OPINIÓN

¡Ucrania-Venezuela: 365 más del valor de vivir!

por Luis González Del Castillo Luis González Del Castillo

¿Estamos irremediablemente atrapados por tiempos que prometen acrecentar y prolongar la oscuridad? Pareciera dolorosamente curioso que estemos, nuevamente, ante el desafío de contener pretensiones de expansión de raíz estalinista que, emanando de la misma Rusia que formó la extinta Unión Soviética, ahora de modo diferente con el mafiosos zar Putin, se ha embarcado en unir a Rusia en la reconquista de naciones de aquella era soviética, lo cual se hará imposible pues éstas, como Ucrania lo demuestra, día tras día, han decidido pelear para mantenerse libres.

La vacilación no es buena consejera para detener amenazas de sociópatas, como las que tuvo luego que vivir la humanidad bajo las atrocidades cometidas por el ejercito nazi de Adolfo Hitler. Putin debe ser derrotado totalmente, como otrora lo fue la Alemania de Hitler, para dar paso a una gran Rusia como lo es ahora la gran Alemania existente. La humanidad debe levantarse toda, y con voz y acción apabullante debe tomar las riendas definitivas de dotar de todo cuanto sea necesario a Ucrania para que prevalezca.

No puede ser tolerado que el tiempo que tome provocar la retirada rusa sea cualquiera de Putin. Ni que sea más cruenta o menos cruenta en lo adelante de lo que ya ha sido la diabólica invasión. O permitir que sus tropas puedan continuar con más asesinatos de inocentes, y sus literalmente cobardes y pervertidas violaciones de personas, y hasta de niños. Sabemos que es una guerra que Rusia ya de antemano ha perdido. Aún, si llegará a tener atómicos alcances, o se aplacase como un fuego al que sencillamente se le va acabando el oxígeno. Putin está irremediablemente destinado al fracaso.

El mundo que no quiere, ni puede aceptar viejas formas de invasión para la redefinición territorial mediante ejércitos convencionales o mercenarios, de disputas con excusas para un supuesto entorno de seguridad nacional.

La gran diferencia política entre Putin y el Occidente libertario es que éste pertenece al tipo de pensamiento decadente que no quiere aceptar el juicio de la elección que han hecho los ciudadanos pro-occidentales; los que libres deciden escoger cual camino tomar para vivir sus vidas personales y como nación. Por supuesto dentro del respeto a la individualidad, pero sabiendo también que se requiere una actuación colectiva y sistémica para procurar la mayor estabilidad política, económica y social, dentro del entorno mundial en que se desenvuelve su presente, y ¡el futuro que es ya! en el que lo harán muy pronto sus hijos y sus nietos.

Por todo lo anterior, Ucrania y Venezuela son, cada vez más, y cada una desde su propia perspectiva y realidad, una invasión con ocupación por fuerzas de atraso neo dictatoriales. Esta situación comporta la necesidad de la lucha ciudadana por la dignidad de vivir en libertad. La lucha por la comprensión profunda de la diferencia entre un gobierno al servicio de la ciudadanía, a la que debe explicaciones y entrega de cuentas, y otra sociedad secuestrada bajo la tiranía de la represión y la perversión de una élite dominante y sus cómplices, que la exprimen para enriquecer a una nueva élite, con participación parcial de la anterior élite que se asume a cohabitación y a la orgía de explotación humana bajo mecanismos de represión y cruel manipulación. Así optan por encadenar las conciencias de las personas, a palo limpio o a seducción morbosa.

En la mayoría solo logran atrapar parcialmente a las sociedades, que van escapando al exilio permanentemente. Mediante sus laberintos de hambre y miseria, van produciendo la degradación humana individual y de la sociedad  que se somete a la tiranía.

La libertad, el restablecimiento del orden para el imperio de las leyes y de la democracia son la respuesta inequívoca que estamos obligados a dar de inmediato en los territorios americano y europeo, para avanzar en África y Asia, pues no existe tal cosa como una eficaz fórmula aislacionista que algunos pretenden volver a aplicar, sea desde dentro de la nación americana o cualesquiera otra, para evitar dolores del parto de un mundo que constante sigue avanzando en su búsqueda de integración a la libertad y a la democracia, universales.

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@gonzalezdelcas