Machado, primera en las encuestas para las elecciones primarias, utilizando el Ministerio Público, acusando a Antonio Ledezma, coordinador del Consejo Político Internacional del Comando María Corina, tratando de desvirtuar las declaraciones de Ledezma, por una entrevista realizada en Miami, con unas preguntas mal intencionadas por parte de la periodista, habló sobre la posibilidad de hacer uso del artículo 350, y el MP manipuló la entrevista para cambiarla por conspiración, vengándose de Ledezma por no seguir la farsa del régimen cuando hace pocas semanas en España le pidieron que hiciera un retrato hablado sobre los policías que lo detuvieron y secuestraron en Caracas en febrero de 2015 y como se negó a caer en la trampa de la dictadura, cuyo único interés era lavarse la cara ante la Corte Penal Internacional, ahora el régimen está vengándose y al mismo tiempo quiere inculpar a María Corina en un falso caso de conspiración sin base ni fundamentos. En otras palabras, es un ardid burdo y malandrín, propio de las dictaduras con instrucciones emanadas de La Habana y en todo caso hay que denunciar ante los organismos internacionales como la CPI, la Unión Europea y la OEA, el manejo de la justicia en este y otros casos para propósitos antidemocráticos por parte de las instituciones que forman parte del gobierno de la dictadura en Venezuela.

Ahora, para completar este pasticho de la mala política que se realiza en tiempos de dictadura en Venezuela, el régimen nombró un nuevo CNE a su medida y esta es otra razón más para que el proceso de las primarias sea autogestionado, sin la intervención del órgano rector que manipula los procesos electorales. La dictadura de Venezuela nombró como rector principal del CNE a Elvis Amoroso, quien inhabilitó a María Corina Machado y a otros líderes. Para colmo de males hay dos supuestos rectores que dicen ser de la oposición y en realidad todos sabemos que son parte de dos de los partidos que conformaban el antiguo G3. En conclusión, la tiranía ha hecho todo lo posible para frenar las primarias, inhabilitando a los principales candidatos, acosándolos cuando hacen giras por el país, persiguiendo con sus bandas de malandros armados a los venezolanos que asisten a las diferentes concentraciones en todos los rincones de Venezuela, pero en esta oportunidad al régimen le podrá salir el tiro por la culata, porque el último paso para lograr la libertad lo dará el pueblo venezolano. “Si pones a comunistas a cargo del desierto del Sahara, en cinco años habrá escasez de arena”. Winston Churchill.