OPINIÓN

¡Trump y la Consti-prostitución! 

por Luis González Del Castillo Luis González Del Castillo

Dedico el presente artículo a la memoria del décimo sexto presidente de los Estados Unidos de América, Abraham Lincoln (1809-1865).

Ante el veredicto unánime por parte del jurado integrado por 12 ciudadanos neoyorquinos, este pasado jueves 30 de mayo de 2024 se produjo un hecho histórico, cuando por vez primera alguien que ha sido presidente de este gran país es encontrado culpable de un delito federal.

Abundarán comentarios e interpretaciones, a favor y en contra del citado hecho. En mi caso quiero transmitirle a la nación norteamericana mi pesar por verla batirse internamente en tiempos tan turbulentos del mundo, en disputas fratricidas por el control de su poder interno, donde lo que se respira es un olor nauseabundo de burdeles políticos que ceden ante la prostitución.

En lo que se ha convertido en un triste circo por la acción chantajista de una descarada contra el entonces candidato presidencial Donald Trump, no porque haya ejercido la profesión de artista porno, lo cual ya nos ubica en los niveles en los cuales literalmente “se ha movido”, sino por su sinsentido de la moral, que no es ni comparable con la de una mujer que ejerza y cumpla su contractual acuerdo de prostitución como forma de vida, de la cual no hago escarnio, ni juzgo. Condeno sí a aquella que por haber sostenido una relación sexual adulta, de mutuo consentimiento y sin otro acuerdo que el derecho a disfrutar del sexo y de la privacidad, sin que nadie se te meta en la cama sin tu permiso, se haya convertido en una daga que se hunda chantajista en el alma de esta nación.

El punto acá es que resulta vergonzoso que la manera con la que se intenta detener la campaña de un candidato, y que a todas luces aparece favorecido en las encuestas sobre preferencias de los electores estadounidenses para que regrese a la Casa Blanca, sea mediante el uso del sistema judicial que, reflejando el caso de un pago, el cual por cierto nunca Trump ha debido ordenar se realizara, y aún menos hacerlo con dineros de su campaña, lo que lo muestra como un hombre vulnerable al chantaje, como en efecto el jurado entendió que le ocurrió, y que se pagó, a través de tales formas ilegales dicho chantaje.

Lejos, pero que muy lejos estamos de aquellos líderes que antes nos inspiraron con sus actuaciones a la grandeza y al sacrificio, como dolientes en auténticos movimientos por la libertad y la democracia de los Estados Unidos de América, y en cualesquiera otros pueblos.

¿Cómo deben ser y parecer los auténticos hombres de Estado? ¿Cómo se han venido comportando no pocos dirigentes políticos de este país desde hace al menos tres décadas? Luego de la gloriosa etapa de Ronald Reagan ¡los partidos Republicano y Demócrata parecen haber perdido la base fundacional de su maravillosa Constitución estadounidense! ¿Cederá Estados Unidos frente al chantaje de una “Consti-prostitución?

Son millones de hermanas y hermanos que en el mundo dependen de las decisiones que tomen los mandatarios de las potencias más influyentes del globo. Por supuesto, estos son más que asistidos, informados e influidos a la vez, para bien o para mal. Cuentan con gran número y calidad de asesores que las personas que los rodean; y que ya están en cargos permanentes como funcionarios, o son parte de los que ellos traen a su temporal y particular equipo de trabajo. Cohen en un repetido y aleccionador ejemplo de lo que podemos llegar a ser, y a hacer los seres humanos, nos recuerda lo que decía mi madre “mientras más conozco a los hombres más quiero a mi perro”.

Del discurso memorable de Abraham Lincoln, el cual retumba en mi alma desde haberlo leído por primera vez, les traigo el mensaje vital de su palabra: “Una casa dividida contra sí misma no puede levantarse”.

Desde hace siete años he sido extrañado de mi patria venezolana. Vivo exiliado y agradecido en esta gran nación del Norte que nos ha acogido, a la que ha sido mi compañera de vida por más de tres décadas, a nuestra hija, y a este momento lo que son decenas de familiares directos, hermanas, hermanos, sobrinos, sobrinos-nietos, la mayoría de los cuales son ya ciudadanos de esta gran nación, líder de América. Desde adolescente tuve el privilegio de poder viajar y conocer los Estados Unidos. Paulatinamente, y en diferentes etapas, en mis distintas edades y roles, vine a este país a aprender, a compartir, a amar, estudiar y enseñar. Por ello me siento un doliente más de lo que he podido observar está ocurriendo con el sistema de libertades y de justicia que respiré y compartí en otros tiempos de los Estados Unidos. Más que desearle a esta nación que regrese al sendero de la sensatez y de la concordia fácil y artificial, quiero expresarles mi decisión de acompañarlos en esta etapa difícil de lucha que debe atravesar con éxito, para bien de la libertad, la justicia y la democracia en toda la  América; y sin exagerar el mundo.

Con lo expresado anteriormente quiero ponerme a la orden de quién, o quienes crean puedo serles útil para aportar todo cuanto me sea posible en la tarea de reconstruir el tejido de compromiso ciudadano y de unidad nacional de los Estados Unidos.

Los reales líderes de las naciones, o que pretenden serlo, tienen que estar dotados de una profunda coraza de valores y principios, convicciones que al tomar las decisiones los protejan de las infamias y emboscadas que se les preparen, a lo largo de su camino de luchas. ¡No al chantaje! ¡Avanzar!

@gonzalezdelcas / catedrainternacionallibertad@gmail.com