OPINIÓN

¿Trump y una unidad especial?

por Luis González Del Castillo Luis González Del Castillo

¿Dónde nos encontramos hoy en el caso de Venezuela y Estados Unidos?

Estamos ante la posibilidad cierta, y definitiva, de avanzar a las puertas del comienzo de un renacimiento. ¿Qué se debe asumir a estas alturas? Que el avanzar requiere, además de que nos reconozcamos, los que realmente somos en nuestros valores de vida y libertad demostrados patriotas, parte abrumadoramente mayoritaria e inseparable de una amada nación; esa misma que, como todo un pueblo valiente y resiliente, se levantó al llamado de María Corina Machado, por Venezuela, y de Donald J. Trump por los Estados Unidos de América. La estrategia primaria, aplicada a cada caso, para legitimar el liderazgo, fue y sigue siendo la base fundamental desde donde emanan cada una de nuestras victorias.

En el caso venezolano, nuestro pueblo respondió de modo armónico y excepcional. Se levantó, demostrando, pacífica y sacrificadamente, que tal fue una estrategia correcta. Que su capacidad para la disciplina y resistencia popular para lidiar con una casta de usurpadores, vendepatrias, torturadores y engreídos, lo llevaría de modo tan especial, y único en la historia, a que impidiera la manipulación de las cifras de votación, antes de la transmisión de los datos. Lograr el poder imprimir y recolectar las actas originales de las máquinas, dió al traste con cualquier resquicio de posibilidad de fingir un triunfo fraudulento de la tiranía cubana-castrista bajo el infame y títere rostro de su candidato Maduro.

Desde la propia fe en que el Supremo Autor del Universo está con nosotros, pueblos creyentes, amantes de la vida y de la libertad, vimos cómo una bala rozó el rostro de un guerrero de luz y de ambición por hacer historia, llamado Donald Trump; quien emergió de la cobarde intentona con los puños en alto para gritarle al mundo: lucha, lucha, lucha!

Ahora se requiere de una nueva y potente “unidad especial” en cada uno de nuestros países, y entre ellos. La consecución de tales propósitos de aplicar con la verdadera justicia e imbuidos auténticos movimientos de liberación y cambio democrático nacional en cada unos de nuestros países, estamos listos para emprender la marcha imparable del rescate de los estadounidenses y de los venezolanos. De recuperar nuestros territorios infiltrados por el cáncer de la promoción de los narcóticos, del tráfico humano y del saqueo de fondos públicos por mafias paraestatales.

Se nos pretende someter al poder de una camarilla adoctrinada en el vicio de venderse a lo que saben es una doctrina falsa de marxismo idiota de lucha de clases frente a la realidad del sistema liberal de respeto a la individualidad y libre albedrío del ser humano a procurarse su derecho a la búsqueda de su felicidad mediante las mayores oportunidades y realidades de avance socioeconómico que le otorgan la democracias liberales en la historia del mundo.

Frente a un cáncer que se infiltró y se apoderó del Estado; trastocando en un narco Estado criminal de mafias y tiranía,  amén de ser transnacional y de bajo control extranjero sobre Venezuela, existe un sistema chino que pretende seguir avanzando sobre el mundo ante los ojos de interesada mirada desprevenida. Eso es lo que ocurre en Panamá y que debemos detener.

De la conciencia que emana de los intereses compartidos por la trascendencia de lo que vamos a contribuir a construir, como legado para nuestras familias y generaciones del mundo por venir, es preciso sostener, de principio a fin, la unión inseparable entre ética y  profesionalismo de expertos e inquebrantables mujeres y hombres, capaces de atender cada uno los asuntos para los cuales se está preparado.

Se ha trabajado mucho, y ganado experiencia puesta al servicio del armado del rompecabezas, muchas veces, ,y gracias a Dios con no pocos éxitos prácticos en nuestra Venezuela. A pesar de aquellos que desde una izquierda progresista nos obstaculizan.

Ahora con la nueva gran mayoría en cada país, es preciso consolidar la toma de gobierno en Venezuela para determinar que se está listo para vencer desde la alianza por la gran América que ha de liberarse toda del cáncer y sus infiltraciones.

Ha llegado la hora de que pasen a tiempo completo, y allá exclusivo, los actores que podemos coadyuvar a concretar tal faena dentro del proceso de liberaciones. Ha de verificarse en las luchas venideras la alianza histórica de las fuerzas de rescate de las esencias espirituales y materiales de nuestros pueblos.

Por supuesto, lo planteado debe ser validado cuanto antes por quienes tienen la validación a su vez de los que con éxito han recibido el legítimo mandato de la soberanía de cada uno de estos países. Los que han encarnado ese fundamental papel. Por el bien de Venezuela, del tiempo y el espacio que se abre de oportunidad, debe ser interpretada a cabalidad dicha oportunidad con la llegada de Trump a la Casa Blanca.

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@gonzalezdelcas